
Gobernabilidad de Noboa: el futuro no pinta tan bonito en la Asamblea Nacional
Es muy probable que el presidente se haya adelantado en cantar victoria: la tal gobernabilidad no parece fácil de conseguir
Es muy posible que en un futuro no tan lejano, el presidente Daniel Noboa se lamente de haber escrito el mensaje que puso el miércoles 14 de mayo en su cuenta de X, felicitando a su asambleísta Niels Olsen, que fue elegido como presidente de la Asamblea Nacional. “La Asamblea dejará de ser un freno para ser un motor”, dijo Noboa en un mensaje en el que da a entender que con lo ocurrido en la sesión inaugural de la Asamblea, se inicia un etapa de gobernabilidad en el país. “Tenemos la oportunidad histórica de darle gobernabilidad a un país que no la ha conocido en mucho tiempo. Ahora todos a trabajar”, escribió en el colofón de su mensaje.
Noboa quizá llegue a pensar que se adelantó demasiado en dar por sentado que su gobierno ha logrado la mayoría estable y confiable que le garantice lo que puso en el mensaje: la gobernabilidad. Y es que la realidad no fue tan bonita como pintaba cuando se eligió con 80 votos a Olsen y luego, con 79, a Mishel Mancheno como primera vicepresidenta. Los problemas comenzaron cuando se procedió a votar por la segunda vicepresidencia: la bancada del gobierno mocionó al asambleísta José Luis Nango, de Pachakutik, pero no pudo ser nombrado porque faltaron los votos de sus compañeros de bancada que, se supone, son aliados del gobierno en esta Asamblea y con cuyos votos se logró elegir a Olsen y Mancheno.
Ante ese fracaso, el gobierno volvió a mocionar a alguien de Pachakutik, en este caso a Carmen Tiupul. Nuevamente, en la misma bancada de Pachakutik no hubo todos los votos a favor de su compañera y no se llegó a los 77 de ley. Fue ahí cuando se bloqueó la elección del segundo vicepresidente de la Asamblea. Desconcertado, Olsen decidió suspender la sesión. Cuando pasadas las 15:00 se reinstaló, ya no se continuó con esa elección sino con la de los miembros del Consejo Administrativo Legislativo (CAL).
¿Noboa podrá contar con la mayoría confiable?
Lo ocurrido demuestra que están equivocados todos los pronósticos pronunciados en los discursos de que esta Asamblea será distinta a las anteriores porque no habrá extorsiones al Ejecutivo. Por el comportamiento de Pachakutik quedó en claro que el gobierno de Noboa no podrá contar con la mayoría confiable que anhelaba, sino que tendrá en esa bancada un constante factor de negociación y de incertidumbre. Algo así como lo que le ocurrió a Guillermo Lasso en su malograda presidencia o al mismo Noboa en el primer año de su anterior mandato.
Ambos sufrieron los límites que les impuso precisamente la bancada de Pachakutik, que ya es conocida por no ser un aliado legislativo incondicional y mucho menos confiable. Precisamente cuando se suponía que al menos 6 de los 9 asambleístas de Pachakutik iban a dar sus votos al gobierno en la sesión inaugural, esto no ocurrió. A la salida de la sesión, la legisladora Mariana Yumbay, de esa bancada, dijo que se investigará la división en Pachakutik y que el hecho de que no hayan dado todos sus votos por Nango o Tiupul significa que no están ni con el gobierno ni con el correísmo. Sus declaraciones dejaron en claro que los votos de Pachakutik estarán en subasta permanente: ya sea para el gobierno o ya sea para el correísmo.

La sesión, en efecto, arrancó como si fuera el prólogo de una mayoría en la que el gobierno podría confiar tranquilamente. Si bien Olsen fue elegido presidente por 80 votos (es decir apenas con 3 más de los 77 que necesitaba) y Mishel Mancheno con 79 (solo dos más de los necesarios), lo ocurrido es un campanazo de los riesgos que se pueden venir en el futuro para Noboa. Es evidente que la bancada de gobierno de ADN y su socio el Partido Social Cristiana van a necesitar al menos seis votos de otros sectores para aprobar leyes.
Pero el episodio de Pachakutik no vaticina necesariamente el fracaso del gobierno para conseguir la soñada mayoría. Poco antes de instalarse la sesión, el asambleísta Raúl Chávez del movimiento RETO, que fue parte del correísmo en las elecciones, anunció que al menos 17 legisladores de la bancada de la Revolución Ciudadana serían parte de lo que llamó la “bancada de la gente”. Se trata de un posible bloque articulado alrededor de RETO, el movimiento del alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez.
Aquí podría estar la fuente de los votos faltantes para la mayoría y conseguir la gobernabilidad de la que habla Noboa. Sin embargo, esta posibilidad tampoco tiene la incondicionalidad deseada. Aquiles Álvarez tiene un grave problema legal por las denuncias hechas por el gobierno por contrabando de combustibles y no sería sorpresa que negocien votos a cambio de presiones del gobierno ante el sistema judicial o la Fiscalía.
Lo de Pachakutik es el corolario para lo que parecía ser la sesión inaugural perfecta. Una sesión que arrancó con un excelente discurso de la madre del presidente Noboa, Annabella Azín, quien por ser la asambleísta más votada presidió la mesa de instalación, y con el inocultable optimismo de Olsen y los suyos.

No todo lo que brilla es oro y es muy probable que Noboa se haya adelantado en cantar victoria: la tal gobernabilidad de la que él habló en su mensaje de X no parece que venga garantizada, ni que sea tan fácil de conseguir. Tendrá que hacer favores y concesiones.
Aún está lejos de ser realidad eso de que esta Asamblea será distinta, como aseguraron Annabella Azín y Niels Olsen.