Amistades sanas
Amistades. Las relaciones saludables se basan en la buena comunicación y la reciprocidad.Canva.

Las amistades nutritivas: cómo identificar relaciones que suman y no restan

Las relaciones saludables son recíprocas y equilibradas. Hay que saber poner límites. 

Las relaciones de amistad son fundamentales en la vida de cualquier persona. Sin embargo, construir y mantener una amistad saludable no siempre es sencillo. Más allá de la simple convivencia, la amistad implica reciprocidad, comunicación y el establecimiento de límites saludables que permitan un crecimiento mutuo.

De acuerdo con el psicólogo Luiggi Sáenz de Viteri, las amistades deben ser espacios de confianza y apoyo, donde ambas partes se sientan escuchadas y valoradas. "Las relaciones saludables son recíprocas más que equilibradas, porque hay momentos en los que uno necesita más que el otro, y eso está bien siempre que exista confianza de que la otra persona estará allí cuando sea necesario", explica.

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Reciprocidad vs. Equilibrio

A menudo se cree que una amistad debe ser equilibrada, pero en la realidad, la reciprocidad juega un papel más importante que la simetría perfecta en la relación. Sáenz de Viteri señala que "en algunas circunstancias, uno de los amigos puede estar en una situación vulnerable, mientras que el otro simplemente escucha y brinda apoyo. Lo fundamental es que, a lo largo del tiempo, ambas partes puedan contar el uno con el otro cuando sea necesario".

El concepto de "amistad nutritiva" toma fuerza en este contexto. "Una amistad saludable no solo se basa en la compañía, sino en el beneficio emocional que ambas partes reciben. Una relación de amistad que nutre es aquella en la que ambos pueden compartir sus experiencias, pensamientos y emociones sin temor a ser juzgados o ignorados", añade el especialista.

La importancia de los límites saludables

Uno de los retos en las relaciones de amistad es saber identificar cuándo la relación se torna desequilibrada. "Si una persona acapara constantemente la conversación o requiere apoyo sin ofrecerlo a cambio, es importante establecer límites", enfatiza Sáenz de Viteri. Estos límites no solo protegen la salud emocional de ambas partes, sino que también fortalecen la relación al fomentar el respeto y la comprensión mutua.

Comunicar estos límites de manera clara y abierta es esencial. Una forma efectiva de hacerlo es expresando de manera asertiva las propias necesidades, por ejemplo: "Hemos hablado mucho sobre lo que te preocupa, ahora me gustaría compartir algo importante para mí." Este tipo de comunicación no solo establece un límite sano, sino que también fomenta el diálogo y la empatía dentro de la relación.

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¿Cuándo replantear una amistad?

No todas las amistades están destinadas a durar para siempre. Si después de establecer límites y comunicarse abierta y honestamente no hay cambios en la dinámica de la relación, es válido preguntarse si esa amistad sigue siendo beneficiosa. "Si una amistad se convierte en una fuente de estrés constante, desgaste emocional o incluso representa un riesgo para la estabilidad emocional, es recomendable replantearse la permanencia en esa relación", sugiere el psicólogo.

Sáenz de Viteri también advierte sobre el auge de la "psicología pop", una corriente que promueve un enfoque excesivamente individualista en el que la prioridad absoluta es el bienestar personal sin considerar la importancia de la empatía y el compromiso con los demás. "Si bien es fundamental cuidar la salud emocional propia, también lo es entender que la amistad implica dar y recibir en distintos momentos de la vida", explica.

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