
Impactos económicos de la anulación del Estatuto binacional entre Ecuador y Venezuela
Sin documentos, los venezolanos no podrán acceder al sistema financiero, empleo formal, iniciar un emprendimiento
Ecuador está a punto de romper definitivamente su acuerdo migratorio con Venezuela. El viernes 15 de agosto, la Asamblea Nacional dio luz verde para cancelar un acuerdo que durante 15 años facilitó la llegada de venezolanos al país.
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La decisión afectará directamente a los venezolanos que ya viven en el país y están sin papeles, también a los nuevos ingresos. El trámite solo necesita la aprobación final del Pleno para convertirse en realidad.
El presidente Daniel Noboa ordenó en marzo de 2025 cancelar este acuerdo. Su gobierno argumenta que "se han producido suspensiones y recortes de varias fuentes de financiamiento" a los programas migratorios que canalizaban organismos como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) y Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), por lo que es "imposible continuar", según consta en el decreto ejecutivo 560.
¿Pero qué significaba exactamente este acuerdo?
El Estatuto Migratorio, en vigor desde 2011, facilitaba los trámites de visa para venezolanos y otorgaba 180 días a quienes estaban sin papeles para regularizar su situación.
Sin embargo, hay una diferencia crucial: el Estatuto daba una ventana de 180 días para que los migrantes irregulares formalicen su situación. Ahora esa facilidad desaparece, y quienes ingresen como turistas tendrán solo 90 días sin posibilidad de extensión para regularizarse.
Era, en pocas palabras, una puerta de entrada legal para quienes buscaban residir de forma legal en el país.
Más trabajos sin papeles, menos derechos
Sin este acuerdo, muchos venezolanos trabajarán en la sombra. Karen Córdova, directora ejecutiva del Círculo de Economía de Guayaquil y experta en movilidad humana, lo dice claro: "En los próximos meses va a aumentar la informalidad de las personas venezolanas que trabajan en Ecuador".
El problema surge porque una persona sin papeles "no puede acceder a Seguridad Social, no puede abrir un Registro Único de Contribuyentes (RUC), no puede contratar personas, no puede abrir una cuenta bancaria con depósitos mayores a $ 500 al mes", explica Córdova.
Entre las consecuencias más complejas está que "no pueden acceder al sistema financiero", explica Córdova. Esto los empuja a trabajos precarios, sin protección legal.
Cheryl Martens, de la Universidad San Francisco de Quito, coincide con el criterio de Córdova. Sin documentos en regla, "se complica el acceso al empleo formal".
El impacto trasciende a la comunidad venezolana. Martens advierte que la precariedad laboral "reduce la calidad de vida no solo de la población migrante, sino que repercute en el conjunto de la sociedad ecuatoriana", especialmente en poblaciones vulnerables como mujeres y niños que quedan expuestos a la explotación.
¿Qué pasa con quienes ya tienen papeles?
Los venezolanos que ya están legales en Ecuador mantienen cierta estabilidad, pero con incertidumbre. Córdova explica que probablemente mantengan sus documentos actuales. El problema vendrá después.
"Cuando se les venza la residencia, tendrán que hacer los trámites como cualquier extranjero", dice la experta. Esto significa más costos y procesos más largos.
El contraste es significativo. Durante el gobierno de Guillermo Lasso, la regularización masiva a través de la Visa de Residencia Temporal de Excepción para Ciudadanos Venezolanos (VIRTE) costaba solo 60 dólares: 50 dólares por el formulario y 10 dólares por la orden de cedulación. En cambio, una visa Mercosur regular cuesta 300 dólares (50 dólares de solicitud más 250 dólares por la visa autorizada). El proceso de Lasso logró regularizar a más de 69,000 venezolanos entre 2022 y 2023.
Pero los más afectados son los 100.000 venezolanos que aún no tienen papeles. Según la OIM y Acnur, estas personas quedan en un limbo legal total.
¿Por qué no se han regularizado?
Córdova explica que los que hasta ahora no se han regularizado es porque les ha faltado algún requisito. Principalmente, “pasaportes válidos o documentos venezolanos actualizados”.
Alfredo López, representante de la comunidad venezolana, recuerda que desde 2019 Ecuador ya exigía visa a los venezolanos, por lo que "Ecuador venía incumpliendo el Estatuto". Asegura que "la migración continuará igual".
Córdova coincide en que los efectos inmediatos serán limitados, pero advierte cambios para quienes lleguen. Los nuevos ingresos de venezolanos "puedan necesitar la visa humanitaria, la visa de tránsito en el caso de que quieran cruzar la frontera", explica.
Ante este panorama, Martens señala que los venezolanos tienen pocas opciones de ayuda. A nivel regional existe el Proceso de Quito, donde 13 países se reúnen desde 2018 para coordinar políticas de apoyo a migrantes venezolanos.
Pero incluso este mecanismo tiene limitaciones importantes. Martens explica que "puede mitigar de forma limitada algunas brechas" porque "depende en gran medida de la cooperación internacional donde hay cada vez menos fondos disponibles".