
"Ya se van olvidando de mí", Glas sobre su familia y otras frases en su evaluación
En su informe psiquiátrico, el exvicepresidente expresa sentirse como una carga
El informe psiquiátrico más reciente sobre Jorge Glas revela un cuadro emocional deteriorado, marcado por episodios de desesperanza y pensamientos suicidas. El documento, con fecha del 7 de junio de 2025, recoge una de las frases del exvicepresidente, quien al referirse a la presión judicial que enfrenta expresó “prefiero matarme, tanto odio y saña contra una persona, muerto el perro se acabó la rabia”.
El examen médico se realizó en el norte de Quito, donde Jorge Glas permanece recluido temporalmente en la Cárcel 4 para poder asistir de forma presencial al juicio por presunto peculado en el caso Reconstrucción de Manabí. Aunque su estadía en la capital responde a una disposición judicial, su centro de reclusión oficial sigue siendo la cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil.
¿Qué detalla el informe psiquiátrico sobre Jorge Glas?
El informe, elaborado por la perito Ángela Salazar, detalla que Glas presenta un cuadro de depresión grave con alto riesgo suicida. En sus declaraciones, el exmandatario también expresa una visión profundamente negativa de su vida actual: “Súmele a eso lo miserable de mi vida, esto de no ver a los parientes. Me parece que en cierta forma ha sido positivo para ellos, porque ya se van olvidando de mí”.
Además de su crítica situación emocional, Glas revela que actualmente depende de un tratamiento médico costoso: “Se gastan 1.000 dólares mensuales en medicinas, que son pagados por mis compañeros del partido político”. Añade que se siente como una carga, y que es mejor que todos se acostumbren a su ausencia, lo que refuerza aún más su sensación de aislamiento.
Estas expresiones surgen en medio de su cuarto proceso penal. Jorge Glas ya ha sido condenado en tres casos anteriores:
- Odebrecht, por asociación ilícita.
- Sobornos 2012-2016, por cohecho en el entramado de aportes ilegales a campañas.
- Singue, por presunto perjuicio al Estado en la adjudicación de un campo petrolero.

¿De qué trata el caso Reconstrucción de Manabí contra Jorge Glas?
El juicio actual por el caso Reconstrucción de Manabí se centra en el presunto uso indebido de fondos públicos recaudados tras el terremoto de 2016. La Fiscalía sostiene que Glas y el exsecretario Carlos Bernal direccionaron millones de dólares hacia obras que no cumplían criterios de urgencia o reconstrucción, como la vía Manta–Colisa o el parque Las Vegas. El perjuicio estimado supera los 225 millones de dólares.
En medio de este proceso, la defensa de Glas ha denunciado una supuesta persecución política, argumentando que el exvicepresidente jamás manejó recursos ni firmó contratos durante su gestión. “Ahora, caramba, este nuevo juicio… un caso tan burdo y absurdo”, expresa en el informe médico, insistiendo en que jamás gestionó obras ni tuvo relación directa con los fondos.
La Corte Nacional de Justicia decidió no autorizar una segunda evaluación psiquiátrica, considerando suficiente el informe del 7 de junio. En él, además de su estado depresivo, se identifica una simulación parcial, lo que significa que Glas exageraría conscientemente algunos síntomas, aunque conserva su capacidad para asistir al proceso judicial.
Jorge Glas: ¿Fragilidad mental?
Las expresiones de Glas —autodestructivas, desalentadas, casi despedidas— revelan una faceta poco visible del drama personal que atraviesa uno de los personajes políticos más controvertidos del Ecuador. Más allá de lo judicial, las palabras del exvicepresidente abren una ventana a la aparente fragilidad mental de quien fuera uno de los hombres más poderosos del correísmo, hoy reducido a una celda y a pensamientos oscuros que, según él mismo admite, lo acompañan cada noche.