
El mapa bananero de Ecuador se expande en medio de tensiones del sector
El MAG guía el registro de cultivos sembrados sin autorización. Unas 22.000 ha serían legalizadas
Desde el próximo año, el catastro bananero del país sumará nuevas hectáreas. El reciente decreto ejecutivo que permite registrar las siembras no autorizadas podría hacer que unas 22.000 hectáreas de cultivos queden formalizadas. No obstante, la medida crea tensiones internas en el sector. Mientras los exportadores la ven como una oportunidad para regularizar el mercado, los productores temen por una futura sobreoferta que pueda afectar los precios.
El pasado 3 de diciembre, el Ministerio de Agricultura (MAG) emitió un acuerdo ministerial para complementar lo dispuesto por el decreto ejecutivo. Allí se indica que las plantaciones bananeras que fueron sembradas sin autorización hasta el 24 de noviembre de este año, podrán registrarse hasta el 31 de diciembre de 2026, siempre y cuando se paguen las multas correspondientes, las mismas que cambiarán según el periodo en que se realice la solicitud.
Si el trámite se cumple hasta diciembre de este año, la sanción será de 150 salarios mínimos vitales (un monto de $600 por hectárea, según Acorbanec). Pero si la solicitud se presenta luego de esa fecha, se tendrá que pagar un valor adicional de 10 salarios básicos unificados, esto es $4.700.
Siembras bananeras sin legalizar, sostén de exportación
En el país, se estima que existen más de 200.000 hectáreas de banano registradas. Con esta medida podrían incorporarse al catastro oficial unas 22.000 hectáreas más, calcula Richard Salazar, director de la Asociación de Comercialización y Exportación de Banano (Acorbanec).
El dirigente califica esta medida como oportuna, pues no hace más que sincerar y formalizar una práctica que, aunque estuviera fuera de la ley, ha venido “bien o mal” sosteniendo la dinámica del sector con mayor exportación. En los últimos años, dice, el mercado global bananero ha venido reduciendo su oferta y Ecuador, por problemas climáticos, no ha sido la excepción. “En Ecuador hemos mermado entre un 10 % y 30 % la producción en finca, pero este año se ha exportado hasta casi un 4 % más gracias a estas 22.000 hectáreas que se han venido sembrando durante los últimos cuatro años”.
No es la primera vez que se hace un registro como este, acota. Es la cuarta ocasión, desde que está vigente la Ley de Banano, que de manera errada ha venido restringiendo nuevas siembras. “Si el mundo quiere más banano, la oferta tiene que ajustarse, y es lo que han hecho los otros países productores y exportadores y también Ecuador”.
Legalizar siembras bananeras: ¿Descontrol de oferta?
No obstante, esta formalización preocupa a bananeros de El Oro, que han anunciado acciones legales para frenar la ejecución de un decreto que dicen que podría crear una futura sobreoferta de fruta y una afectación de precios.
Segundo Solano, presidente de la Asociación de Bananeros de El Oro, explica que si bien el decreto establece que la legalización se aplicará sobre cultivos plantados hasta el 24 de noviembre de este año, la norma deja una puerta abierta para que se siga sembrando. La solicitud de registro puede hacerse hasta diciembre de 2026, “pero sin control, ¿cómo se garantiza que en este periodo no se seguirá sembrando?”.
Los productores sostienen que mientras El Oro ya no tiene espacio para nuevas siembras, los grandes agroexportadores están comprando tierras en Guayas, Los Ríos, Santa Elena y Manabí, lo que (a criterio de ellos) podría beneficiar principalmente a ese sector. “Las grandes empresas podrán sembrar miles de hectáreas más, y cuando llenen sus cupos ya no necesitarán comprar la fruta de los pequeños. Esa es la preocupación real”, añadió Solano.
Salazar, sin embargo, no ve un riesgo de sobreoferta. No cuando Asia Oriental (tanto de China, Vietnam, Camboya y la misma Filipinas) ha bajado notablemente su producción, por factores climáticos y fitosanitarios. “Filipinas tiene un gran problema de producción, por un tema fitosanitario: tiene el fusarium. Ese hongo ha arrasado más de la mitad de la producción que tenía antes. Por eso ha desabastecido Medio Oriente. Y Ecuador se ha aprovechado de eso, cubriendo ese mercado. ¿Usted qué cree? ¿Que el Ecuador no ha venido sembrando en los últimos 10 años? Por supuesto que sí. Ha debido atender más demanda, adaptarse a lo que pide el mercado”.
Y cita al sector cacaotero como otro ejemplo de adaptabilidad: aprovechar el boom de precios internacionales de los últimos años habría sido imposible si este sector no hubiese ampliado su frontera, con más cultivos.
Este proceso se anunció en aras de fomentar la formalidad del sector, pero la idea no convence a productores. Franklin Torres, presidente de la Federación de Productores Bananeros, se pregunta si en esta ocasión se cobrarán las multas que realmente corresponden. “Nunca se cobraron las multas a las siembras anteriores, menos se van a cobrar las nuevas. Que el Ministerio presente lo recaudado por las grandes siembras”, instó.
Torres argumenta que si realmente se quiere regularizar al sector, se debería empezar por implementar una Dirección de Musáceas con un sistema informático nuevo que ayude a controlar, de forma eficiente, los cultivos legales y transacciones de esta industria.
“Recuerde las declaraciones de ministros anteriores que decían que el sistema informático bananero se manejaba no desde el Ministerio, sino desde una oficina particular”, dijo Torres, en alusión a denuncias de exportación irregular realizadas años atrás, con el registro de hectáreas ficticias y perfiles de usuarios no autorizados.
Inspección técnica
El acuerdo ministerial establece que, una vez receptada la documentación por la Dirección de Gestión de Musáceas, se designará un especialista para que, en un término de hasta 10 días, realice la inspección técnica del cultivo, con la finalidad de calcular aproximadamente la edad fenológica de las plantaciones que fueron sembradas sin previa autorización. En cinco días más se remitirá un informe para su registro.
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