
Cómo el entrenamiento mental potencia el desempeño de los deportistas
Ser deportista va más allá de tener fuerza y habilidad técnica; también es un desafío mental
El día a día de un deportista, generalmente se destaca por muchas horas ejercitando o practicando el deporte que realiza para mejorar su resistencia, fuerza y habilidades físicas. Sin embargo, entrenar o ‘ejercitar’ la mente también es un pilar clave en el desempeño de un atleta, ya que la salud psicológica puede llegar a potenciar o limitar su rendimiento.
Por qué cuidar la salud mental
El psicólogo clínico Steven Jara explica que, si bien el entrenamiento físico es esencial, el cuidado de la salud mental no debe quedar en segundo plano. “Mientras que una mentalidad fuerte y equilibrada podría permitir que los atletas enfrenten los retos con mayor confianza, concentración y determinación; la ansiedad, el autosabotaje y la presión podrían afectar su concentración, toma de decisiones y rendimiento, llevándolos a perder una competencia. Muchas veces, los deportistas pasan por mucho estrés al tener la presión de representar el país, por lo cual, es importante que tengan este acompañamiento emocional para desarrollar mayor confianza y seguridad en sí mismo”, dice.
Por su lado, la psicóloga deportiva Liza Portalanza, dice que antes había poca información sobre el tema y por eso existía el rechazo a cuidar la salud mental. Pero ahora, los deportistas son mucho más conscientes y receptivos a esto. “Hay varias herramientas comprobadas en la psicología deportiva que ayudan a maximizar el potencial y rendimiento. Además, cuando el deportista está en proceso de rehabilitación tras una lesión u operación, es crucial hacer el acompañamiento desde la parte psicológica, porque es un momento bastante desafiante al no poder continuar con su estilo de vida o entrenamiento regular”, añade.
Qué se trabaja en terapia
- Tener una visualización clara de objetivos.
- Fomentar la concentración y atención.
- Aumentar la motivación, seguridad y confianza en sí mismo.
- Conocer cómo cuidar la calidad del sueño.
- Aprender a manejar los pensamientos negativos y sobrellevar el fracaso.
Recomendaciones
- Haga visualizaciones positivas: Imagínese ejecutando su deporte con éxito para poder desarrollar mayor confianza. Mantener un diálogo interno positivo es clave para evitar el autosabotaje.
- Practique mindfulness y meditación: Realice ejercicios de respiración controlada para trabajar en la atención plena y mantener la calma.
- Cuide la calidad de sueño: El descanso adecuado favorece la recuperación muscular y el enfoque mental.
Tres deportistas de alto rendimiento comparten su experiencia sobre la influencia de la mente en su desempeño.
"La mente es una herramienta poderosa”
La karateca Jacqueline Factos (39), con más de 20 años de experiencia en el deporte, enfatiza la importancia del estado mental en el rendimiento físico. Para ella, la mente debe estar programada para guiar al cuerpo, y una preparación mental deficiente puede costar incluso medallas. En el pasado, ha tenido competencias en las que, a pesar de estar físicamente lista, los nervios, la presión y el autosabotaje le jugaron en contra. “Toda la preparación física se puede perder por no tener una adecuada preparación mental”.
A lo largo de su carrera, ha trabajado constantemente con especialistas en salud mental, al comprender que el deporte de alto rendimiento se define en gran parte por la fortaleza psicológica. En su día a día, utiliza técnicas como la visualización, audios de concentración y meditación. Sin embargo, considera que en Ecuador, la salud mental en los deportistas no recibe la misma atención que el aspecto físico. “En otros países, el trabajo mental va de la mano del trabajo físico. El psicólogo está en los entrenamientos para analizar como uno asimila la carga y cómo se enfrenta la frustración”.
“Si la cabeza no esta bien, el cuerpo no funciona al cien”
La futbolista Ligia Moreira (32), conocida como Gigi, es parte de la Tri, Selección Femenina de Fútbol de Ecuador y de Albacete, un club de fútbol femenino español. Al hablar de la salud mental, Gigi destaca que sí existe una relación entre su estado emocional y su rendimiento deportivo porque durante una etapa de su carrera, notó cómo la ansiedad y los pensamientos negativos afectaron su desempeño en la cancha. “No tenía control de mis pensamientos, sobre todo de los negativos. Decidí pedir ayuda psicológica y empezar a trabajar mi mente. Al hacerlo, noté un cambio importante, entendí lo que me estaba pasando y por qué”.
Para fortalecer su estabilidad emocional, Gigi tiene sesiones con su psicóloga y ha integrado hábitos como la lectura, la música y la escritura, además de mantener un diálogo interno positivo. También recurre a la visualización de escenarios de juego y a ejercicios de respiración para manejar la presión antes de los partidos. “Como deportistas, estamos expuestos a mucha presión todo el tiempo y necesitamos estar mentalmente fuertes para afrontar los desafíos que encontramos dentro del terreno de juego y fuera de él. El entrenamiento físico, la alimentación y la salud mental deben ser la base de un deportista”.
“Ir a terapia y ejercitar son la combinación perfecta”
Alexander Contreras (30), es un deportista que practica jiu jitsu brasileño y judo desde hace 23 años. Según su experiencia, entrenar con una mentalidad positiva le permite competir con mayor confianza y la falta de una preparación psicológica adecuada le puede impedir alcanzar su máximo potencial. “Si miro en retrospectiva, los torneos en los que obtuve mejores resultados fueron aquellos en los que tuve la oportunidad de recibir terapia psicológica durante el proceso de preparación. Estuve mucho más tranquilo, sin preocupaciones, di el 100 % y solo me enfoqué en la competencia”.
Las lesiones también han sido un reto mental para Alexander. Durante su recuperación, tras una lesión en la rodilla, el apoyo de su familia y terapeutas fue fundamental para superar la ansiedad de estar en pausa. Actualmente, como atleta y dueño de una academia de artes marciales, reconoce la importancia de la salud mental no solo para su propio bienestar, sino también para influir positivamente en sus alumnos. “Si yo no estoy en el mejor estado emocional, eso puede afectar la motivación y el rendimiento de quienes entrenan conmigo. Hay pensamientos que ocurren en nuestra mente que no las podemos solucionar levantando pesas, ejercitando o corriendo”.