
La millonaria defensa del río que se desplomó en Babahoyo
Moradores de Nueva Esperanza enfrentan cada invierno sin protección y con un juicio estancado
Lo que en 2016 fue inaugurado como una obra de protección para las riberas del río Catarama, en la parroquia El Salto, se convirtió en menos de un año en una obra deteriorada para el cantón Babahoyo, Los Ríos.
Miedo ante el colapso
El tablestacado del sector Nueva Esperanza, levantado durante la administración municipal de Johnny Terán Salcedo (2014–2018), colapsó en 2017, dejando de lado la promesa de que la infraestructura sería la solución definitiva contra los socavones.
El proyecto, que comprendía cerca de 300 metros lineales, se financió con un préstamo del Banco del Estado y representó una inversión que superó el millón de dólares. Según los anuncios oficiales de aquel entonces, el muro tendría una vida útil de al menos 100 años. Sin embargo, la realidad fue otra y alrededor de 70 metros de la estructura cedieron apenas meses después de su entrega, arrastrados por la fuerza de la corriente del río.

Para Cecilia Gómez, una de las primeras moradoras del sector, la caída del tablestacado marcó el inicio de un largo camino de reclamos al Cabildo. “Se construyó, luego se cayó; lo único que supimos es que quedó en juicio para reclamar la garantía del contrato. Pero también necesitamos que se solucione porque con cada invierno fuerte el agua inunda toda el área”, explicó.
Desde el colapso la comunidad presentó petitorios, solicitó atención y recibió como respuesta apenas un relleno provisional para compactar el terreno. Esa improvisada solución hoy luce cubierta de maleza y sin ofrecer la mínima protección para las viviendas contiguas. Diana Cepeda, residente por más de 30 años en Nueva Esperanza, recuerda con angustia cómo cada invierno transforma la ribera en una zona de peligro. “El agua entra por la calle, inunda las casas; además, con la maleza llegaron culebras y mosquitos. La obra quedó inconclusa y ahora amenaza con llevarse todo el barrio”, añadió.
El Municipio, tras el colapso, retuvo cerca de 400 mil dólares correspondientes a la garantía del contrato y anunció acciones legales contra la empresa constructora. Las reparaciones fueron valoradas en unos 100 mil dólares, pero el litigio lleva años en curso sin una resolución clara. Diario Expreso pidió una entrevista al Departamento de Obras Públicas para conocer el estado del juicio y las posibles medidas de reparación. Sin embargo, hasta el cierre de este reportaje no se recibió ninguna respuesta, pese a que la solicitud fue presentada hace una semana.