
Protección de Coca Codo Sinclair: ¿Qué obras frenan la erosión del río Coca?
Obras provisionales y permanentes han logrado desacelerar el avance de la erosión que amenaza a la central
La central hidroeléctrica Coca Codo Sinclair enfrenta desde 2020 la amenaza de la erosión regresiva del río Coca, un fenómeno geológico único en el mundo. Este proceso comenzó tras el colapso de la cascada San Rafael y avanza aguas arriba, poniendo en riesgo la captación de agua que alimenta a la principal planta generadora de electricidad del país.
Para enfrentar este peligro, el Ministerio de Energía y Minas y la Corporación Eléctrica del Ecuador (CELEC EP) conformó la Comisión Ejecutora Río Coca. Esta instancia se encarga de realizar estudios científicos y ejecutar intervenciones para frenar el avance del desgaste del cauce y preservar la vida útil de la central.
Acciones temporales y definitivas
Entre las obras temporales aplicadas están la instalación de muros de rocas de gran tamaño, estabilización de taludes y desvíos parciales del río. En paralelo, se desarrollan obras permanentes con asesoría del Cuerpo de Ingenieros del Ejército de Estados Unidos (Usace).
El plan incluye una estructura subterránea de 279 pilotes finalizada en 2023, un dique permeable con un avance del 60 %, un vertedero escalonado en etapa de estudios y futuros desvíos del río hacia formaciones rocosas resistentes.
Avances en la protección
La Etapa 0, construida a 1,2 kilómetros aguas abajo de la captación, consta de pilotes de 24 metros de profundidad que actúan como barrera contra la erosión. El dique permeable, reforzado con rocas de gran tamaño, busca reducir la fuerza del agua y cuenta con un puente de mantenimiento.
Otras estructuras, como el vertedero escalonado y los desvíos en los kilómetros 3 y 9 aguas abajo, están en análisis para su construcción. Estas intervenciones están diseñadas para disminuir la energía erosiva y prolongar la operación de la hidroeléctrica.
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