Los niños sueñan con un país más seguro y lleno de diversión
EXPRESO invitó a niños de 5 a 10 años a imaginar el país y la ciudad de sus sueños. Muchos coinciden en más parques y más seguridad
En el marco del Día del Niño, un grupo de pequeños llenó de esperanza las instalaciones de Diario EXPRESO con sus visiones y deseos sobre cómo sería el país y la ciudad de sus sueños. Con una energía contagiosa y una perspectiva fresca, estos chiquillos expresaron sus preocupaciones por la inseguridad que afecta al país y no perdieron la oportunidad para pedir más parques y espacios para la diversión.
LOS NIÑOS QUIEREN MÁS PARQUES
Los parques desempeñan un papel fundamental en la vida de los niños, niñas y adolescentes, ya que brindan una amplia gama de beneficios para su desarrollo físico, emocional, social y cognitivo. Estos se convierten en espacios óptimos para el juego.
El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) explica que a través del juego “los niños aprenden a forjar vínculos con los demás, y a compartir, negociar y resolver conflictos, además de contribuir a su capacidad de autoafirmación”.
Sueño con un país libre y feliz, y que los niños puedan ser felices en los parques
Según la Asociación Nacional de Recreación y Parques de Estados Unidos (NRPA en sus siglas en inglés), es recomendable que las comunidades cuenten con al menos cuatro mil metros cuadrados de áreas verdes por cada 1.000 residentes, esto quiere decir un aproximado de un parque por cada mil habitantes. Y que además, estos parques deberían ubicarse a una distancia que se pueda recorrer a pie en 10 minutos desde la mayoría de los hogares.
Por eso, niños y niñas como Luis, Danna, Mía, Mary, Ian y Arianna, que participaron en el encuentro de EXPRESO, compartieron su anhelo de contar con más espacios verdes y recreativos. “Quiero más parques”, fue la voz que los unió.
Sin embargo, en ciudades como Guayaquil, una medición del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) de 2010 indica que la ciudad no alcanza ni los dos mil metros cuadrados por cada mil habitantes.
A mí me gustaría que hubiera muchos parques
LA SEGURIDAD ES UNA PREUCUPACIÓN DE LAS INFANCIAS
La seguridad también se convierte en una preocupación primordial para los más pequeños. Las estadísticas de muertes violentas en edades tempranas reflejan una realidad alarmante. Los chicos revelan su anhelo de vivir en un país donde puedan disfrutar de la infancia sin miedo. Los espacios seguros se convierten en una necesidad esencial para su desarrollo integral. Ellos anhelan correr libremente, jugar con sus amigos y explorar sin preocupaciones.
Por ejemplo, Isabella, de 7 años, dice que quiere poder prender la televisión y que ya no haya tantas noticias de crímenes. “Quiero que cuando vaya a los parques no sienta temor”, expresó. Un sentir parecido tiene Francesca, también de 7 años. Ella quiere que los niños “puedan jugar sin problemas”, refiriéndose al miedo que le contagian los adultos cuando están en los espacios públicos.
Quiero un país donde los niños estén felices y que no pase nada malo
Según los datos de la Policía Nacional, en el año 2022 se observó un preocupante incremento en el número de menores que perdieron la vida debido a actos violentos en Ecuador, superando más del doble la cifra registrada el año anterior, con un total de 192 fallecidos. La situación resulta desgarradora para los niños y adolescentes, quienes deberían gozar de una infancia segura. Uno de ellos es Bruno, de 9 años, quien a su edad, tal como otros niños en Ecuador, corre el riesgo de ser reclutado por alguna organización criminal.
Quiero vivir en un país sin delincuencia y sin guerras
Un estudio sobre violencia, llevado a cabo por la organización benéfica Red del Noroeste, revela que el reclutamiento de menores por parte de grupos delictivos, que han estado en guerra por territorios, ha sido una lamentable realidad desde hace más de una década.
El Gobierno ha buscado formas de atenuar los altos niveles de criminalidad en algunas provincias del Ecuador a través de los estados de excepción. Sin embargo, la militarización de espacios públicos puede generar un impacto negativo en la forma en que los niños y niñas interactúan y se relacionan con su entorno.
Ver con frecuencia a policías y militares fuertemente armados en lugares comunes como centros comerciales y espacios públicos puede generar sentimientos de miedo, ansiedad y desconfianza en los más pequeños.
No me gusta que los policías usen pistolas
LA FELICIDAD Y LA FAMILIA, EL ANHELO COMPARTIDO
Los niños, niñas y adolescentes tienen una necesidad innata de vivir en un entorno que los haga sentir felices y plenos. Así lo asegura Delia Pop, la directora de Programas y Defensa Global en Hope and Homes for Children y presidenta de la red mundial de derechos de los niños que conecta la vida cotidiana de los niños con las Naciones Unidas. “Los niños necesitan un entorno familiar y amigable para su desarrollo”, así lo aseguró, añadiendo que esto permite un crecimiento pleno y armonioso.
Así, los chicos de 5 a 10 años que compartieron sus sueños y su visión de un país ideal con EXPRESO, refuerzan la idea. La felicidad para ellos se encuentra en “tener muchos juguetes, comer muchos dulces y tener a mi familia”, como lo dijo Eduardo, de 5 años.
Quiero ser muy feliz con mi familia, con pizza y dulces
Como él, Mía, Amelia, Samantha, Adriana y Arianna sueñan con un mundo fantasioso, con arcoíris, unicornios, sin tristezas y muchos juguetes, pero siempre acompañados de sus familias. Vivir en familia es reconocido como un derecho humano y como tal, debe garantizarse siempre, así lo asegura la organización Aldeas Infantiles.
Por eso, el Instituto del Niño y Adolescente en Uruguay de Unicef es enfático en asegurar que “el lugar más natural y saludable para el crecimiento, para el desarrollo de un niño o niña es la familia”. Asimismo, los juguetes desempeñan un papel fundamental en el desarrollo y crecimiento de los niños. Estos son herramientas que estimulan su imaginación, creatividad y habilidades cognitivas.
Es así que el sueño de Marie, de 5 años, es que exista un “lugar donde haya muchos juegos”, o como Felipe, que espera que todos los niños puedan jugar siempre y que, además, “haya juguetes en las calles” para que todos los niños y niñas puedan jugar. Además, la distracción con juguetes fomenta la comunicación, la colaboración y el desarrollo de habilidades sociales, ya que con ellos aprenden a compartir, negociar y trabajar en equipo.
Es tiempo de escuchar las voces de los más pequeños, tomar medidas y construir un futuro donde puedan crecer sin miedo, rodeados de parques seguros y el amor y cuidado de sus familias y comunidades.
