
¿Nuevo papa con corazón latino? Cardenales con pasado en América Latina en Cónclave
Varios de los cardenales que podrían suceder al papa Francisco tienen una profunda conexión con América Latina
Desde la selva paraguaya hasta las negociaciones de paz en Colombia, varios de los cardenales que se perfilan como sucesores del papa Francisco tienen una conexión directa con América Latina. El Cónclave que comenzó este miércoles 7 de mayo, en el Vaticano no solo definirá al nuevo pontífice, sino que también pondrá sobre la mesa trayectorias marcadas por una fuerte presencia en la región que representa cerca del 40 % de los católicos del mundo.
La muerte de Jorge Mario Bergoglio, el primer papa latinoamericano, abrió una etapa distinta en la Iglesia. Con ella, surge la posibilidad de que su sucesor también tenga una mirada cercana a los desafíos del sur global. Muchos de los papables, más allá de sus nacionalidades, han vivido, trabajado y acompañado a comunidades latinoamericanas.
Parolin, Prevost y otros nombres con experiencia regional
Uno de los nombres más mencionados es el del cardenal italiano Pietro Parolin, actual secretario de Estado del Vaticano. Su relación con América Latina se remonta a finales de los 80, cuando trabajó en México para restablecer relaciones diplomáticas entre la Santa Sede y el gobierno. En 2009 fue nuncio apostólico en Venezuela, donde participó en complejas negociaciones con la oposición.

Parolin también jugó un rol clave en el proceso de deshielo entre Cuba y Estados Unidos en 2014, y estuvo presente en la firma del histórico acuerdo de paz en Colombia en 2016. Más recientemente, lideró gestiones diplomáticas para la liberación de obispos encarcelados en Nicaragua, en 2024.
Otro papable con una profunda conexión con la región es el estadounidense Robert Prevost. Nacido en Chicago, llegó al Perú como misionero agustino en 1985. Fue formador, obispo y presidente de la Pontificia Comisión para América Latina. Obtuvo la nacionalidad peruana en 2015 y enfrentó de forma decidida la crisis del Sodalicio, lo que reforzó su perfil pastoral y resolutivo.
Una región que deja huella en los cardenales
Desde Canadá, dos cardenales también suman vínculos relevantes con América Latina. Marc Ouellet vivió en Colombia durante más de una década, donde fue docente en seminarios de Bogotá, Manizales y Cali, incluso como rector. Michael Czerny, por su parte, dirigió el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana en El Salvador entre 1989 y 1992, en plena etapa de reconstrucción posguerra.
El filipino Luis Antonio Tagle, con estudios teológicos en Washington, ha forjado una sensibilidad particular hacia los migrantes latinoamericanos en Estados Unidos, a quienes ha acompañado pastoralmente.
En Portugal, el cardenal José Tolentino de Mendonça ha consolidado una estrecha relación con Brasil desde 2009, donde ha sido profesor visitante en universidades católicas, autor de varias publicaciones y distinguido con la medalla Apóstol de São Paulo en 2024. También ha sido reconocido en Argentina con un doctorado honoris causa.
Desde España, Cristóbal López Romero vivió dos décadas en Paraguay, entre 1984 y 2003, como sacerdote salesiano, y luego fue superior provincial en Bolivia. Su trayectoria muestra un profundo conocimiento de las realidades sociales del Cono Sur.
El italiano Matteo Zuppi, actual arzobispo de Bolonia, también ha tenido presencia en América Latina. En 1990 participó en los esfuerzos de mediación por la paz en Guatemala, consolidando su perfil como promotor del diálogo y la justicia.
¿Hacia un nuevo pontificado con raíces latinoamericanas?
La fuerte impronta regional de estos cardenales no es casual. América Latina ha sido históricamente un territorio clave para la Iglesia, tanto por su número de fieles como por su dinamismo social y espiritual.
Con Francisco, se abrió una etapa más empática con los pueblos del sur. El cónclave que se celebra ahora en la Capilla Sixtina podría dar continuidad a ese camino, eligiendo a un papa que no solo hable el idioma de América Latina, sino que haya caminado entre su gente.
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