Comunidad cristiana
Líderes juveniles promueven el crecimiento espiritual, emocional y profesional en cientos de jóvenes guayaquileños.Cortesía

Comunidades juveniles cristianas crecen en Guayaquil

Son’s Club, Make Salvation Happen y CCBG Jóvenes crecen en la ciudad con un mensaje de esperanza centrado en Jesús

En un mundo marcado por la incertidumbre, la violencia y la búsqueda constante de aceptación, cientos de jóvenes en Guayaquil han encontrado en las comunidades cristianas una respuesta distinta: fe, pertenencia y propósito. A través de iniciativas como Son’s Club, Make Salvation Happen o CCBG Jóvenes, estos espacios no solo se convierten en refugio espiritual, sino también en redes de apoyo emocional, profesional y social.

Un lugar donde se es aceptado sin máscaras

Christopher Murillo, líder juvenil de Son’s Club, movimiento parte de la Iglesia Familia de Dios, destaca el enfoque cálido y genuino de su comunidad. “No es forzada ni apática. Aquí la gente se siente aceptada tal como es”, afirma. Este enfoque ha permitido que Son’s Club se expanda por toda Guayaquil con casas de conexión en diferentes sectores, como el norte, Vía a la costa, Samborondón, alcanzando alrededor de 150 jóvenes activos.

Los encuentros principales se realizan los sábados, pero también se desarrollan pequeños grupos durante la semana, donde se fomenta una relación cercana, espiritual y personal. “Creamos un lugar seguro para que todo aquel que llega se sienta aceptado. Además, buscamos que crezcan espiritual, personal y profesionalmente”, sostiene Murillo.

Eventos con propósito: fe que se vive en comunidad

Uno de los pilares de estas comunidades es conectarse con la cultura. Por eso, celebran fechas claves como San Valentín, el Día de la Madre o incluso las fiestas julianas. Este 12 de julio, por ejemplo, Son’s Club organizará un evento a bordo del barco Morgan, en el Malecón 2000, con juegos, música y oración por Guayaquil. El valor simbólico es de $5. “Queremos ir al corazón de nuestra ciudad para reflejar esperanza”, añade el líder.

Discipulado y crecimiento: jóvenes que quieren parecerse a Jesús

Desde otra ala de esta comunidad, María José Gavilanes, coordinadora general de Sons Club Legacy (una versión para jóvenes profesionales), recalca que estos espacios no solo apuntan a lo espiritual, sino a trascender fronteras. Con más de 100 miembros, se reúnen una vez al mes en actividades que también se expanden por redes sociales y plataformas digitales. “Los jóvenes se sienten solos, y en ese vacío, buscan de Dios”, asegura.

Algo similar ocurre con Valeria Ruiz, vocera de la Comunidad Cristiana Bíblica Guayaquil (CCBG), quien destaca la importancia de encontrar respuestas firmes en medio de tantas opiniones fluctuantes. “Buscamos la guía en el libro de entrenamiento más antiguo que ha trascendido siglos: la Biblia”, dice. En esta comunidad, los jóvenes se reúnen todos los sábados a las 17:00, realizan actividades bíblicas y encuentros interiglesias.

Sentido de pertenencia, servicio y visión: las claves de Make Salvation Happen

Concierto Oasis

El regreso de Oasis: fanáticos celebran después de años de separación

Leer más

Alejandro Bermeo, líder de la comunidad Make Salvation Happen, parte de Casa de Fe en la vía a la costa, sostiene que el principal atractivo para los jóvenes es el sentido de pertenencia. Con más de 200 integrantes y 25 grupos activos, esta comunidad organiza encuentros como Salvation Night o Retiros de Provisión, donde se impulsa el liderazgo juvenil.

Además, sus miembros participan en servicios a la iglesia en áreas como medios y FeKids, lo cual refuerza su compromiso no solo con Dios, sino con la comunidad. “Nuestro lema es ‘hacer que la salvación suceda hasta los confines de la Tierra’”, expresa Alejandro. Él atribuye el crecimiento de estas comunidades no solo a una estrategia clara, sino a la presencia del Espíritu Santo en cada actividad.

Luz en medio de la oscuridad

Todos los líderes coinciden en que lo que ofrecen no es una religión vacía ni una obligación ritualista, sino una alternativa real y viva frente al vacío emocional y existencial que muchos jóvenes enfrentan. “Donde la gente ve necesidad, nosotros vemos esperanza. Donde otros ven vacío, nosotros vemos propósito. Y donde no hay solución, nosotros tenemos la mejor: Jesús”, afirma Christopher Murillo.

Estas comunidades cristianas juveniles se han convertido, en palabras de sus propios miembros, en una luz en medio de la oscuridad. Con su mensaje claro, su enfoque comunitario y su dinamismo, están cambiando la historia de una generación y de una ciudad que también anhela ser transformada.

¿Te gusta leer Diario EXPRESO? SUSCRÍBETE AQUÍ