El humo negro marcó el final del primer día del cónclave.
El humo negro marcó el final del primer día del cónclave.Captura de video

La primera fumata del cónclave 2025 es negra: no hay papa

Los cardenales reunidos en el Vaticano no alcanzaron un consenso. La fumata negra indica que aún no se elige al nuevo papa

Este miércoles 7 de mayo de 2025 comenzó formalmente el cónclave que definirá al nuevo líder de la Iglesia católica, tras la muerte del papa Francisco. Sin embargo, la primera jornada concluyó sin consenso entre los cardenales, y la tradicional fumata negra que salió por la chimenea de la Capilla Sixtina confirmó que aún no se ha elegido a un nuevo papa.

Sin consenso en la primera jornada del cónclave 2025

Los cardenales entran en cónclave este 7 de mayo en el Vaticano para elegir al sucesor del papa Francisco. Entre ellos, 16 nombres destacan como los más posibles.

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Los 133 cardenales electores reunidos a puerta cerrada en el Vaticano no lograron alcanzar los dos tercios necesarios para designar al sucesor de Francisco, fallecido recientemente, por lo que se espera que el proceso continúe este jueves 8 de mayo, día en el que podrían realizarse hasta cuatro votaciones más.

La atención mundial sigue centrada en la emblemática chimenea de la Capilla Sixtina. Desde el siglo XIX, el humo que emerge de este lugar sagrado es la única señal visible del resultado de cada votación. El humo negro indica que no hay acuerdo; solo cuando se vea humo blanco, se sabrá que el nuevo pontífice ha sido elegido.

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¿Cómo funciona la señal del humo?

Para comunicar el resultado al mundo exterior, los cardenales queman las papeletas de cada votación en una estufa especial instalada dentro de la Capilla Sixtina. Una segunda estufa, conectada a la misma chimenea, añade compuestos químicos para producir el color del humo: negro para una votación fallida y blanco para anunciar al nuevo papa.

Esta práctica se remonta al siglo XIX y fue clarificada oficialmente en el cónclave de 1903, con el fin de evitar confusiones entre los fieles congregados en la Plaza de San Pedro. Desde entonces, la fumata blanca se ha convertido en uno de los símbolos más poderosos de renovación y unidad para millones de católicos en todo el mundo.

Por ahora, la Iglesia y sus fieles deberán esperar al jueves, cuando nuevas votaciones podrían finalmente definir al próximo papa. El mundo estará atento a esa señal en el cielo romano que marcará el inicio de una nueva etapa para la Iglesia católica.

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