
Solano: “Un 90 % de bananeros de El Oro a la deriva frente al R4T”
Gremio advierte que la mayoría de productores carecen de información
La confirmación oficial de la presencia del hongo fusarium Raza 4 Tropical (R4T) en Ecuador ha encendido las alertas en el sector bananero, especialmente en la provincia de El Oro, donde se concentra una de las mayores zonas productivas del país. Sin embargo, para los productores, la declaratoria de emergencia fitosanitaria llega tarde y sin acciones claras.
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Así lo advirtió Segundo Solano, dirigente de la Asociación de Bananeros de El Oro (ABO), quien cuestionó la forma en la que las autoridades han manejado la información y la respuesta frente a una amenaza que, según señaló, se conocía desde hace más de tres meses.
“El manejo ha sido irresponsable. Aquí lo que exigimos es que se informe y se tomen medidas reales. La declaratoria de emergencia, por sí sola, no tiene asidero si no se dice qué se va a hacer de inmediato y qué se le va a dar al productor para que pueda trabajar”, sostuvo.
Solano recalcó que el sector no está pidiendo subsidios ni regalos. “No queremos que nos regalen nada, pero sí líneas de crédito con intereses bajos para programas de bioseguridad”, afirmó.
El dirigente también cuestionó la falta de transparencia sobre el alcance real de la enfermedad. “Primero se hablaba de una finca de seis o siete hectáreas y ahora aparecen 28 fincas en distintas localidades. Eso es gravísimo, no es cualquier cosa”, señaló.
EXPRESO solicitó el pasado 23 de diciembre una entrevista a Agrocalidad, para conocer detalles sobre la ejecución de un plan nacional de acción, sobre todo en esta provincia, una de las más vulnerables por su estructura de producción: Más del 90 % está en mano del agricultores pequeños. Sin embargo, aún se espera una respuesta.
En El Oro existen entre 3.400 y 3.500 productores bananeros, pero según ABO, la gran mayoría no ha recibido ninguna orientación oficial para enfrentar el fusarium R4T. La respuesta institucional, dijo Solano, ha sido prácticamente inexistente en territorio. Añadió que algunos agricultores, por cuenta propia, han implementado prácticas básicas de bioseguridad, aunque sin asesoría técnica adecuada.
Solano indicó que, en su caso, ha trabajado desde hace más de seis meses en el uso de materia orgánica y microorganismos, pero aclaró que estas acciones no fueron promovidas ni recomendadas por Agrocalidad u otra entidad estatal.
La gravedad de la situación se refleja en las cifras que maneja ABO. Según Solano, apenas un 10 % de los productores ha tomado algún tipo de medida preventiva frente al fusarium R4T, mientras que el resto está completamente expuesto.
El dirigente explicó que algunos agricultores han colocado cal en las entradas de las fincas o han improvisado controles, pero reconoció que muchas de estas acciones no son suficientes ni técnicamente efectivas.
Armando Ortiz, pequeño productor de Machala, explica que la falta de capacitación y acompañamiento técnico agrava el riesgo de propagación del hongo, considerado el más letal para la industria bananera a nivel mundial.
🤝 La bioseguridad es responsabilidad de todos. Productores, trabajadores y visitantes juegan un rol clave en la prevención del #FocR4T.
— Agrocalidad (@AgrocalidadEC) December 25, 2025
☝️ Implementa medidas de bioseguridad para proteger el trabajo, la producción y la sanidad del país.#JuntosContraFocR4T pic.twitter.com/4ii4U9rNDw
La contención es difícil
El exministro de Agricultura y experto en temas bananeros, Alfredo Saltos Guale, advierte que el control del Fusarium R4T es prácticamente imposible en provincias como El Oro, donde predominan pequeños productores sin infraestructura adecuada. Señala que la falta de delimitación de fincas, el uso compartido de agua de riego, cuadrillas y caminos facilita la propagación del hongo.
Saltos explica que, aunque la desinfección de personas, calzado, vestimenta y vehículos puede reducir el riesgo de ingreso del patógeno, estas medidas no garantizan detener su avance. Una vez que la enfermedad está presente en una finca, no existe tratamiento químico ni físico efectivo para erradicarla.
El experto sostiene que la quema de plantas, aplicada por el Ministerio de Agricultura en zonas donde se detectan focos, solo sirve para eliminar puntos visibles de infección, pero no frena la expansión del hongo. A su criterio, el Fusarium ya estaba presente en el país desde hace años, debido a la cercanía con países vecinos donde la enfermedad está establecida.
Además, cuestiona la falta de apoyo real a los pequeños productores, al señalar que solo un porcentaje mínimo aplica protocolos de bioseguridad, mientras la mayoría enfrenta la amenaza sin recursos ni asistencia técnica suficiente. Considera insuficiente y “ridícula” la asignación presupuestaria destinada a enfrentar la crisis.
Saltos enfatiza que la única salida de fondo es la investigación y adopción de variedades resistentes, un proceso que requiere tiempo, inversión y voluntad política. Advierte que el avance del invierno podría agravar el problema y pone en riesgo miles de empleos y una de las principales fuentes de divisas del país.
Urgen créditos
Para ABO, la declaratoria de emergencia debe traducirse en acciones concretas. Entre las principales demandas del sector está el acceso inmediato a créditos blandos a través de BanEcuador, sin trámites complejos ni exigencias que resulten imposibles para pequeños productores.
También pidió que el Estado priorice la asistencia técnica directa en las fincas, especialmente para los pequeños productores, que son los más vulnerables ante la enfermedad.
“El trabajo debe ser real, en territorio, no desde el escritorio. Hay que asesorar y acompañar”, agregó.
Solano consideró, además, que la Asamblea Nacional debería llamar a los responsables de lo que calificó como una omisión grave, debido al tiempo transcurrido entre la sospecha inicial y la confirmación oficial del fusarium.
Los países afectados
Ecuador se convirtió recientemente en el cuarto país sudamericano en confirmar la presencia del fusarium Raza 4 Tropical, luego de que Agrocalidad detectara el patógeno en una finca de siete hectáreas en el cantón Santa Rosa.
La emergencia fitosanitaria fue declarada por seis meses, casi tres meses después de que el Ministerio de Agricultura y Ganadería anunciara el envío de muestras a laboratorios de Sudáfrica para confirmar la sospecha hecha pública el 22 de septiembre por el entonces ministro Danilo Palacios.
Antes de Ecuador, Colombia detectó el fusarium R4T en 2019, Perú en 2021 y Venezuela en 2023. La enfermedad es considerada una de las mayores amenazas para la sostenibilidad del banano, principal producto de exportación agrícola del país.
La experiencia de Colombia es vista por el sector como un referente de contención efectiva. Tras confirmar el primer caso en agosto de 2019, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA) activó protocolos de emergencia de forma inmediata.
Actualmente, el fusarium R4T se mantiene bajo control en 17 fincas, y el 98 % del territorio colombiano permanece lbre del hongo, gracias a estrictas medidas cuarentenarias.
Mientras tanto, en El Oro, miles de productores esperan que la emergencia declarada se traduzca en acciones concretas antes de que el fusarium avance sin control.
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