Embarazo
La hipertensión gestacional puede provocar graves complicaciones si no se controla a tiempo.Canva

Hipertensión en el embarazo: una alerta que requiere control oportuno

Un diagnóstico oportuno reduce riesgos para la madre y el feto

La hipertensión durante el embarazo es una de las principales causas de complicaciones maternas y fetales, por lo que su detección y control oportuno resultan claves para preservar la salud de la madre y del bebé. Esta condición puede aparecer incluso en mujeres sin antecedentes previos y evolucionar de forma silenciosa, lo que refuerza la importancia de los controles prenatales regulares.

El cardiólogo Ricardo Maingon advierte que, en la madre, la hipertensión incrementa el riesgo de desarrollar preeclampsia y eclampsia, además de posibles daños renales o hepáticos y la necesidad de un parto prematuro. “Cuando no se controla adecuadamente, esta patología puede comprometer seriamente la vida de la mujer”, señala. En el caso del feto, las consecuencias pueden ser igualmente graves, como restricción del crecimiento intrauterino, bajo peso al nacer, sufrimiento fetal e incluso muerte perinatal.

Un tratamiento individualizado para las embarazadas

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El manejo de la hipertensión en mujeres embarazadas debe ser cuidadosamente individualizado. Según Maingon, existen medicamentos antihipertensivos considerados seguros durante la gestación, entre ellos metildopa, labetalol y nifedipino, que permiten mantener la presión arterial bajo control sin afectar al bebé. A esto se suma un seguimiento médico riguroso, con controles prenatales frecuentes y ecografías periódicas para evaluar el desarrollo fetal.

La prevención también juega un papel fundamental. El especialista destaca que adoptar hábitos saludables puede reducir significativamente el riesgo de hipertensión gestacional. Una alimentación equilibrada, baja en sal y rica en frutas y verduras, la actividad física leve o moderada bajo indicación médica, evitar el sobrepeso, no fumar ni consumir alcohol y aprender a manejar el estrés son medidas clave antes y durante el embarazo.

La preeclampsia: una complicación temida

Una de las complicaciones más temidas es la preeclampsia, un trastorno que suele aparecer después de la semana 20 de gestación. Sus síntomas incluyen presión arterial elevada, hinchazón en manos y rostro, dolor de cabeza persistente, visión borrosa y dolor en la parte alta del abdomen. El diagnóstico se confirma cuando la hipertensión se acompaña de proteína en la orina o daño en órganos como riñones o hígado, por lo que el control médico constante es indispensable.

Para el especialista consultado por EXPRESO, el mensaje es claro: “Un embarazo saludable depende en gran medida de la prevención, el diagnóstico temprano y el acompañamiento médico continuo”. La hipertensión no debe subestimarse, ya que con un manejo adecuado es posible reducir riesgos y garantizar un mejor desenlace tanto para la madre como para el bebé.

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