
Jubilados denuncian crisis en hospital del IESS en Cotopaxi
Los jubilados de Cotopaxi exigen mejoras urgentes en el servicio de salud del IESS
Los jubilados alzan la voz y exigen ser escuchados. Esta semana, en la que se conmemora un aniversario más de la fundación de la Confederación Nacional de Jubilados, representantes de este sector en Cotopaxi iniciaron una jornada de movilización que puso en evidencia múltiples deficiencias en el servicio de salud del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS).
Rosa Sánchez, vocera provincial de los jubilados, encabezó una rueda de prensa donde expresó la indignación del gremio por el trato recibido en el Hospital General del IESS de Latacunga. “Hoy iniciamos nuestras fiestas, pero también nuestras luchas”, manifestó Sánchez. “El hospital está descuidado, no tiene dirección estable, no hay medicamentos y, lo peor: sufrimos maltrato desde la entrada hasta la atención médica. Pedimos respeto”, exigió.
Sánchez hizo un llamado al gobernador de Cotopaxi para que intervenga ante lo que considera un abandono institucional. “La actual administradora del hospital no tiene respaldo legal para estar en funciones. Está arrogándose facultades sin cumplir los procesos administrativos. Exigimos su salida inmediata”, añadió.
Wilson León, también jubilado, expresó su preocupación por la calidad de los servicios de salud que reciben. “Nuestro hospital debería estar a la altura de una capital provincial, pero nos derivan a lugares como Píllaro o La Maná, donde la infraestructura y los servicios no son suficientes. No es justo que, con tantos años de aportes, no tengamos atención médica de calidad. Es una burla al ciudadano, al pensionista”, se quejó.
Jubilados denuncian anomalías
León denunció que un tomógrafo nuevo, recientemente instalado, solo estaría funcionando para exámenes básicos como radiografías. “Un tomógrafo debe servir para diagnósticos complejos, como cerebrales o hepáticos. Aquí apenas está operativo a un 20 %”, afirmó.
Fernando Segovia, integrante del Comité de Usuarios del Hospital del IESS, reforzó las denuncias asegurando que las anomalías detectadas son múltiples. “Hay irregularidades administrativas que están plenamente documentadas. La actual administradora no ha hecho una rendición de cuentas adecuada. No hay médicos suficientes, ni equipos, ni medicamentos. La rendición de cuentas que presentó es una farsa”, aseguró.
Segovia añadió que la atención de emergencias también es deficiente. “Ni siquiera en situación crítica se garantiza una atención mínima. Los equipos no funcionan. Los turnos se entregan para meses después y los exámenes deben realizarse en consultorios privados cercanos, muchas veces operados por los mismos médicos del hospital”.
El comité también denunció que algunos equipos, como los medidores de glucosa, están mal calibrados, generando diagnósticos erróneos de diabetes, lo que ha obligado a pacientes a pagar por exámenes externos. “Estamos recogiendo firmas y enviando oficios al presidente de la República. No se trata de un capricho, se trata del derecho a una vejez digna”, enfatizó Sánchez.
Frente a esta situación, EXPRESO solicitó una entrevista con los directivos del centro hospitalario para conocer su postura y las acciones que tomarán frente a estas denuncias, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta.
El gobernador de Cotopaxi, Nelson Sánchez, por su parte, se refirió al tema y contestó algunas inquietudes, asegurando que se están llevando a cabo procesos de evaluación institucional. “Hemos cambiado al presidente del directorio nacional del IESS y estamos revisando la gestión de todos los administradores. La casa de salud ha recibido un millón de dólares adicionales para equipamiento, y contamos con nuevos aparatos como ecógrafos y mamógrafos”, dijo.
El gobernador reconoció, sin embargo, que las denuncias deben ser tomadas con seriedad. “Vamos a verificar cada queja. No podemos tolerar el maltrato. Es evidente que, desde el ingreso, la atención no es adecuada. Estos hechos refuerzan la necesidad de una evaluación integral del personal”. Respecto al tomógrafo, aseguró que el equipo está funcionando y fue verificado durante la rendición de cuentas. No obstante, se comprometió a revisar nuevamente su operatividad tras las denuncias.
Sánchez también explicó que el sistema enfrenta presiones presupuestarias. “Tenemos 62.000 afiliados activos, pero más de 148.000 beneficiarios. Esa desproporción genera una carga enorme para el IESS. Aun así, estamos gestionando mejoras. Se instalarán mesas técnicas en tres meses para revisar todo el sistema del seguro social”.
Los jubilados de Cotopaxi no descartan nuevas acciones si no se atienden sus reclamos. “No pedimos privilegios, pedimos trato humano”, reiteró Rosa Sánchez. (GT)
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