
El arroz ecuatoriano busca abrir mercado en Centroamérica
Aunque aún no hay cifra de la nueva cosecha al menos buscan exportar unas 40.000 toneladas
La dinámica del comercio del arroz ecuatoriano está cambiando. Durante años, Colombia fue el principal destino de exportación de este alimento, pero en 2025 la situación ha dado un giro. Debido a una buena cosecha en el vecino país y a la caída de los precios internacionales, Ecuador enfrenta una disminución en sus envíos. El reto ahora es encontrar nuevos mercados y sostener la cadena productiva sin generar nerviosismo en el mercado local.
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Según Juan Pablo Zúñiga, presidente de la Corporación de Industriales Arroceros del Ecuador (Corpcom), quien participó en la reunión de trabajo convocada por Pro Ecuador el martes 15 de julio de 2025, indicó Diario EXPRESO que ya se han activado acciones para ampliar el horizonte comercial. “Pro Ecuador ha puesto a trabajar a las oficinas comerciales, sobre todo en los países con los que tenemos acuerdos fitosanitarios. Estamos buscando alternativas para abrir mercados y colocar parte de la producción fuera del país”, explicó.
Si bien Ecuador tiene acuerdos fitosanitarios con cerca de 59 países, no todos son viables por temas de competitividad, aranceles o precios. Por eso, los esfuerzos se concentran en los países centroamericanos como El Salvador, Honduras y Costa Rica, donde el tipo de arroz ecuatoriano se asemeja al que consumen esos mercados. También se sigue considerando a Colombia, aunque con expectativas más cautas.
“El año pasado exportamos más de 65.000 toneladas a Colombia. En el primer semestre de este año van unas 25.000, pero para el segundo semestre vemos dificultades, porque ellos también tienen cosecha y los precios han bajado”, explicó el vocero. Esto hace prever una reducción de hasta 40.000 toneladas en las ventas hacia ese destino.
Esas toneladas son las que ahora se busca colocar en otras plazas. Si bien no hay aún contratos cerrados, ya se han realizado acercamientos desde el sector privado. “El impulso ahora viene de manera conjunta con el sector público, a través de las oficinas comerciales. La idea es asegurar potenciales compradores antes de la próxima cosecha”, señaló.
Es incierto el volumen que podrán exportar en 2025
En cuanto al volumen de exportación total para este año, la proyección sigue siendo incierta. Dependerá de varios factores: cómo avance la cosecha, el clima, la productividad y, sobre todo, si las gestiones diplomáticas y comerciales fructifican. Pero el objetivo es claro: repetir, si es posible, los niveles del año pasado y seguir diversificando.
Entre los destinos a mediano plazo también figura Europa, aunque con requisitos más exigentes. “El mercado europeo es una excelente opción, pero hay que cumplir muchas exigencias fitosanitarias. Lo estamos trabajando en el marco de una estrategia a largo plazo, sobre todo con arroz orgánico, que podría tener valor agregado”, añadió el representante del sector.
Una dificultad estructural es la falta de información actualizada sobre las áreas sembradas y la producción real. Esto impide tener claridad sobre los excedentes. Sin embargo, el vocero enfatizó que prefieren no hablar abiertamente de “excedentes”, ya que un mensaje mal interpretado puede afectar los precios y perjudicar al eslabón más débil de la cadena: el productor.
“No se trata de decir que viene una avalancha de arroz. Eso causa nerviosismo en el mercado. Preferimos hablar en positivo: buscar nuevas oportunidades para colocar nuestro producto, generar divisas y sostener al sector”, concluyó.
La coyuntura abre una puerta para reconfigurar la estrategia de exportación del arroz ecuatoriano. Y, aunque el camino no será fácil, ya se están dando pasos concretos para lograr que el cereal nacional llegue más lejos.
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