
Fin del subsidio al diésel: expertos advierten posible efecto inflacionario en 2025
Analistas estiman un efecto inmediato en el precio en los alimentos, pero el Gobierno ofrece compensación
El retiro del subsidio al diésel y el aumento del precio del galón de 1,80 a 2,80 dólares, decretado por el presidente Daniel Noboa, ha encendido la alarma sobre el efecto que tendrá en la inflación del país y, en particular, en el costo de la canasta básica familiar.
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Organizaciones sociales advierten que el impacto será directo y fuerte. “El agricultor, el campesino utiliza su bomba, su tractor o su camión para sacar los productos y eso se sumará al costo de producción. No es cierto lo que dice Noboa, que no habrá afectación. Vamos a sufrir un incremento exorbitante de la canasta básica familiar”, señaló Jorge Escalante Zambrano, coordinador en Defensa de la Seguridad Social de la provincia del Guayas. Según él, los incrementos acumulados en combustibles ya empujaron la canasta básica por encima de los 800 dólares, mientras el salario básico permanece congelado. "Cuando Noboa llegó la primera vez a la presidencia encontró que la canasta básica costaba unos 790 dólares", remarcó.
Los analistas coinciden en que el golpe más inmediato se sentirá en alimentos, bebidas no alcohólicas y transporte, divisiones clave en el cálculo del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Larry Yumibanda, economista, explicó que la medida es inflacionaria por naturaleza: “El aumento de más del 50 % en el precio del diésel impacta en transporte, logística, industria, pesca industrial y artesanal. Aunque el Gobierno ha anunciado compensaciones, su aplicación será parcial y tardía. Lo que veremos en el corto plazo es un ajuste inmediato en precios y previsiones de venta”.
En esa misma línea, Jorge Calderón, analista económico, advirtió que el Estado ahorrará alrededor de 1.100 millones de dólares, pero solo un 35 % se destinará a compensaciones temporales para transporte pesado, quedando el resto en manos del Gobierno central. “Al final, la mayor parte de esos recursos se destinarán al pago de la deuda externa. El impacto en los precios se reflejará desde los datos de inflación del siguiente mes”, puntualizó.
Compensaciones para el sector agrícola
El Gobierno de Noboa anunció compensaciones para el sector agrícola. Habrá un Bono Raíces, este es un nuevo bono para los agricultores y pescadores, estará vigente desde este 15 de septiembre para 100.000 personas. Se trata de un bono de 1.000 dólares, que las autoridades lo catalogan como capital semilla.
Además de esto BanEcuador inyectará 100 millones de dólares para crédito. El financiamiento se podrá pagar hasta 7 años con un interés de 7 %.
El Gobierno también está prometiendo entregar 1.200 tractores, 400 en este año y el resto hasta el 2026, se suman al ofrecimiento 600 motores fuera de borda para pescadores artesanales.
Los efectos serán temporales
No obstante, hay voces que llaman a la calma. Alberto Acosta, analista económico, recordó que experiencias pasadas muestran que los efectos suelen ser temporales. “Cuando en 2018 se redujo el subsidio a la gasolina extra Ecopaís, la inflación se mantuvo por debajo del 1 %. Y en 2024, pese al incremento de las gasolinas, el repunte inflacionario fue leve y luego se desaceleró. No habrá una espiral inflacionaria porque el mercado regula los precios y en la mayoría de productos el transporte es un costo marginal”.
Con un enfoque intermedio, Calderón señala que la especulación también jugará un rol. “Los mayores aumentos se sentirán en los primeros meses, pero luego el mercado tenderá a estabilizarse. La clave estará en que el Gobierno controle los abusos de precios en los mercados y logre que las compensaciones lleguen a los sectores más sensibles”.
La medida, vista por el Ejecutivo como un paso necesario para sanear las finanzas públicas y reducir un déficit de más de 6.000 millones de dólares, enfrenta cuestionamientos por su costo social y político. Mientras algunos economistas sostienen que el efecto inflacionario será limitado y de corta duración, sectores sociales denuncian que el ajuste golpeará directamente el bolsillo de los ecuatorianos más vulnerables.
El pulso entre estabilidad fiscal y estabilidad de precios recién comienza, y sus efectos se sentirán en los próximos meses en los bolsillos de las familias.
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