
Diésel sin subsidio en Ecuador: ahorro millonario y riesgo de inflación
El galón de diésel pasó de 1,80 a 2,80 dólares. El ahorro para el país es de unos 1.100 millones de dólares al año
El retiro del subsidio al diésel le dará al Ecuador un alivio económico estimado entre 1.100 y 1.500 millones de dólares al año. Sin embargo, el hecho de que el precio del galón pase de 1,80 a 2,80 dólares no evita que se sienta el remezón en el bolsillo de los ciudadanos. Por ello, el Gobierno ha prometido compensaciones; no obstante, líderes sociales y agrícolas anticipan que estas no aliviarán el impacto real. En contraste, algunos analistas consideran que ya era hora de que los subsidios se dirijan únicamente a los pobres y no a todos los sectores por igual.
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El debate sobre la eliminación del subsidio al diésel se arrastra desde el año 2000. Ha sido discutido por los expresidentes Lucio Gutiérrez, Rafael Correa, Lenín Moreno, Guillermo Lasso y ahora Daniel Noboa, quien finalmente firmó el decreto que lo elimina desde ayer.
El analista de energía y petróleo, Nelson Baldeón, recordó que Moreno en 2019 firmó el Decreto 883 para quitar el subsidio a los combustibles, pero lo derogó tras 11 días de paro nacional. “La eliminación del subsidio al diésel era inevitable e históricamente postergada. Países como Colombia, México, Argentina y Cuba ya lo hicieron, cada uno con sus costos sociales”, indicó.
Agregó que no tomar esta medida condena al país a la pobreza porque drena recursos fiscales. “El reto ahora es que Ecuador combine la eliminación del subsidio con más producción y refinación. La producción petrolera debe pasar de 470.000 a 800.000 barriles por día”. También advirtió que será necesario revertir el cierre del bloque ITT, ya que desmontarlo costará 4.500 millones de dólares, lo que podría absorber el ahorro generado por el fin del subsidio.
El nuevo precio de 2,80 dólares por galón regirá hasta el 11 de diciembre de 2025. A partir de entonces se aplicará un sistema de bandas ligado al mercado internacional, con un rango entre 2,90 y 3 dólares por galón. “Habrá que estar vigilantes a la geopolítica petrolera, que es muy cambiante”, enfatizó Baldeón.
Para el analista económico Alberto Acosta ya era necesario focalizarlos y dirigirlos a los sectores más vulnerables. Además, cuestionó el mito de que “si suben los combustibles, todo sube”. Como ejemplo, citó lo ocurrido en junio de 2024, cuando se eliminó el subsidio a las gasolinas: la inflación repuntó transitoriamente a 1,57 % en julio, pero luego volvió a descender. “El mercado y la competencia funcionan como freno natural frente a aumentos abusivos. Quien intente aprovecharse perderá ventas y competitividad”, dijo.
Hay una lista de quienes no tienen ninguna razón para beneficiarse de un subsidio gubernamental, el analista económico Jorge Hidalgo señaló que entre esos están los narcotraficantes, los contrabandistas, la minería ilegal y las grandes industrias.
Es posible que el costo de producción suba un 20 %
José Luis García, coordinador de la Defensa de los Agricultores, advirtió que los costos de producción subirán en promedio un 20 %. “Una cosechadora que cobraba 2 dólares por saca de arroz ahora pide 2,50. El uso de canguros pasó de 28 a 33 dólares por hora. El transporte de la saca de arroz subió de 1 a 1,20 dólares. Y en cultivos como arroz y maíz, donde se usan bombas de riego a diésel, el impacto es aún mayor”, explicó.
Ante ello, el sector arrocero solicitará al Ministerio de Agricultura elevar el precio mínimo de sustentación del arroz: de 36 a 40 dólares por saca de grano largo y de 34 a 38 dólares en el caso del grano corto. Los productores de maíz también pedirán un incremento en el precio mínimo, de 17,35 a 19 dólares por quintal.
