Salud

La Universidad de Cuenca ve acercarse su hospital

Obtuvo un crédito no reembolsable de $ 200 millones para construir su Centro de Innovación de la Salud (CIS). Lo manejará con una empresa pública.

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Uno de los diseños arquitectónicos propuestos para el futuro Centro de Innovación de la Salud (CIS), de la Universidad de Cuenca. Según lo previsto, deberá estar terminado en 2024.Cortesía

En un contexto de casi total dependencia del Presupuesto General del Estado, agravado este año por el recorte de 98 millones de dólares que hizo el Gobierno al sector alegando la reducción de los ingresos fiscales, las universidades públicas aún tienen otra opción para conseguir recursos y financiar sus proyectos.

Así lo demuestra la Universidad de Cuenca que, como informara este Diario, suscribió en días pasados un ‘Acuerdo de Financiación y Gobernanza’ con la Fundación Bridgin, de Bélgica, que aportará 200 millones de dólares para la construcción del Centro de Innovación de la Salud (CIS) de este centro de estudios azuayo.

Básicamente, este comprende dos partes: la construcción de un hospital con centros especializados de diagnóstico y atención de enfermedades crónicas; y la implementación de tecnología de punta para la producción de proteínas terapéuticas y medicinas de bajo costo.

El rector, Pablo Vanegas, dice a EXPRESO que es el resultado de un esfuerzo institucional que empezó hace más de cuatro años, aunque entonces surgió como un plan de $ 14 millones para atender a pacientes con artritis reumatoide.

Uno de los componentes más fuertes es el diagnóstico: muchas veces lo que hacemos es enviar las biopsias al exterior. Eso y los tratamientos deben estar cubiertos dentro del país.

Pablo Vanegas, rector de la Universidad de Cuenca

Para concretarlo, visitaron en el exterior a empresas de base tecnológica, así como a farmacéuticas y cadenas que pudieran interesarse en su propuesta. También exploraron las condiciones de préstamos con la banca nacional y de Europa. Todo ello sin éxito inicial.

Pero en ese camino, según Vanegas, conocieron otras carencias del sistema de salud del país, relacionadas con el diagnóstico de algunas enfermedades catastróficas y lo oneroso de sus tratamientos por el alto costo de los medicamentos.

Entonces, cuando contactaron a la fundación belga, que financia programas y proyectos de alto impacto para aportar al desarrollo de países emergentes, decidieron reformular de manera conjunta el proyecto para darle un mayor alcance.

Pero no será la universidad la que maneje directamente el dinero ni quien construya y administre el hospital, sino que lo hará a través de una empresa pública que creó para el efecto.

Según Vanegas, esta empresa pertenece a la universidad, pero tiene autonomía. Lo que sí habrá en todo el proceso hasta el final es el acompañamiento de la fundación belga bajo la figura de una consultoría.

“El fin es que pueda manejarse con estándares adecuados y eficiencia; evitar que esto se convierta en un pasivo”, acota.

Como parte de ello, los servicios y productos del CIS tendrán costos, pues funcionará como una entidad privada; no será parte del sistema público.

Enrique Santos, exvocal del Consejo de Educación Superior, afirma que esta es una figura ‘perfectamente legal’ y adecuada para el proyecto. “Como no se trata de fondos públicos, tiene la capacidad de manejarlos directamente, respetando la normativa sobre cómo una entidad pública puede manejar fondos privados”.

Alude a que, de otra forma, esos recursos hubieran tenido que ingresar primero al Tesoro nacional para luego ser transferidos a la institución, con el trámite y tiempo que ello implica.

El presidente de la Asamblea del Sistema de Educación Superior del Ecuador, Galo Naranjo, coincide en resaltar la idoneidad de la vía utilizada. “Las universidades tenemos varias empresas públicas. La Técnica de Ambato (de la que él es rector) tiene una que trabaja con el sector privado en el campo de las construcciones”.

Resalta como “un excelente logro” el crédito obtenido por la Universidad de Cuenca y su comunidad. Sostiene que muchas otras instituciones tienen iniciativas similares, pero enfrentan limitantes como el tiempo que conlleva el proceso y, sobre todo, el indispensable requisito de contar con el aval soberano del Estado.

Algo que la de Cuenca sí obtuvo, además del apoyo de la Cancillería y del Consulado de Ecuador en Bélgica para las negociaciones con Bridgin, según reconoció también Vanegas.

La construcción de este hospital puede ser manejada por una empresa pública. Esta se maneja con criterios bastante parecidos a los de una empresa privada.

Galo Naranjo, rector de la Universidad Técnica de Ambato

Santos dice que, conociendo la rigurosidad con que opera la cooperación belga para otorgar este tipo de créditos, el alto monto debe estar justificado.

“Si ese es el valor destinado, seguramente es porque la universidad ha hecho un estudio muy pormenorizado en conjunto con la contraparte belga. No es un valor que se inventaron”.

Además, él cree que existe un contexto o antecedente más amplio del actual hecho. Cita que la cooperación belga en el país data de hace más de 20 años, a través de entidades como el Consejo Interuniversitario Flamenco (VLIR); y que de ella se han beneficiado instituciones como la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) y la propia Universidad de Cuenca. Una de sus líneas de crédito les permitió la formación de doctores (PhD) en universidades belgas.

A su criterio, la seriedad de estas universidades en su propio manejo y en el cumplimiento de esos convenios, debió haber sido otro factor a favor para que la fundación Bridgin decidiera financiar el actual proyecto.

Según lo previsto, el CIS deberá estar concluido en 2024.

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El futuro Centro de Innovación de la Salud (CIS), de la Universidad de Cuenca, se levantará en los terrenos de un antiguo centro asistencia del Seguro SocialJAIME MARIN

EL ANTIGUO PROYECTO DE UNA 'CIUDAD UNIVERSITARIA'

Si bien el crédito es no reembolsable, tiene como condición que el proyecto debe ser sostenible y que la universidad debe “reconstruir el capital”, generando y promoviendo proyectos sociales de emprendimiento y empoderamiento de la mujer, financiados con los recursos que genere el CIS, explica Pablo Vanegas.

Destaca que este tema implicó reactivar un antiguo proyecto de la universidad, anterior a su administración, denominado ‘Cuenca, ciudad universitaria’. Este comprendía cinco grandes áreas (entre ellas la de Salud) y ahora ellos pueden darle continuidad. Confía en que lo mismo harán con el CIS las futuras autoridades de la institución.