¿Alguna vez conociste a personas que al estar resfriadas se complican mucho más que otras? Uno de los motivos para que esto ocurra es que su sistema inmunológico esté debilitado y, por eso, si afrontan alguna enfermedad, no se podrán proteger con totalidad. 

Para contrarrestarlo, es crucial contar una excelente alimentación, pues como menciona la nutricionista Sussy Corral “este sistema es la defensa natural del organismo ante cualquier afección en el cuerpo. A nivel oriental y occidental hay estudios que demuestran que existe una gran relación entre lo que comemos y nuestra respuesta inmunitaria”.

En el área nutricional, la experta acentúa que hay que centrarse en estos tres puntos claves para que el sistema inmune actúe como es debido:

1. Obtener ‘gasolina’ a través de los macronutrientes. Las proteínas, carbohidratos y grasas buenas son la triada perfecta para que el cuerpo trabaje con regularidad. Lo ideal es que los obtenga de fuentes orgánicas, que no sean tan procesados y sin muchos químicos. Corral detalla que no está a favor de las dietas muy restrictivas o en las que se omite alguno de los macronutrientes porque “al hacerlo las personas tienden a enfermarse mucho más, puede haber desnutrición o anemia”.
2. Consumir vitaminas y minerales. “Aunque pueden obtenerse a través de multivitamínicos, lo mejor es que se consuman de forma natural, principalmente en frutas y vegetales”, recalca. Destacan: la vitamina A (en la zanahoria, tomate y remolacha), vitamina D (en brócoli, espinaca y coliflor), vitamina C (en kiwi, fresas y cerezas), omega 3 (en pescado, aguacate y frutos secos), hierro (en huevos, acelga y lenteja) y potasio (en plátano, naranja y miel de abeja).
3. Tener una correcta salud intestinal. El buen crecimiento de la flora bacteriana que se encuentra en el tubo digestivo potencia el fortalecimiento del sistema inmune. “Cuando las bacterias (naturalmente dentro del intestino) hacen un buen trabajo, se procesan y digieren mejor los alimentos. Así se tendrá un mejor metabolismo y respuesta inmunitaria”, resalta Corral. Para lograrlo, incluya alimentos con probióticos como el yogur, kombucha, aceitunas, jengibre, ajo, kéfir (bebida fermentada) y chucrut (fermentado de la col).