
¿El Omega-3 realmente combaten la inflamación? Te lo explicamos
Nuevas investigaciones cuestionan el poder antiinflamatorio del omega-3 y destacan la importancia del equilibrio en la dieta
Durante años nos han dicho que los ácidos grasos omega-3 -especialmente los del aceite de pescado- ayudan a reducir la inflamación, proteger el corazón y mejorar la salud en general. Por eso millones de personas los toman a diario. Pero nuevas investigaciones muestran que esta historia puede no ser tan cierta.
Un estudio reciente publicado en el International Journal of Epidemiology analizó a más de 15.000 personas sanas usando una técnica llamada “aleatorización mendeliana”, que permite separar los efectos genéticos de otros factores como la dieta o el estilo de vida.
¿El resultado? Sorprendentemente, tanto los omega-3 como los omega-6 (presentes en aceites vegetales como el de soya o girasol) se relacionaron con un aumento en los niveles de inflamación en el cuerpo.
En especial, el DHA, un tipo de omega-3 que proviene del aceite de pescado, elevó dos marcadores clave: la proteína C reactiva (PCR) y las glicoproteínas acetiladas (GlycA), ambos asociados con enfermedades crónicas como la diabetes y problemas del corazón.
Además, los omega-3 y los omega-6 usan las mismas enzimas para ser procesados, por lo que compiten entre sí. Esto puede empeorar aún más la situación cuando hay un exceso de estas grasas en la dieta.
No se trata solo de tomar suplementos
Otro estudio, publicado en Frontiers in Immunology, encontró que las personas con una dieta de baja calidad -rica en alimentos ultraprocesados, pobre en fibra y alta en calorías- mostraban más signos de inflamación, aunque no estuvieran enfermas. Sus sistemas inmunológicos actuaban como si hubiera una amenaza constante.
Esto explica por qué tomar suplementos de omega-3 no ayuda si su dieta no es buena. Si sigue consumiendo aceites vegetales, alcohol y comida chatarra, el aceite de pescado no va a “arreglar” el problema. De hecho, podría incluso empeorarlo.
Si aún desea tomar omega-3, el aceite de kril es una opción más adecuada que el de pescado, ya que se absorbe mejor y contiene antioxidantes naturales que lo hacen más estable.
La idea de que los omega-3 son siempre antiinflamatorios no se sostiene con la nueva evidencia. Más importante que tomar suplementos es revisar la dieta completa. Lo que realmente marca la diferencia es reducir los alimentos que causan inflamación y elegir fuentes naturales de grasas saludables.
¿Qué hacer?
En lugar de depender de suplementos, lo más efectivo es mejorar la calidad general de su alimentación. Esto incluye:
- Eliminar aceites vegetales industriales (soya, maíz, girasol, canola).
- Usar grasas más estables como mantequilla de pastoreo o ghee.
- Priorizar alimentos reales, como carnes de animales alimentados con pasto, huevos de campo y vegetales ricos en fibra.
- Reducir el alcohol y los productos ultraprocesados.
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