
Mentefactos y Harry Potter: así es como La Salle impulsa el pensamiento lógico
Los estudiantes aplicaron mentefactos a través de actividades temáticas que conectaron el aprendizaje con la literatura
La Unidad Educativa San José La Salle abrió sus puertas a una experiencia donde la academia, la creatividad y la cultura escolar se encontraron en un mismo escenario. La Primera Feria de Desarrollo del Pensamiento, ambientada en las casas de Hogwarts del mundo de los libros de Harry Potter de J.K. Rowling, no solo transformó los pasillos en espacios temáticos llenos de color, sino que se convirtió en un ejercicio pedagógico profundo que buscó —desde la infancia hasta el bachillerato— fomentar la capacidad de analizar, argumentar, cuestionar y evaluar ideas, habilidades esenciales en el mundo actual. “La temática conecta más a los estudiantes porque muchos son fanáticos de distintos universos. Es una herramienta para que entiendan la materia de manera más fácil”, explicó Janeth Gómez, directora del Área de Pensamiento Crítico de la institución.
Una participación que involucró a todos los niveles
Desde los niveles más pequeños hasta los cursos superiores, cada casa representó no solo un color o una simbología del mundo mágico, sino también un nivel de complejidad cognitiva. En la casa Gryffindor, los estudiantes de básica elemental exploraron mentefactos nocionales y clasales, herramientas que permiten sintetizar y ordenar información de manera sencilla. En Slytherin, donde participaron niños de quinto a séptimo grado, se trabajó con mentefactos heurísticos y primeros ejercicios de pensamiento lógico.
La casa Ravenclaw —correspondiente a la básica superior— presentó trabajos con silogismos y mentefactos conceptuales, mientras que Hufflepuff, representada por el bachillerato, profundizó en mentefactos procedimentales, argumentales y competencias textuales, una destreza clave para su ingreso a la universidad.
La feria también integró metodologías propias de la Red La Salle, como la plataforma Grandes Pensadores, que refuerza los contenidos de cada unidad mediante desafíos y juegos interactivos. “Lo que ven en el aula también lo practican en plataformas como un juego virtual. Eso fortalece lo aprendido y lo interiorizan desde los primeros años”, relató Gómez, quien además destacó que exalumnos han reconocido el impacto que esta asignatura tuvo en su vida universitaria, especialmente en el desarrollo de textos argumentativos y en la comprensión lectora avanzada.

La guía docente fue clave en la producción de la feria
El aporte docente fue clave en la construcción de esta experiencia interdisciplinaria. Andy Alcívar, profesor de octavo, noveno y décimo año, detalló el proceso de preparación previo: dos meses de trabajo, ensayo y práctica constante. “Los estudiantes han demostrado un entusiasmo enorme. No se han quedado en lo teórico; lo han puesto en práctica”, afirmó.
Alcívar explicó que cada curso abordó habilidades específicas del pensamiento unidas al universo de Harry Potter: en octavo se analizaron silogismos con premisas basadas en personajes y situaciones del relato; en noveno, los jóvenes identificaron y clasificaron falacias; y en décimo elaboraron mentefactos conceptuales a partir de personajes y elementos icónicos de la saga.

El recorrido por los stands evidenció no solo creatividad, sino apropiación conceptual. Juan Carlos Solínez, estudiante de tercero de Bachillerato, presentó actividades didácticas sobre conceptualización dirigidas a niños pequeños. Aunque confesó no ser fanático de la saga, explicó que la asociación entre magia y pensamiento crítico resultó natural: “Las personas relacionan Harry Potter con magia y también con la mente. Es un sentido que conecta con el pensamiento crítico”. Para él, la asignatura ha significado un cambio real: aprendió a distinguir entre definición y conceptualización, una competencia indispensable para su futuro académico.
Otra de las expositoras, Sophie Zea, también de tercero de Bachillerato, presentó un proceso completo de extracción de ideas principales y proposicionalización a partir de artículos vinculados a elementos de la casa Hufflepuff.
Su exposición integró lectura crítica, análisis profundo, síntesis y representación gráfica de la información. “Primero leemos, luego analizamos, extraemos ideas, sintetizamos en proposiciones y finalmente lo graficamos según corresponda”, explicó. Para ella, el uso del universo de Harry Potter les permitió hacer comprensibles conceptos complejos que suelen dificultarse en la educación tradicional.