
¿Visita de Kristi Noem a Ecuador perdió efecto tras derrota del Sí en la consulta?
La propuesta del Ejecutivo para permitir bases extranjeras fue rechazada de forma amplia
La visita de Kristi Noem, secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, a Ecuador parecía destinada a reforzar la narrativa del Gobierno sobre la necesidad de ampliar la cooperación en seguridad. Sin embargo, tras el contundente rechazo ciudadano al retorno de bases militares extranjeras, su paso por el país quedó envuelto en dudas y efectos políticos disminuidos.
(Te invitamos a leer: Las preguntas más rechazadas del referéndum: bases militares y Constituyente)
Durante su recorrido por la base aérea de Manta y las instalaciones de Salinas, Noem habló con el presidente Daniel Noboa sobre posibles espacios de coordinación del Departamento de Seguridad Nacional (DHS) para combatir el crimen organizado y mejorar el control migratorio. El Gobierno apostó a presentar estas instalaciones como puntos estratégicos para una mayor cooperación con Estados Unidos, sin describirlas como “bases militares” en el sentido tradicional.
Pero la consulta popular cambió el escenario. La propuesta del Ejecutivo para permitir bases extranjeras fue rechazada de forma amplia, una señal que muchos analistas interpretan como una advertencia sobre los límites de la política de seguridad del Gobierno.

"No elimina la posibilidad de cooperación técnica"
Para Mario Pazmiño, exjefe de inteligencia militar, la derrota del 'Sí' reduce el margen político del Gobierno, aunque no elimina la posibilidad de cooperación técnica. “Lo que se analizaba no era una base militar como tal, sino oficinas operativas para intercambio de información. Esas ya han existido antes y no dependen del referéndum”, señala.
(Te puede interesar: Daniel Noboa viaja a Estados Unidos tras la consulta popular 2025: agenda oficial)
"Toma mayor fuerza y vigencia. ¿Por qué? Porque Homeland Security no tiene relación con el tema de las bases militares. Es otra instancia, con componentes distintos, que también están vinculados a la seguridad, sí, pero no guarda conexión con las bases militares. Eso es un asunto aparte", asegura.
"Vamos a instalar oficinas operativas de Homeland Security. Muchos confundieron esto con la instalación de una base militar, y cuando Cristian Cristi Noen visitó Manta y Salinas, dijeron: ‘Ahí van a hacer las bases’. No. Lo que se estaba revisando eran oficinas operativas de Homeland Security, que no son otra cosa que oficinas migratorias, de control aduanero y portuario, y de inteligencia para amenazas extraregionales", agrega.
Mientras que, Luis Apolinario, analista política, considera que la presencia de Noem buscaba proyectar respaldo internacional a la estrategia de seguridad del Ejecutivo y fortalecer la campaña por el “Sí”. Con el resultado negado en las urnas, ese impulso se diluye.
"La falta de detalles claros sobre el contenido de los acuerdos alimentó la percepción de improvisación, especialmente en un contexto en el que la política de seguridad se encuentra bajo fuerte escrutinio público", concluyó Apolinario.
Para Wagner Bravo, exjefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, tras la derrota del Sí, la visita de Noem no pierde afecto: "No, porque la visita no tiene relación con el establecimiento de posibles bases. Recordemos que el secretario de Estado, Marco Rubio, cuando vino en agosto, dijo que si Ecuador lo solicitaba, ellos lo analizarían", acota.
"La visita puntual a Manta y a esa línea perdió valor, porque no se concretará al no aprobarse la posible instalación de bases. Sin embargo, la relación y la cooperación deben seguir existiendo", señala Bravo.
¿Qué queda en pie?
Aunque la propuesta de reactivar bases militares quedó políticamente enterrada, la cooperación técnica con Estados Unidos sigue siendo posible. El desafío ahora será cómo traducirla en acciones sin sobrepasar el mandato ciudadano expresado en la consulta.
Para Washington, Ecuador sigue siendo un punto estratégico en la lucha regional contra el narcotráfico. Para el país, la pregunta es si podrá sostener alianzas internacionales fuertes sin generar tensiones internas sobre soberanía.
Lo que sí parece claro es que la visita de Noem, que antes del referéndum fue presentada como un gesto de alto impacto político, ahora transita un terreno más discreto y menos decisivo. El valor simbólico se redujo; la utilidad operativa aún está por definirse.
¿Quieres leer EXPRESO sin restricciones? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!