Abelardo García Calderón | Cinthya, Cecilia y Susana

Con ese bisturí acerado y fino que es la inteligencia humana, desentrañaron pensamientos, reavivaron ideas
Hace ya días -y para ser exactos, a fin de mostrar evidencia, como está de moda-, el viernes 8 de agosto, puse a consideración de los sectores educativos, la academia, editorialistas especializados, educadores, personas del ámbito cultural en general y amigos, una recopilación de los artículos publicados en esta columna de Diario EXPRESO durante la década comprendida entre los años 2013-2023.
En un ambiente distendido, de reencuentro con viejos compañeros de estudio y colegas, en el que los sentimientos estaban a flor de piel, se dio un acto emotivo, desenvolviéndose el encuentro con una grata concurrencia de gentes a las que apreciamos y que, como nosotros, aman y sienten la educación.
Entre las personalidades asistentes -cuya presencia agradezco-, el programa se centró junto al arte, en tres nombres que, por orden de participación, fueron: Cinthya Game Varas, Cecilia Ansaldo Briones y Susana Loor Baquerizo. Tres mujeres, tres educadoras, tres personajes que, en el manejo del idioma hacen presencia dentro de nuestra comunidad y a quienes hoy agradezco públicamente por sus conceptos y criticidad.
Sabiendo de su conocimiento, de su trayectoria, pedimos el honor de que estuviesen a cargo de la presentación del autor, en el caso de Cinthya, y de cada tomo, en el caso de Cecilia y Susana. Confiábamos en su objetividad, en su honestidad académica, y en el hecho absolutamente claro y conocido de que serían capaces de manera imparcial, de adelantar juicios, de adentrarse en la tarea, sin llevarse por grandilocuencias o halagos superfluos.
Fue una experiencia de aquellas que valen la pena vivir, pues. Con ese bisturí acerado y fino que es la inteligencia humana, desentrañaron pensamientos, reavivaron ideas, introduciéndose al fondo mismo de cada concepto. Como médico legista al realizar un autopsia, nos pusieron a todos de frente y al interior mismo de las ideas, coincidiendo en algunos casos con ellas, enriqueciéndolas en otros, y dejando sentir, pese a todo, el cariño de esa vieja amistad y de tantas historias compartidas.
¡Gracias por estar ahí y por decir lo que dijeron!