García insistió en que las compensaciones ofrecidas por el Gobierno no llegarán a todos. “Somos 2,5 millones de agricultores en el país, y el Estado no tiene capacidad para cubrir a todos con bonos o créditos. Lo que necesitamos no son dádivas, sino que se respete el precio mínimo de sustentación para todos los productos”, sostuvo.
Habrá que subir el precio del flete
El transporte pesado es otro de los sectores golpeados. Un viaje entre Quito y Guayaquil requiere en promedio 150 galones de diésel, lo que implica un sobrecosto de 150 dólares únicamente en combustible. “Un flete que costaba 400 ahora tendrá que cobrarse en más de 500 dólares. Ese incremento, tarde o temprano, lo asumirá el consumidor”, explicó Santiago Garzón, presidente de la Corporación de Transporte Pesado del Ecuador.
Garzón recalcó que el alza llega en un momento crítico, con contratos y tarifas anuales ya establecidos que impiden trasladar de inmediato los costos. “Estamos en contra de la subida porque no ha sido socializada. Además, en un país con tanta inseguridad, cargar al transporte con un dólar más por galón es insostenible”, advirtió.
La Federación Nacional de Transporte Pesado rechazó oficialmente la medida y exige al Gobierno derogar el decreto. Mientras tanto, grupos sociales han convocado una marcha en Guayaquil para este lunes 15 de septiembre, con el fin de presionar al presidente Noboa a restituir el subsidio.

El mercado tenderá a estabilizarse
“El mayor impacto se sentirá en los primeros meses, pero luego el mercado tenderá a estabilizarse. La clave estará en que el Gobierno controle los abusos de precios en los mercados y logre que las compensaciones lleguen a los sectores más sensibles”, explicó el analista económico Jorge Calderón.
Según sus estimaciones, el Estado ahorrará alrededor de 1.100 millones de dólares al eliminar el subsidio al diésel, pero solo un 35 % de esa cifra se destinará a compensaciones temporales para el transporte pesado. El resto quedará en manos del Gobierno central. “Al final, la mayor parte de esos recursos se destinarán al pago de la deuda externa”, puntualizó.
Según los expertos, la eliminación del subsidio al diésel fortalece las finanzas del país y abre la oportunidad de dirigir los recursos hacia sectores más productivos y vulnerables, pero las bases y líderes sociales no lo ven así.
El apoyo de gremios y la compensación
El Gobierno de Noboa anunció compensaciones para el sector agrícola luego de que retiró el subsidio del diésel. Habrá un Bono Raíces, este es un nuevo bono para los agricultores y pescadores, estará vigente desde este 15 de septiembre para 100.000 personas. Se trata de un bono de 1.000 dólares, que las autoridades lo catalogan como capital semilla.
Además de esto BanEcuador inyectará 100 millones de dólares para crédito. El financiamiento se podrá pagar hasta 7 años con un interés de 7 %.
El Gobierno también está prometiendo entregar 1.200 tractores, 400 en este año y el resto hasta el 2026, se suman al ofrecimiento 600 motores fuera de borda para pescadores artesanales.
Adicional de esto se ha creado un mecanismo de compensación, a través de una transferencia monetaria mensual para los propietarios de vehículos cuya modalidad de transporte público sea intracantonal (urbano, combinado, rural), intraprovincial e interprovincial, para evitar el alza de tarifas que el ciudadano paga por el uso de transporte público.
La Cámara de Industrias de Guayaquil, Comité Empresarial Ecuatoriano y la Cámara de Comercio de Guayaquil reconocen como positiva la decisión del Gobierno Nacional de eliminar el subsidio al diésel.
El gremio de los comerciantes destacó que la medida redirige los recursos, reduce la necesidad de endeudamiento, cierra las puertas al contrabando y constituye un paso relevante para corregir distorsiones en la economía.
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