Arianna Guillén: Cómo el maquillaje se convirtió en su terapia y profesión
¿Puede el maquillaje cambiar vidas? La historia de Arianna lo demuestra, de estudiar Nutrición por obligación a ser premiada como influencer de bellezaCortesía: Wolf Studios Ecuador

Arianna Guillén, de nutrición al éxito con el maquillaje

Con solo $100, Arianna Guillén inició su carrera como maquilladora. Hoy es una empresaria reconocida

Arianna recuerda con cariño sus primeros acercamientos al maquillaje, cuando siendo apenas una niña de 7 u 8 años, experimentaba con los cosméticos de su madre. “Lo raro era que me daba vergüenza que ella me viera maquillada”, confiesa entre risas. “Cuando escuchaba que ya estaba en la puerta, me corría a desmaquillar”. Esa mezcla de curiosidad y timidez marcó sus primeros pasos en este arte.

Su pasión por el maquillaje comenzó en la adolescencia, cuando descubrió el mundo de los tutoriales en YouTube. “A los 16 o 17 años, durante el boom del maquillaje en redes sociales, me volví fanática”, recuerda. Sin embargo, al terminar el colegio, enfrentó la primera gran disyuntiva entre sus sueños y las expectativas familiares. “Le comenté a mi papá que quería irme a Argentina a estudiar maquillaje, pero me dijo que no, que debía estudiar una carrera ‘normal’”, explica. Así fue como terminó matriculada en Nutrición, aunque su corazón siempre estuvo en otra parte.

El embarazo que cambió todo: Depresión postparto y un futuro incierto

A los 21 años su vida dio un giro de 180 grados, cuando quedó embarazada. “Fue un momento muy difícil”, admite. “Dejé la universidad y caí en una profunda depresión postparto”. Con un bebé en brazos y un futuro incierto, Arianna se sentía completamente perdida. “Cuando mi hijo tenía dos años, creía que nunca lograría nada”, confiesa con esa honestidad que caracteriza su relato.

Fue en este momento oscuro que el maquillaje apareció como un salvavidas. “Alguien me recordó que era buena maquillando y decidí intentarlo”, explica. Con apenas $100 ahorrados, compró sus primeros productos profesionales y comenzó a ofrecer servicios a domicilio. “Eran tiempos difíciles. A veces maquillaba hasta 20 personas en un solo día y llevaba a mi hijo a todas partes”, recuerda. Pero cada rostro transformado, cada sonrisa de satisfacción de sus clientas, le daba fuerzas para seguir adelante.

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Maquillaje empoderador: La transformación que va más allá de lo estético

Para ella, el maquillaje siempre ha sido más que una cuestión estética. “Descubrí que tenía el poder de cambiar cómo las personas se ven a sí mismas”, explica. “Cuando una mujer se mira al espejo y se siente bella, algo cambia en su actitud, en su confianza”. Esta revelación transformó por completo su enfoque profesional.

Sus primeros intentos como instructora no fueron fáciles. “Al principio era terrible”, admite con sinceridad. “Perdí alumnas por mi impaciencia”. Pero la vida le daría una lección invaluable a través de su hijo Max. “Ver su perseverancia me enseñó que cada persona tiene su propio ritmo”, reflexiona. Esta comprensión marcó un antes y después en su carrera como maquilladora y educadora.

Fama y humildad: cómo Arianna evitó perderse en las redes sociales

Cómo el maquillaje empoderó a Arianna
El maquillaje fue su salvación. Arianna pasó de tocar fondo a inspirar a milesCortesía: Wolf Studios Ecuador

El éxito llegó cuando menos lo esperaba. Su primera invitación para dar clases en el extranjero la sorprendió en un momento de duda profesional. “Lloré todo el vuelo de ida y vuelta”, confiesa. “No podía creer que esa chica que casi se rinde ahora compartía su conocimiento en otros países”.

