
La diversificación salva el cultivo de caña en tiempos de cambio
Los gremios aspiran a que la zafra sea buena. El etanol anhidro sacado de la caña da más de 90,4 millones de dólares
La zafra está en ejecución en Ecuador. Empezó este mes y se extiende hasta diciembre, y tanto el gremio de los industriales como el de los productores proyectan que este año será positivo. Esto, pese a que es un tiempo en el que se consume menos azúcar proveniente de la caña, desde que en 2014 se implementó el semáforo de alimentación, además de que algunos agricultores se han cambiado a sembrar cacao o banano.
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¿Qué salva a la caña? “El mercado, en forma general, no se pierde por la diversificación. Reitero: la caña de azúcar no está amenazada, porque tiene múltiples usos más allá del azúcar”, indicó a Diario EXPRESO el ingeniero Ángel Alberto López, presidente de la Asociación de Productores de Caña de Azúcar de Milagro.
López agregó que de la caña se obtiene etanol, melaza, cachaza e incluso con la fibra se elaboran papeles y paneles de construcción.
Por ejemplo, en diciembre de 2024 el Gobierno firmó un contrato para adquirir más de 100,5 millones de litros de etanol anhidro, grado carburante, por más de 90,4 millones de dólares. Esta compra, que comenzó en 2010, es destinada a la elaboración de la gasolina Ecopaís.
También está el bagazo, que es materia prima para la generación de energía eléctrica. Durante los apagones del año pasado, se firmaron contratos millonarios con ingenios que producen energía a partir del bagazo. Esta energía no solo sirve para el funcionamiento del ingenio, sino que también abastece a comunidades como Milagro, Marcelino Maridueña, La Troncal, entre otras, explicó López.
“Por todo esto, consideramos que la rentabilidad y el futuro de la caña de azúcar no están amenazados, pese a la reducción en el consumo de azúcar”, insistió.
Para 2024, la superficie sembrada de caña fue superior a las 80.000 hectáreas, únicamente dedicadas a la producción de azúcar. Esto significó una cosecha de más de 6,5 millones de toneladas de caña, lo que condujo a una producción de 514.000 toneladas métricas de azúcar, la mayor de los últimos cuatro años, según la Federación Nacional de Azucareros del Ecuador (Fenazúcar).
En 2023 el fenómeno de El Niño impidió que más del 20 % de la superficie sembrada pudiera cosecharse, lo que afectó directamente la producción. Para garantizar el abastecimiento de un producto básico como el azúcar, los ingenios tuvieron que importar durante ese año y los primeros meses de 2024. Gracias a ello, Ecuador logró cubrir la demanda interna.
“En 2024 se recuperó la producción y creció un 26 % frente al 2023, alcanzando las 514.000 toneladas métricas”, precisó Fenazúcar.
Las expectativas para este año son optimistas. “Si se mantienen las condiciones climáticas actuales, se espera una producción mayor a la de 2024, en cantidad suficiente para abastecer toda la demanda interna”, pronosticó el gremio de los ingenios.
Migran a otros cultivos, pero no por falta de mercado
Hay, sin embargo, una lectura distinta a la que defiende Fenazúcar. Según la Encuesta de Superficie y Producción Agropecuaria Continua del INEC, hay menos caña sembrada: la superficie plantada cayó en 2023 un 31,7 %, pero en 2024 hubo una recuperación del 13,69 %, que aún no compensa la caída del año anterior.
Sobre estas cifras, el ingeniero López explicó que algunos agricultores abandonaron la caña y migraron hacia cultivos como banano y cacao.
Laura Zurita
“Ese descenso no es por falta de mercado, sino por el buen precio del cacao, que en los últimos años ha estado por encima de los 10.000 dólares por tonelada. Ahora ronda los 7.000 dólares, pero sigue siendo atractivo. Eso ha atraído a productores de muchos otros cultivos, no solo de la caña de azúcar”, sostuvo.
Fenazúcar destacó que el sector sigue siendo relevante: da empleo a 208.000 familias, además de los 3.000 productores registrados en el país. El aporte de la caña al valor agregado bruto agropecuario es del 1,1 %.
Sin embargo, hay desafíos para el sector azucarero, como ocurre en el resto de América Latina. Según la Unión Latinoamericana de Asociaciones de Azucareros, los principales retos son la volatilidad de los precios internacionales, los fenómenos climáticos extremos y la competencia de edulcorantes alternativos, a lo que se suma la percepción cambiante del consumidor.
Son desafíos que, en el caso ecuatoriano, se enfrentan con diversificación productiva, pero también manteniendo diálogos con el Gobierno, con miras a fomentar nuevas inversiones.
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