
La historia de María Rebeca Morocho Sisalema, la mujer indultada por Daniel Noboa
María Morocho fue indultada por el presidente Daniel Noboa tras haber sido sentenciada por el delito de estafa
María Rebeca Morocho Sisalema, de 38 años, fue sentenciada en junio de 2024 por el delito de estafa. La condena impuesta por la justicia ecuatoriana fue de cinco años de prisión, una multa equivalente a 12 salarios básicos y la obligación de pagar $3.000 como reparación integral a la víctima. Su caso se desarrolló en la provincia de Chimborazo, donde residía y donde también cumplió su condena en el Centro de Rehabilitación Social Número 3.
Lo que hizo singular su proceso fue que, antes de ingresar a prisión, Morocho ofreció disculpas públicas en una asamblea comunitaria de su parroquia, gesto que fue considerado por su defensa como una muestra de arrepentimiento genuino y reparación simbólica. Además, según consta en el expediente judicial, la reparación económica fue cancelada en su totalidad en 2021, cuando el proceso aún se encontraba en apelación.
Durante su tiempo en prisión, Morocho participó en talleres de panadería, completó un curso de gestión financiera básica y colaboró con labores administrativas del centro. El Servicio Nacional de Atención a Personas Privadas de Libertad (SNAI) reportó que no incurrió en ninguna infracción disciplinaria.
El Decreto Ejecutivo 119
El 12 de septiembre de 2025, el presidente Daniel Noboa firmó el Decreto Ejecutivo 119, mediante el cual concedió el indulto presidencial a María Rebeca Morocho Sisalema. La decisión se basó en un informe favorable del SNAI, remitido en agosto de 2024, que destacaba la buena conducta de la interna y el cumplimiento de sus obligaciones legales y morales.
La Dirección de Representación Jurídica de la Presidencia respaldó el indulto al constatar que Morocho había cumplido con todos los requisitos establecidos por el Código Orgánico Integral Penal (COIP), artículo 704: arrepentimiento, reparación del daño y ausencia de faltas disciplinarias. Además, su delito no está dentro de los excluidos por la ley, como genocidio, tortura o desaparición forzada.
El indulto presidencial es una facultad contemplada en el artículo 147, numeral 13, de la Constitución del Ecuador. Permite al jefe de Estado extinguir o reducir una pena, sin que ello implique anular la culpabilidad. En este caso, el decreto produce la extinción de la pena privativa de libertad, pero no borra los antecedentes penales ni elimina las sanciones económicas ya impuestas.
El caso de Morocho se suma a otros indultos otorgados por el presidente en 2025, como el de un joven que atropelló a presuntos delincuentes en Guayaquil y fue enviado a prisión. Desde el Gobierno, se ha defendido la medida como parte de una política de “humanización del sistema penitenciario”, que busca reconocer el arrepentimiento y la reparación como elementos válidos para la reintegración social.
“El informe demuestra que la beneficiaria ha cumplido con sus obligaciones legales y morales”, señaló la Presidencia en la motivación del decreto.
¿Qué sigue para María Rebeca Morocho tras el indulto?
Tras la firma del decreto, Morocho abandonó el Centro de Rehabilitación Social de Chimborazo n.º 3 el mismo 12 de septiembre de 2025. Aunque libre, deberá mantener una conducta ajustada a la ley y no podrá borrar sus antecedentes penales. Tampoco queda exenta de las sanciones económicas, aunque en su caso ya fueron cumplidas.
El indulto no implica una declaración de inocencia, sino el perdón de la pena privativa de libertad. Morocho podrá retomar su vida fuera de prisión, pero bajo el compromiso de no reincidir y de continuar con su proceso de reinserción.
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