
Salud mental en el trabajo Ecuador 2025: Estudio revela cifras preocupantes
46% de los profesionales reportan un diagnóstico de salud mental, pero el 56% de las empresas no tiene políticas de apoyo
Si en alguna ocasión te has pasado revisando el mismo informe incontables veces, con las palabras bailando frente a tus ojos pero la mente atrapada en otro lugar, secuestrada por una ansiedad que oprime el pecho, esta historia te resultará familiar. Tal vez tenías un diagnóstico, pero solo pensar en mencionarlo en voz alta en el trabajo te generaba más pánico que la carga laboral misma. Entonces te preguntaste: “¿Pensarán que no doy la talla? ¿Que soy un problema?”.
Si te sientes identificado, debes saber que no estás solo.
De acuerdo con el estudio El desafío invisible: salud mental en el trabajo, realizado por Multitrabajos y Combo, el 46% de los profesionales en Ecuador afirma tener o haber tenido un diagnóstico de salud mental, una cifra que se mantiene consistentemente alta en toda América Latina. Entre estas condiciones, predominan la ansiedad generalizada (26%) y la depresión (9%). Aun así, existe una brecha abismal entre esta realidad y la respuesta que las personas reciben en sus entornos laborales.
El silencio de las empresas: políticas que brillan por su ausencia
EL informe evidencia un dato preocupante el 56% de los ecuatorianos afirma que en su empresa no existen políticas que acompañen la salud mental. Solo un 5% confirma contar con este apoyo. Un participante del estudio lo resumió con una frase que duele por su precisión: "Las empresas solo colocan carteles con frases motivadoras, pero después, cuando alguien necesita ayuda, empiezan los problemas y las estigmatizaciones".
Esta falta de acción no es un problema exclusivo de Ecuador. La tendencia se repite en la región: Perú (11%), Chile (9%), Panamá (8%) y Argentina (5%) presentan porcentajes igualmente bajos de empresas con políticas activas.
El miedo a hablar: un estigma que silencia
El temor de Laura tiene fundamentos estadísticos. Casi 7 de cada 10 talentos (67%) no comparte su diagnóstico con su jefe directo. El miedo escala al 72% cuando se trata de hablar con Recursos Humanos. ¿La razón? El 59% de los ecuatorianos cree que tener un trastorno de salud mental es un estigma social, una percepción que la Organización Mundial de la Salud (OMS) identifica como una de las mayores barreras para la recuperación.
Quienes se atreven a dar el paso, con frecuencia se topan con la indiferencia. El 40% de quienes compartieron su diagnóstico reportaron que la empresa "no hizo nada". Peor aún, un 19% mencionó que "lo empezaron a tratar diferente", una experiencia que suele ser sinónimo de exclusión y marginación.
Las consecuencias reales: agotamiento y desgaste
La falta de apoyo tiene efectos concretos y medibles. El 27% de los talentos en Ecuador ha tenido que faltar al trabajo por agotamiento o burnout. Esta cultura del desgaste se normaliza con creencias profundamente arraigadas: el 80% de los ecuatorianos cree que para tener éxito debe sacrificar su vida personal, la cifra más alta de la región.
Esta presión constante se refleja en la calidad de vida. El 61% de los talentos reporta dificultades para dormir, con un 56% que duerme entre cuatro y siete horas, muy por debajo de las ocho horas recomendadas. Un estudio de la Universidad de Pennsylvania vincula directamente la privación del sueño con un mayor riesgo de desarrollar ansiedad y depresión, creando un círculo vicioso.
El principal factor de desgaste: el liderazgo
¿La principal fuente de este deterioro? La relación con los jefes. El 59% de los talentos en Ecuador manifiesta que su salud mental se desgastó a causa de un superior. Esta cifra, aunque alarmante, es la más baja de la región, donde países como Argentina y Chile reportan un 74%. Un reporte de Gallup coincide, señalando que al menos el 50% del estrés laboral tiene su origen en una mala relación con el líder inmediato.
Miguel Bechara, Director de Multitrabajos en Jobint, lo afirma: "Los datos muestran que el silencio y la falta de programas de apoyo siguen siendo una constante. Es momento de que las compañías asuman un rol activo".
La salud mental dejó de ser un tema personal para convertirse en una piedra angular de la productividad, la retención de talento y, simplemente, el bienestar común. Las empresas que no lo entiendan no solo estarían fallando a su gente, sino también a su futuro.
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