
Autogeneración eléctrica abre espacio a nuevas ofertas en el mercado de Ecuador
Wärtsilä Ecuador inauguró un centro de capacitación en Quito. La firma ofrece soluciones para industriales
Wärtsilä Ecuador inauguró su centro de innovación y capacitación en sus instalaciones, en Tababela, Quito. Este es el tercero en América y el décimo primero en los 180 países donde funciona la empresa de origen finlandés. Actualmente, tiene instalados en el país 420 megavatios, lo que significa unos 80 motores repartidos en campos petroleros, incluidos los de Petroecuador (Petroamazonas), y otros grandes consumidores.
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Según el gerente general de esta firma, Gonzalo Granda, “el potencial existe más allá del centro de capacitación. Es más bien el mercado eléctrico que nos habilita a que instalemos más potencia. Tenemos expectativas de lo que plantee el Gobierno y los industriales en su solución energética para nosotros entrar ahí a lo que sabemos hacer, que es la fabricación de equipos, utilizando diversos tipos de combustible. Esa es la expectativa en Ecuador”.
¿Por qué el país se volvió un mercado atractivo en este rubro?

Tras el Decreto Ejecutivo n° 32 del presidente Daniel Noboa, Ecuador se ha vuelto un mercado atractivo para los proveedores de generación de eléctrica. Ese documento exige a los grandes consumidores instalar equipos para generar su propia energía en un plazo de 18 meses, a partir de junio de 2025. Estas industrias se dividen en dos segmentos de consumo: AV1 y AV2.
El primero reúne a aquellos que se conectan a la red de alto voltaje de entre 40 kilovoltios (kv) y 138. Mientras que el grupo AV2 incluye a los que operan con voltajes superiores a 138 kv. En estos segmentos se encuentran, por ejemplo, mineras a gran escala, cementeras, siderúrgicas, petroleras y acereras.
El Decreto que tiene el objetivo de reducir la presión sobre el sistema eléctrico nacional y mejorar la seguridad energética cuando hay déficit o sequías, señala que, durante esos períodos o cuando haya racionamientos de energía, el Operador Nacional de Electricidad (Cenace) desconectará a esas empresas del sistema nacional. Por otro lado, si las industrias generan más energía de la que necesitan, podrán venderla al Estado, según la regulación de la Agencia de Regulación y Control de Electricidad (Arconel).
Los motores y la capacitación
Esta empresa tiene en su catálogo motores que pueden ofrecer energía suficiente para cubrir un barrio de hasta 3.000 habitantes. Según sus directivos, un campo petrolero ocupa seis motores a gran escala de este tipo para poder producir alrededor de 42.000 barriles por día.
Granda señala que se trata de equipos que no se usan para emergencia, como aquellos que se colocan en la planta baja de un edificio cuando no hay luz, sino que se ofertan a industriales para que generen su propia energía. Su ‘utility skill’ es que como un motor de gran tamaño, puede proveer de energía a la red pública, a través de un proyecto de generación de varios cientos de megavatios en una empresa dedicada al ramo, por ejemplo.
Los motores de Wärtsilä en Ecuador usan combustible líquido, que es pesado y es un residual. Granda señala que es una de las soluciones más costosas, por lo que un proyecto con un solo motor tendría un costo de aproximadamente 9 millones de euros ($ 10,5 millones).
Los motores que ofrece esta firma tienen capacidad para generar desde 5 megavatios (MW) hasta 22 (MW).
Edwin Freire es el gerente de entrenamiento y señala que este proceso se divide en dos fases, una virtual y una presencial. La segunda dura cinco días en jornadas de 09:00 a 16:00, en grupos de 10 personas. Estas capacitaciones están dirigidas a personal de la empresa y a clientes locales y del extranjero. Aunque la inauguración se realizó este 20 de agosto de 2025, los entrenamientos arrancaron en junio y, hasta el momento, han pasado por el proceso unas 200 personas.
Las clases se imparten sobre el modelo Vasa 32 y también se cubre el Wärtsilä 32. Además de un trabajo sobre un equipo real, se cuenta con tecnología de impresión 3D en tamaño real de las piezas, para facilitar el manejo, pues cada una puede ser muy pesada. Por ejemplo, una culata puede alcanzar un cuarto de tonelada. Además, se dictan clases con realidad virtual.
¿Hay un acercamiento con el Estado?
Según Granda, la empresa se limita a su giro de negocio, que es la fabricación de equipos y si el Gobierno quisiera adquirirlos, debería diseñarse, además, un plan para transportarlos, instalarlos y ponerlos a funcionar, “que es otro alcance”. “Nosotros, como fábrica, lo que demandaríamos y lo que no ha existido hasta el momento, es que haya una garantía de pago. En realidad, hemos seguido muchos de los proyectos que nosotros hemos visto y concursado y el Gobierno no ha podido entregar una garantía de pago, como es muy común en los contratos de comercio internacional”, dice.
El ejecutivo señala que sin ese mecanismo, normalmente las empresas no toman el riesgo. Agrega que estos equipos son hechos a la medida y se estudian varios factores del lugar donde serán instalados. El motor viene preparado exactamente para la frecuencia en la que trabajará y el montaje en el que va a funcionar, las maniobras eléctricas que puede desarrollar, “de tal manera que si se nos cancela o no nos pagan, nosotros no hacemos mucho con ese equipo, no va a ser muy difícil que coincida para cualquier otro proyecto en otra parte del mundo. Entonces claro, para meternos en una producción de 10 millones de dólares, necesitamos una garantía”.
Esa fue una de las razones por las que no participaron en los concursos para cubrir la emergencia del sector eléctrico del año pasado. Además, Granda explica que las condiciones eran difíciles de cumplir desde un inicio, porque en seis meses no podían cumplir, así que se excusaron.
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