¿Tu hijo moja la cama?
La enuresis es más común de lo que crees. Se da en las noches, también en el día, pero es menos frecuente. Suele irse con el crecimiento del niño.
Era común que en las noches frías de Guayaquil, Juan Diego, de 9 años, se orinara en la cama. Roxana, su madre, no le prestaba tanta atención, hasta que se dio cuenta que él dormía sobre charcos de orina al menos unas 15 veces al mes.
Luego de hacerle un seguimiento nocturno, decide llevarlo al pediatra, quien confirma que el pequeño sufre de enuresis, incontinencia urinaria en niños e incluso adolescentes, de 7 a 12 años (aproximadamente), que se desarrolla de manera involuntaria y puede ser provocada por diversos factores, tanto psicológicos como alteraciones anatómicas, explica la doctora Mayra Pérez, pediatra del hospital Los Ceibos del IESS.
Para que esta sea considerada enfermedad, debe producirse mínimo una vez al día, durante tres meses consecutivos, manifiesta Katty Rueda, integrante de la Federación Ecuatoriana de Psicólogos Clínicos.
Edúcalos sin gritarles
Leer másEl caso de Juan Diego fue derivado al experto en salud mental, pues no se debía a ninguna complicación orgánica, él había visto una película de terror y soñaba con la escena más terrorífica, la misma que hacía que su vejiga se descontrolara. Sin embargo, hay más causas que pueden producir la enuresis.
Origen psicológico u orgánico
Las más frecuentes en la parte psicológica son problemas de sueño. Algunos menores duermen tan profundamente que no se despiertan cuando necesitan hacer sus necesidades.
Otro motivo puede ser las dificultades que se dan en casa, tales como el divorcio de los padres, abuso intrafamiliar, bullying, alcoholismo, cambio de escuela o vivienda, entre otros. Algunos estudios indican que el abuso sexual es un factor de riesgo importante para desarrollar enuresis.
El trastorno de estrés postraumático es otro factor. Mojar la cama puede ser una respuesta psicológica ante un trauma: desastres naturales, robos, una hospitalización repentina, la muerte de un familiar, un accidente de tránsito, etc. Los niños con trastorno de déficit de atención/hiperactividad (TDAH) que no han sido tratados tienen un riesgo mayor de padecerla, señala Rueda.
Asimismo, hay motivos físicos que influyen en este trastorno, como el estreñimiento crónico y el reflujo urinario. También los niños con diabetes la desarrollan, ya que a ellos les da muchas ganas de beber agua. De igual manera las enfermedades neurológicas influyen: hernia entre disco y disco, cuya presión afecta al funcionamiento de los nervios en las extremidades inferiores. Se podría hablar si esto es hereditario cuando hay alguna malformación orgánica.
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Leer másSucede tanto en niños como en niñas. Hay más de 500.000 niños enuréticos y entre el 6 u 8 % afecta a la población de 10 años de edad, revela la doctora.
Chequeo pediátrico
Lo primero que deben hacer los padres es visitar al pediatra, quien chequea al paciente y puede derivarlo al área de psicología, neurología o nefrología, según el caso.
Por lo general se le hace una especie de eco, hecho con sondaje por donde orina (meato orinario). Se coloca la sonda que va directamente a la vejiga, y se coloca un medio de contraste (líquido blanco) que pinta todo lo que es la vejiga, uréter y parte del riñón y así lograr ver su condición, indica Pérez.
Resultados a considerar
Las consecuencias en la salud mental, emocional y física de su hijo son evidentes, al igual que las sociales. Estos menores tienden a presentar más problemas de comportamiento y menor capacidad para relacionarse. “Convirtiéndose en foco de inseguridad permanente para el niño, mermando su autoestima e intervención en actividades con otros infantes de su entorno, ya sea con sus compañeros de clases o familiares, influyendo directamente en la formación de su identidad y quizá a futuro se genere en el pequeño una personalidad introvertida, tímida, aislada”, indica Rueda.
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Leer másLa mamá de Juan Diego afirma que él no quería asistir a ninguna pijamada con sus primos, por temor a que ellos conocieran su problema y se burlaran.
Las bacterias también se hacen presentes, debido al ambiente de humedad en el que permanecen, haciéndolo propicio para las infecciones urinarias y si hay descuido en este sentido, esto puede con el tiempo afectar a sus riñones. Por eso es fundamental la higiene y el aseo, sostiene la galena.
La secundaria
Es aquella que desaparece y surge luego de unos meses, a esta se la denomina enuresis secundaria. “El niño ha tenido un período de continencia, habitualmente entre seis meses y un año, y posteriormente ha tenido una recaída que se prolonga, como mínimo seis meses”, dice Rueda.
Esta reincidencia puede deberse a situaciones que el niño está viviendo y que le provocan estrés.
Lo que sí y lo que no
Las siguientes pautas te ayudarán a reducir la intensidad de este trastorno:
- Reduce el consumo de líquidos en el niño, antes de ir a la cama. Y previo a que se duerma, enséñale a ir al baño para que cree el hábito de vaciar su vejiga antes de descansar.
- No lo regañes cuando se orine, así evitarás que se sienta culpable y desarrolle problemas emocionales.
- Refuerza positivamente al niño para que aumente su autoestima, por ejemplo, cuando se orine que te ayude a cambiar la sábana, para que de esta forma vea que es una situación que la están afrontando los dos, así refuerzas su autoestima y generas seguridad en él.
- Felicítalo cada noche que no moje la cama, eso ayuda mucho.
- Mantén la discreción para impedir la burla y que en él surja la vergüenza y luego esto sea motivo de aislamiento o que tenga sentimiento de culpa. Bríndale apoyo emocional hasta que supere la enuresis.
- Importantísimo: Saber calmarlo explicándole que lo que está pasando es parte del proceso de su crecimiento y aprendizaje del control de su cuerpo, que no va a durar para siempre.
- No le pongas pañal, esto solo hace que aparezcan las infecciones, es un caldo de cultivo. Y evita que ellos aprendan ir al baño para realizar sus necesidades biológicas. A veces, por comodidad, se opta por esta alternativa incorrecta.
- Una vez que conoce la frecuencia con que va al baño, levántalo a esas horas, mas no lo hagas al azar porque interrumpe su sueño y no es lo recomendado.
Hay más de 500.000 niños enuréticos y entre el 6 u
8 % afecta a la población de 10 años de edad.