
La UNE responde al inicio de clases en Sierra y Amazonía: ¿qué dijo la organización?
Más de 120.000 estudiantes pasaron de educación privada a fiscal, reflejo de pobreza creciente
El arranque del año lectivo 2025-2026 en la Sierra y Amazonía estuvo marcado por un acto oficial en la Unidad Educativa Juan Montalvo, en Quito, encabezado por el presidente Daniel Noboa junto a ministros y autoridades. Tras el evento, Andrés Quishpe, dirigente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), dio a EXPRESO una lectura crítica de los anuncios gubernamentales durante el evento y de los desafíos que siguen golpeando al sistema educativo.
Quishpe señaló que el retorno a clases “no solo es un acto administrativo, sino que refleja la realidad económica de las familias, los costos de útiles y uniformes y la precariedad de infraestructura educativa”. La pobreza, advirtió, es la causa principal del abandono escolar y la deserción de miles de estudiantes.
Desafíos económicos y deserción escolar
Según la UNE, más de 120.000 estudiantes migraron de colegios privados a fiscales, un fenómeno que evidencia la creciente pobreza en Ecuador. “Si no vemos la pobreza, no podemos entender la educación”, afirmó Quishpe. El Banco Mundial también advierte que tres de cada diez ecuatorianos están próximos a sumarse a la pobreza.
Quishpe alertó que esta situación obliga al Estado a crear planes de contingencia que garanticen calidad y seguridad en los colegios públicos. “Los padres necesitan certeza de que sus hijos estarán protegidos y recibirán educación de calidad”, dijo.

Infraestructura y ejecución presupuestaria
El representante de la UNE cuestionó la inversión anunciada por la ministra Alegría Crespo. “Se mencionan 43 millones de dólares en infraestructura para este nuevo año lectivo, pero no se especifica dónde ni cómo se ejecutó”, indicó Quishpe.
El dirigente recordó que el último censo educativo evidenció que el 90% de los planteles requieren intervenciones en aulas, patios y laboratorios. “En solo 30 días de vacaciones no es posible ejecutar 45 millones de dólares; la lógica no se cumple y la crisis persiste”, señaló.
Déficit de docentes y concursos limitados
Quishpe también criticó la gestión de plazas docentes. “Se han convocado tres concursos de méritos y oposición con 77.000 elegibles, pero solo se han entregado 437 nombramientos. Hay una mala planificación que afecta áreas clave como inglés, ciencias naturales y sociales”, indicó.
Asimismo, explicó que los sueldos podrían optimizarse redistribuyendo categorías, permitiendo contratar más docentes con recursos existentes. “El Ministerio no aprovecha las partidas disponibles, lo que genera vacíos en educación básica y bachillerato”, añadió.
Seguridad y plan “Nos Cuidamos”
En cuanto a seguridad, Quishpe advirtió que la presencia policial y el plan Nos Cuidamos no abordan la prevención integral. “Los riesgos psicosociales que presentan son 10 : violencia física, sexual, digital, psico´lógica, trabajo infantil, embarazo adolescente, desapariciones, acoso escolar, suicidios y consumo de drogas, Sin embargo, sin políticas sociales, los documentos ministeriales sobrecargan al docente”, explicó.
Para esto, Quishpe hizo un llamado a la unidad: “Unámonos pedagogos, tecnócratas, técnicos, administrativos, funcionarios del ministerio público y hagamos una escuela para padres. Les dimos unos lineamientos, entre ellos cómo generar disciplina sin violencia. Porque si en un hogar hay violencia, el niño o la niña traslada esa violencia al plantel educativo. Por eso, papá y mamá deben aprender a formar disciplina sin recurrir a la agresión, en una sociedad que está normalizando la violencia”.
El dirigente añadió que el segundo eje planteado para la escuela para padres es cómo enfrentar la narcocultura. “El prestigio del delincuente no puede convertirse en referente social. Hay que construir un nuevo horizonte de valores que reconozca el esfuerzo, la honestidad y el respeto, porque no hay otra forma de contrarrestar esa influencia que penetra en los barrios y en las aulas”, sostuvo.
Finalmente, Quishpe cuestionó la falta de respuestas del Gobierno en esta materia: “No existe ni de fondo ni de forma la intención política de enfrentar la inseguridad y las violencias. Y es necesario entender que una cosa es la inseguridad y otra son las múltiples violencias que afectan a los estudiantes, desde la doméstica hasta la que se vive en las calles”.
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