
Lactancia materna: por qué es esencial según investigadoras y evidencia científica
En un entorno saturado de mensajes, expertas señalan que la clave está en ofrecer orientación sencilla, ética y científica
En un mundo donde las familias reciben más información que nunca —desde redes sociales hasta recomendaciones profesionales—, comprender el verdadero valor de la leche materna se vuelve fundamental. Las investigaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), publicaciones científicas como The Lancet Breastfeeding (2023) y organismos de vigilancia global como IBFAN (International Baby Food Action Network) coinciden en un mismo punto: la leche materna sigue siendo el alimento más completo, dinámico y adaptado para el recién nacido. Su composición cambia en tiempo real, responde a las necesidades inmunológicas del bebé y protege contra enfermedades a corto y largo plazo.
Información abrumadora en medios de comunicación
Sin embargo, este panorama convive con un ecosistema informativo amplio donde conviven publicidad, consejos diversos y mensajes bien intencionados, pero no siempre precisos. Para Luz Valencia Erazo, IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant), docente investigadora de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) y miembro de IBFAN (Red Internacional de Grupos de Acción pro Alimentación Infantil), la clave no es oponerse a ningún producto, sino garantizar que las familias tengan claridad y apoyo desde el inicio.
“Hoy sabemos que muchas madres reciben mensajes antes incluso del nacimiento de su bebé. En ese contexto, es necesario reforzar educación basada en evidencia para que puedan decidir con seguridad y acompañamiento”, afirma al explicar cómo los estudios de la OMS describen la creciente influencia del entorno digital en las dudas maternas.
La OMS y UNICEF resaltan que la lactancia no depende solo de la voluntad de la madre, sino del entorno: políticas laborales inclusivas, acompañamiento profesional oportuno, información adecuada y ausencia de presiones externas. En Ecuador, investigaciones apoyadas por UNICEF (2021) mostraron que muchas decisiones no se toman por falta de deseo de amamantar, sino por cansancio, dudas, confusión o ausencia de apoyo clínico. Allí, el rol de instituciones como IBFAN, la academia y los profesionales de salud capacitados es determinante.
Información clara para la lactancia materna
Rocío Caicedo, médica investigadora, IBCLC y coordinadora de IBFAN Ecuador, lo resume así: “La lactancia se sostiene cuando la madre recibe información clara, cuando comprende que comportamientos normales del bebé —como llorar o buscar el pecho seguido— no significan falta de leche. La evidencia científica muestra que acompañamiento y claridad reducen la deserción temprana”. Sus observaciones se alinean con los hallazgos multicéntricos de la OMS, que documentan cómo los mitos y las creencias erróneas influyen más que cualquier otra variable en la continuidad de la lactancia.
En medio de este panorama, la comunicación responsable cobra un papel importante. Lilibeth Suazo, especialista en marketing de una marca de productos naturales, ofrece una mirada complementaria. Desde su experiencia, el marketing ético puede cumplir un rol útil en la maternidad: “El embarazo es una etapa donde las mujeres buscan y comparan información. Cuando la comunicación explica certificaciones, beneficios o usos en un lenguaje sencillo, ayuda a ordenar el panorama y da tranquilidad”. No obstante, enfatiza un principio fundamental: “Nunca se debe aprovechar el miedo. La comunicación para este segmento debe acompañar, no presionar"..
Entornos saludables y el contexto de cada familia
Este matiz es clave. El objetivo no es señalar culpables, sino fortalecer entornos donde las madres puedan decidir con tranquilidad, soporte profesional y evidencia científica. La leche materna, por sus propiedades únicas, es recomendada por la OMS, UNICEF, la Academia Americana de Pediatría y múltiples sociedades científicas. Pero incluso estas instituciones reconocen que cada familia vive realidades distintas, y que las decisiones deben tomarse desde el respeto, nunca desde la culpa.
Los tres testimonios coinciden en que Ecuador requiere más acompañamiento, más educación basada en evidencia y más apoyo comunitario para fortalecer la lactancia. La academia —con universidades como ESPOL—, la sociedad civil —como IBFAN— y organismos internacionales —como la OMS y UNICEF— ya generan investigaciones, recomendaciones y herramientas. El reto es que esta información llegue, de forma clara y sin ruido, a quienes toman decisiones cada día: las familias.