EN LA EMPRESA DE LULE (15045763)
Sebastián Troya y Claudia Tobar son los fundadores de Lulë Care.ANGELO CHAMBA

Lulë Care, la empresa quiteña que apuesta por lo natural

En 2018, Sebastián Troya y Claudia Tobar iniciaron una búsqueda personal que terminó convirtiéndose en un proyecto de vida

En julio de 2018, Sebastián Troya atravesaba una inquietud muy personal. Durante años había lidiado con la sudoración excesiva y, al investigar sobre los productos que usaba a diario, descubrió que los desodorantes con aluminio no solo bloqueaban los poros, sino que también podían traer consecuencias indeseadas. “Yo quería algo natural, libre de químicos, pero que funcionara”, recuerda.

La respuesta no estaba en los estantes de las farmacias ni en los supermercados del país. No quedaba otra opción que inventarla. Así comenzó, en casa y con la complicidad de su familia, la aventura de Lulë Care. Claudia Tobar, su compañera y más tarde cofundadora, recuerda aquellos primeros días de ensayo y error como un laboratorio de paciencia. “Probamos decenas de fórmulas hasta encontrar una que fuera efectiva y segura. Fue un proceso muy artesanal, lleno de aprendizaje”, cuenta.

Cuando por fin se animaron a lanzar el producto al mercado, la pandemia cambió todos los planes. Lejos de rendirse, la familia convirtió la sala en un pequeño taller casero. “Las primeras etiquetas las imprimimos en casa. Mis hijos cortaban y pegaban cada una. Fue un trabajo lleno de cariño y compromiso”, dice Claudia. Esa escena, más que una anécdota, terminó siendo el corazón de la marca: un emprendimiento que se sostenía en la unión familiar.

Paradójicamente, el encierro abrió nuevas puertas. La gente buscaba alternativas seguras y naturales para su vida cotidiana, y muchos se animaron a probar el desodorante sin aluminio. “Era el momento ideal: sin eventos sociales, podían experimentar sin miedo. Ahí empezó a crecer la confianza en lo natural”, recuerda Sebastián.

ENTREVISTA ANDRES DEL (14989653)

Andrés Delgado, un viaje a través de la danza ecuatoriana

Leer más

De aquel primer desodorante surgió una línea completa de productos. Con creatividad, Claudia y Sebastián desarrollaron fórmulas que equilibraban eficacia y sostenibilidad. Uno de sus aportes más innovadores fue el sistema de recargas ecológicas en formato de pastilla, que permite reutilizar los envases y reducir el uso de plástico. “Si un empaque se recicla varias veces, la huella ambiental disminuye de manera significativa. Es un gesto pequeño, pero multiplicado tiene un gran impacto”, explica Claudia.

La diversificación fue natural: jabones líquidos biodegradables, sprays antibacteriales, repelentes, velas aromáticas y ambientadores. Cada creación nacía de la misma filosofía: cuidar la piel y el entorno. “Nuestros jabones son multiuso, sirven tanto para el cuerpo como para la ropa delicada. Y los sprays protegen la piel porque están hechos con glicerina vegetal”, detalla Claudia. Hoy la marca cuenta con sesenta y seis productos.

EN LA EMPRESA DE LULE (15045751)
La empresa cuenta con sesenta y seis productos elaborados con ingredientes naturales.ANGELO CHAMBA

Una innovadora propuesta para niños

Con el tiempo, el diálogo con las familias abrió un nuevo camino. Muchos padres preguntaban si el desodorante era apto para niños. Esa inquietud inspiró la creación de una fórmula infantil: sin aluminio, alcohol ni fragancias fuertes, diseñada para la piel sensible de quienes comienzan la pubertad. “Queríamos que los niños se sintieran cómodos y, al mismo tiempo, enseñar desde temprano hábitos de bienestar y sostenibilidad”, cuenta Sebastián.

El desodorante infantil pronto se convirtió en uno de los productos más vendidos y reflejó un cambio más amplio en el consumidor: padres interesados en ofrecer a sus hijos productos libres de químicos fuertes. “Cada vez hay más conciencia de que lo natural no significa menor eficacia, sino cuidado real”, dice Claudia.

De Ecuador para el mundo

Lo que nació en Quito como una búsqueda personal ya ha traspasado fronteras. Desde 2021, Lulë Care exporta a Panamá y Guatemala, y actualmente avanza en los trámites para llegar a España, Costa Rica y Colombia. “Lo más gratificante es recibir mensajes de personas que nos buscan en otros países. Saber que valoran la efectividad de nuestras fórmulas nos motiva a seguir abriendo caminos”, dice Sebastián.

LULE PRODUCTOS
La diversificación también cobró impulso. La línea de cuidado personal creció con jabones líquidos biodegradables, sprays antibacteriales y más.Cortesía

Romper los mitos

Uno de los mayores retos, cuentan sus fundadores, ha sido vencer la desconfianza hacia los desodorantes naturales y derribar los mitos que los rodean. “Al inicio, lo más difícil fue convencer a la gente de que un producto natural sí podía funcionar. Había la idea de que era algo alternativo, casi artesanal, y que no iba a dar resultados reales”, recuerda Sebastián.

La resistencia, añade, no solo estaba en el hábito de compra, sino también en la percepción de que lo “natural” era sinónimo de poca duración. A ello se sumaban creencias muy arraigadas: que los desodorantes naturales no bloquean el sudor, que no neutralizan el mal olor o que solo sirven para personas con poca actividad física. 

Frente a eso, el trabajo de la marca fue doble: educar al consumidor y demostrar, con evidencia y resultados, que era posible ofrecer efectividad y seguridad sin químicos agresivos. “Nos tocó explicar que sudar es un proceso natural y saludable, y que el objetivo del desodorante no es impedirlo, sino neutralizar el mal olor de forma segura”, explica Claudia.

MARIA CLARA DAVALOS O (14488088)

María Clara Dávalos, la mujer que le apostó al poder del aguacate

Leer más

Un cambio con desafíos

El paso de un desodorante convencional a uno natural suele requerir un tiempo de adaptación. El cuerpo, acostumbrado a productos que bloquean la transpiración con sales de aluminio, atraviesa una fase de “desintoxicación” en la que las glándulas sudoríparas empiezan a funcionar de manera natural y se expulsan toxinas acumuladas. 

Durante esas primeras semanas, algunas personas pueden percibir mayor sudoración o cambios en el olor corporal, lo que es parte del ajuste del organismo. Según explican los fundadores de Lulë Care, ese periodo es temporal: “El cuerpo necesita unos días para regularse, pero una vez que lo hace, el desodorante natural cumple su función de neutralizar el mal olor sin alterar los procesos naturales de la piel”.

Para seguir leyendo EXPRESO sin restricciones, ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!