Premium

Ferdinan Álvarez
Ferdinan Álvarez es presidente de la Comisión de Fiscalización de la Asamblea Nacional.Cortesía: Asamblea/ Flickr

Tilín, Bellito y el Gran Tetón ahora dan clases de moral | Por Roberto Aguilar

Ferdinan Álvarez, involucrado hasta las orejas en la corrupción hospitalaria, se niega a reconocer conflicto de intereses

Una vez neutralizado el Gran Tetón, Tilín se consagra como dueño absoluto de la escena y se muestra decidido a llevar las denuncias de Bellito hasta las últimas consecuencias.

(NO TE PIERDAS: Tensión en la Comisión: señalan conflicto de interés a Ferdinan Álvarez)

Parece mentira: el proceso de fiscalización del sector público de la salud en la Asamblea Nacional ha quedado en manos de un grupo de impresentables que fácilmente podrían ser identificados por los alias con los que se los conoce en el mundo del hampa.

El Gran Tetón es el prófugo Xavier Jordán (alias ‘Marido’, alias ‘Daddy Yankee’, alias ‘Mauricio’, alias ‘Ravioli’, alias ‘Pili’), dueño de la narcopiscina, socio y cómplice del narcotraficante Leandro Norero. Anunció que lanzaría una serie de denuncias contra Tilín el domingo a las ocho de la noche en su cuenta de X pero, sospechosamente, se detuvo y apareció a las once, fuera de combate, con doce tiros al aire: el acuerdo al que parecen haber llegado Tilín y el Tetón en esas tres horas de silencio es un misterio cuya solución se llevarán ambos a la tumba.

FERDINAN ALVAREZ ASAMBLEA

Daniel Salcedo y las supuestas pruebas: ¿Qué le entregó el sentenciado a la Asamblea?

Leer más

Bellito es Daniel Salcedo, socio de los Bucaram y otros peores, sentenciado a 36 años de prisión por una lista impresionante de delitos de corrupción que recorren todo el ámbito de la contratación pública y a quien Tilín auspicia y patrocina.

Tilín, por último, es Ferdinan Álvarez, probable operador político de estas mafias que hoy ocupa un escaño en la Asamblea (ya estuvo ahí por el correísmo, ahora está por el noboísmo), quizá por las mismas razones por las que su mentor e íntimo amigo Ronny Aleaga, alias El Ruso, hombre de Jordán y Norero, prófugo de la justicia, llegó a sentarse en el sillón de presidente del poder Legislativo. 

El honorable asambleísta Tilín dirige la Comisión de Fiscalización porque así es el noboísmo: confía en esa gente. Tilín, Bellito, el Gran Tetón… En la trágica historia de la corrupción hospitalaria, que ha causado más muertes que Fito y Rasquiña juntos, ellos son ahora los dueños de la moral. Los que pontifican sobre la culpa de los otros. Los que trazan el mapa de la corrupción de los hospitales públicos excluyéndose a sí mismos de esa historia. Los que pretenden contarle al país cómo ocurrieron las cosas.

Tilín lleva las de ganar: como presidente de la Comisión de Fiscalización por la bancada oficialista, dirige el remedo de proceso de control político con el cual pretende cubrirse las espaldas. Señalado por el Tetón como uno de los actores más importantes del esquema corrupto, Tilín no se da por enterado y continúa representando el papel (que no le queda) de juez probo.

DANIEL SALCEDO ENTREGÓ DOCUMENTOS A FERDINAN ALVAREZ
El abogado de Daniel Salcedo acudió con las carpetas a la mesa de Fiscalización.CORTESÍA: @FerdinanAZ87

Este miércoles, la legisladora correísta Ana Herrera le pidió (con la boca llena de razón) que diera un paso al costado. Usted, le dijo, ha sido mencionado por uno de los testigos (el Tetón) como parte de la trama corrupta que se investiga. Tiene, por tanto, un conflicto de interés. En consecuencia, lo que corresponde es que se retire de esta investigación, porque “no se puede ser juez y parte”.

