
Otavalo intenta retomar el ritmo tras el paro: ventas bajas y desconfianza
La jornada electoral se inició sin inconvenientes en Otavalo. El comercio todavía está afectado luego de las movilizaciones
La reactivación económica y social en Otavalo avanza con lentitud tras la finalización del paro nacional el pasado 22 de octubre, que se extendió por 31 días y dejó como saldo tres personas fallecidas. Aunque el cantón intenta volver a la normalidad, las huellas del conflicto aún son visibles, especialmente en su principal punto turístico: la Plaza de los Ponchos.
La mañana de este 16 de noviembre, este emblemático mercado artesanal, referente para visitantes nacionales y extranjeros, lucía vacío. Los comerciantes coinciden en que el turismo continúa mermado y que la percepción de inseguridad y violencia generada durante las movilizaciones ha afectado el flujo de visitantes.
Jorge Guagcha, vendedor de ropa y sandalias, relata que la actividad comercial sigue lejos de los niveles previos al paro. Antes, sus ventas semanales alcanzaban los 500 dólares; ahora registra una reducción del 30%. Aun así, se mantiene optimista: “La gente se quedó con la idea de que somos un pueblo violento, pero no es así. Espero que esto mejore”.
La realidad no es distinta para José Antonio Pastiso, quien desde las ocho de la mañana solo había logrado vender una faja. Asegura que las ventas están más bajas que en otros procesos electorales, cuando el movimiento suele incrementarse por la afluencia de votantes.
Un proceso electoral en calma
Pese a la lenta reactivación comercial, las elecciones en las 313 Juntas Receptoras del Voto del cantón se desarrollaron con normalidad. En Otavalo están habilitadas para sufragar 105.000 personas.
Entre los votantes se encontraba Jorge Gualasaqui, quien tardó menos de un minuto en ejercer su derecho en la Unidad Educativa Isaac Barrera. Para él, la movilización fue necesaria: “Era importante que se escuche la voz del pueblo indígena frente al incremento del diésel. No se nos escuchó, pero esas formas de protesta son necesarias”, afirmó. Criticó la gestión gubernamental y considera que el presidente no ha cumplido su palabra y que medidas como el aumento del IVA, no han traído ninguna mejora en la seguridad del país, como lo prometió.

Otros ciudadanos comparten esa visión. Luis Tráves señala que, aunque el paro afectó su economía, apoyó la movilización porque representa la lucha histórica de Otavalo. También cuestionó que el Gobierno haya estigmatizado a los manifestantes: “Nos trataron de terroristas y dijeron que estábamos financiados por la minería ilegal, pero eso no es cierto”.
Bichito Cuascota coincidió en que el Gobierno no ha cumplido con lo prometido y criticó el aumento del IVA y del precio de las gasolinas. Aunque los bonos anunciados por el Estado representan un alivio temporal, señala que no solucionan los problemas estructurales.
Para muchos habitantes, el paro dejó un impacto emocional además del económico. María Guerrero, quien también votó en la Unidad Educativa Isaac Barrera, lo resume así: “Otavalo quedó herido y todavía se está recuperando”.
Mientras tanto, comerciantes y ciudadanos esperan que el turismo regrese, que las ventas mejoren y que la tensión social vaya cediendo para que el cantón recupere la vitalidad que lo caracteriza.
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