Pero con la visibilidad llegaron nuevos desafíos. Arianna tuvo que aprender a navegar las aguas turbulentas de la fama incipiente y así resistir la tentación de creerse el personaje que proyectaba en redes sociales. “La humildad es recordar que, por más seguidores que tengas, sigues siendo la misma persona”, reflexiona. Esta filosofía la ha mantenido arraigada a sus valores incluso mientras su carrera alcanza nuevas alturas.

Proyectos con Impacto: de pestañas para celebridades a clases inspiradoras

Hoy, ella balancea múltiples facetas con una gracia aprendida a fuerza de experiencia. Su línea de pestañas, usada por celebridades internacionales, comenzó como un sueño modesto y ahora cruza fronteras. Sus clases se han convertido en espacios de crecimiento donde historias como la de su alumna que asistió con el dedo fracturado -“nunca faltó a una sesión”- le recuerdan el poder de la perseverancia.

En redes sociales, donde muchos construyen personajes perfectos, ella eligió mostrar el proceso detrás del resultado: los errores, las dudas, las lecciones aprendidas. “La autenticidad es mi mayor valor”, afirma. Esta transparencia resonó tanto que la llevó a ganar el premio a mejor influencer de belleza en Ecuador.

La filosofía de Arianna: autenticidad, disciplina y transformación Real

La historia de Arianna va más allá del ámbito de la belleza. Es un testimonio vivo de cómo los momentos más oscuros pueden convertirse en oportunidades, de cómo la disciplina puede más que el talento natural, y de cómo el verdadero éxito se mide en vidas impactadas.

El maquillaje fue mi terapia primero, luego mi profesión y ahora mi forma de retribuir”, concluye. “Cuando una mujer se mira al espejo y se reconoce poderosa, ahí está la verdadera magia. Y yo tengo el privilegio de ser testigo de ese momento una y otra vez”.

En un mundo obsesionado con la perfección instantánea, la trayectoria de Arianna nos recuerda que las mejores transformaciones - tanto en el rostro como en el alma - requieren tiempo, paciencia y, sobre todo, mucha fe en el proceso. Su historia continúa inspirando a quienes creen que es posible reinventarse, comenzar de cero y convertir los sueños en realidad, un pincelazo a la vez.

Curiosidades de Arianna Guillén

  • Lecciones inesperadas: Una alumna viajó desde Bogotá a Guayaquil solo para tomar su curso de 3 meses, a pesar de considerar la ciudad peligrosa. Otra asistió a clases con el dedo enyesado por usar demasiado el celular, pero nunca faltó.
  • Secretos profesionales: No usa maquillaje en su vida diaria: Prefiere estar ‘al natural’, incluso en redes sociales. Su técnica más famosa al principio fue el ‘ojo gatuno’, pero actualmente disfruta el trend coreano de ‘ojos de muñeca’. Tiene una asistente que revisa todo su contenido para evitar malentendidos. “Soy muy directa, a veces lo que digo puede interpretarse mal”.
  • Detalles íntimos: Ella amaba el azúcar, pero para tener una vida mejor tuvo que superarlo como parte de su disciplina actual de bienestar. Confiesa que no le gusta tanto bañarse (y se ríe al comentar que su hijo heredó ese mismo rasgo).
  • Metas inusuales: Su sueño no es fama mundial, sino vivir en una cabaña en la selva leyendo con su hijo y su pareja. Rechaza citas a las 6:00 AM para priorizar su bienestar. Esto incluye su rutina de gimnasio y autocuidado.
  • Influencers que admira: Menciona a Patrick Ta, Charlotte Tilbury, Tasha Reiko Brown y Pat McGrath como sus referentes, pero duda si podría unirse a sus equipos, “no sé si soportaría el ritmo”.
  • Dato freak: Su alumno más joven, Nicolás Maldonado, comenzó con ella siendo menor de edad y hoy es un maquillador reconocido. 

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