La respuesta de Tilín ante tan razonable observación fue, simplemente, un alucine. “Los invito a someternos al polígrafo”, dijo citando a su antiguo líder, el expresidente prófugo Rafael Correa. Y, como él, pasó a victimizarse: “¿Sabe quién se ha visto afectada aquí?”, preguntó: “la imagen de una familia”. La suya, por supuesto. “Y por esa familia seguiré luchando”. Luego zanjó la cuestión con un razonamiento inapelable. “Si yo tuviera un conflicto de interés -dijo-no hubiera sido tan gil de haber iniciado (este proceso de fiscalización). Y segundo: si lo tuviera, yo mismo hubiera dado un paso al costado porque era lo ético, lo moral”.

Una maravilla Tilín: “no hubiera sido tan gil”, proclama. Es decir, pone su inteligencia como testigo. Ya sabrá cada quién cómo valorar semejante prueba.

¿Qué hace Ana Herrera ante semejante babosada?

Consciente del rabo de paja que adorna a todo correísta (al fin y al cabo, el sistema de contratación pública que permite la corrupción en las compras públicas de los hospitales lo patentó su gobierno), ella arruga: “Si en algún momento esto pone en riesgo el proceso de fiscalización -dice, como si no lo estuviera poniendo ya, y dejando la solución del conflicto de interés para un hipotético futuro- ojalá sea usted mismo el que dé un paso al costado”. Crecido ante semejante capitulación, Tilín proclama: “Tiene usted no sólo mi palabra, tiene la certeza de lo que le estoy diciendo”.

Así las cosas, la corrupción del sistema de compras públicas en los hospitales terminan pareciendo una revelación de quienes la perpetraron: Bellito, Tilín, el Gran Tetón… Cosa que debe sonar como música para los oídos de quienes, de una manera u otra, se hicieron de la vista gorda ante las evidencias indiscutibles de esa corrupción y que, durante los últimos años, se hicieron los suecos ante lo que todo el mundo sabía: los ministros de Salud que conocían perfectamente lo que ocurría en los hospitales; los presidentes de directorio del IESS (Wated, Ortega, Peña…) que fueron advertidos de mil maneras y siempre, sistemáticamente, miraron para otro lado . 

En octubre del 2023, Ferdinan Álvarez oficializó su salida de la Revolución Ciudadana y pasó a formar parte de ADN.

ADN y el costo político de defender a Ferdinan Álvarez en la Asamblea

Leer más

La supuesta fiscalización de Tilín tiene el mérito de dejar incólumes a todos, razón suficiente para pronosticar que seguirá su curso sin que nadie lo moleste. Tilín no incordiará a nadie, ese es su mérito. Pero basta con regresar a ver los archivos de la Comisión Nacional Anticorrupción (CNE) para advertir que aquí hay una conspiración para ocultarlo todo. Porque lo que Tilín, Bellito y el Tetón pretenden hacer pasar ahora por revelaciones (y cierto es que aportan documentos y contratos que habrá que valorar) no era un secreto para nadie

En noviembre de 2019 la CNA presentó una denuncia documentada sobre las irregularidades en la compra de medicinas en el Teodoro Maldonado Carbo y en el Hospital de Los Ceibos; en agosto de 2022 el mismo organismo de la sociedad civil entregó al ministro de Salud de aquel entonces, José Ruales, una investigación sobre la participación de siete grupos proveedores de medicinas en una trama de corrupción con el sistema de compras públicas; en junio de 2024, los integrantes del CNA se reunieron con el presidente del directorio del IESS, Eduardo Peña, para abundar en detalles (documentos en mano) sobre el mismo tema…

¿Acaso es una novedad lo que nos viene a contar ahora Bellito, Tilín y el Gran Tetón?

En absoluto. Lo que pasa es que ahora esa misma información, por todos conocida, viene aderezada con el morbo de que se trata de delincuentes consumados. Y Tilín, que no está catalogado como tal, sabe aprovechar las circunstancias. Probablemente sea el peor de todos.

¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!