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Salud. Dos jóvenes se ejercitan en un gimnasioPexels

Lupus y actividad física: fusionados tratan el mal

En la actualidad, los ejercicios disminuyen la fatiga del paciente y favorece el desempeño de algunos órganos

Tenga o no tenga lupus, el ejercicio es un modo importante de cuidar de sí mismo. Sin embargo, tener rutinas fortalece partes del cuerpo que pueden verse afectadas por lupus, como el corazón, los pulmones, los huesos y las articulaciones. 

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Puede ayudar a reducir la inflamación, regulando algunos de los químicos involucrados en el proceso inflamatorio. Además, el ejercicio puede ayudar a controlar el aumento de peso que causan los medicamentos corticosteriodes y mantener su cuerpo en buena condición. 

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También puede reducir la fatiga. En caso de brote agudo, se debe reevaluar posibles contraindicaciones de la actividad física y el ejercicio. Durante los brotes articulares, expertos recomiendan evitar involucrar las articulaciones inflamadas. Cada caso es diferente y conlleva procesos más fuerte

"Si experimenta hinchazón en las articulaciones, debe evitar o por lo menos limitar actividades que son exigentes en las articulaciones y los músculos, como el correr, levantar pesas o hacer aeróbicos de alto impacto", explica Norma Pinela, fisioterapeuta.

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Un grupo de trabajo internacional ha desarrollado, por primera vez, un documento de consenso que recoge recomendaciones de actividad física y ejercicio para personas con LES, de las que aquí se recoge una pequeña síntesis:

  1. Los beneficios esperados de la actividad física y el ejercicio deben explicarse a las personas que viven con lupus.
  2. Se recomienda la actividad física en todas las personas con LES.
  3. En casos de brote o actividad de la enfermedad moderada o alta, se debe valorar tras una evaluación médica; en estos casos, una buena estrategia para comenzar podría ser la de evitar periodos prolongados de sedentarismo.
  4. El nivel de actividad física debe evaluarse utilizando cuestionarios específicos o el número de pasos por día.
  5. La actividad física debe adaptarse en cuanto a frecuencia e intensidad para cada persona, teniendo en cuenta sus habilidades, preferencias y comorbilidades, con el objetivo de lograr adherencia a largo plazo.
  6. A menos que se indique lo contrario, todas las personas con LES con enfermedad inactiva o actividad de la enfermedad leve, deben alcanzar gradualmente las recomendaciones de la OMS (150-300 minutos por semana de actividad física de intensidad moderada, asociada con actividades de fortalecimiento muscular al menos dos días por semana).

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