
Cacao ecuatoriano: de la economía circular a la conquista de nuevos mercados
En Guayaquil se desarrolla la feria Chokao 2025 en el Centro de Convenciones de la UESS hasta este 28 de agosto
Agricultores de Esmeraldas no solo están cosechando cacao, sino aprovechando hasta la cáscara para hacer envolturas para chocolate; esta es una de las novedades que se encuentran en la feria Chokao 2025 que se desarrolla en Guayaquil, en el Centro de Convenciones de la Universidad Espíritu Santo (UEES), que será hasta este 28 de agosto.
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Los trabajadores de la tierra son apoyados por la Ayuda en Acción, a través de su Escuela Nacional del Cacao y en alianza con productores locales, impulsa la producción sostenible de cacao, empoderando a comunidades vulnerables y promoviendo la economía circular. "Esta iniciativa de cacao sostenible en Ecuador está transformado la vida de cientos de familias rurales", indicó a Diario EXPRESO Fiorella Mackliff, directora país de Ayuda en Acción en Ecuador.
Mackliff agregó que el cacao es mucho más que un producto: es un camino hacia la independencia económica, el comercio justo y el cuidado ambiental.
Virginia Borja, cacaotera de Esmeraldas, presidenta de vigilancia de la Asociación de productores de cacao de la zona norte de Esmeraldas, contó a EXPRESO de cómo aprovechan todo del cacao. El proceso no es sencillo ni rápido. Primero, el cacao debe fermentar y secarse. Luego se tuesta, se descascara y la cascarilla resultante vuelve a tostarse para que quede suave y manejable. Después se muele y se cierne hasta obtener una textura uniforme. A partir de allí, se mezcla cuidadosamente con cera de abeja, en un proceso totalmente manual que realizamos en pequeñas ollas como parte de un proyecto piloto, relató.
"De esta forma logramos un material que sirve como base para empaques ecológicos en los que, por ejemplo, presentamos nuestra barra de cacao con maní y arándano, un producto que también refleja el esfuerzo y creatividad de nuestras comunidades", señaló Borja.
Las oportunidades del cacao ecuatoriano en el mundo
El cacao ecuatoriano vive un momento histórico. Con precios internacionales que han alcanzado entre 7.000 y 9.000 dólares por tonelada, el sector exportador busca aprovechar esta coyuntura para asegurar su sostenibilidad a futuro y abrir nuevos mercados a través de acuerdos comerciales.
“Es importante diversificar. Japón y los países asiáticos, por ejemplo, pagan muy bien por nuestro cacao, lo consideran un producto premium”, señaló Merlyn Casanova, directora ejecutiva de la Asociación Nacional de Exportadores e Industriales de Cacao del Ecuador (Anecacao). La expectativa del sector se centra en que los tratados que Ecuador negocia con destinos como Japón, Corea del Sur, Panamá e incluso Estados Unidos permitan mantener ese posicionamiento y ampliar las oportunidades de venta.
Aunque los precios altos actuales no se pueden proyectar con certeza, Casanova estima que podrían mantenerse un par de años más. En el escenario de una eventual baja, el sector espera que los valores no caigan por debajo de los 6.000 dólares por tonelada, lo que aún permitiría sostener la actividad. “Si regresamos a los niveles de 2.000 o 2.500 dólares, como antes, es fundamental que estemos preparados. Por eso realizamos ferias y seminarios: para entender las fluctuaciones del mercado y anticiparnos”, explicó.
En cuanto a las expectativas frente a Estados Unidos, Casanova recalcó el optimismo del gremio: “Estamos seguros de que volveremos al arancel cero, porque allá no se produce cacao y consideramos que eso será tomado en cuenta. Aunque esto es nuestro deseo hay que esperar el anuncio de la Casa Blanca”.
Los destinos emergentes también están en la mira. Aunque actualmente Asia representa apenas un 1 % a 2 % de las exportaciones ecuatorianas de cacao, son mercados que han mostrado crecimientos de hasta 400 % en los últimos años. Japón, China, India y Turquía destacan como plazas estratégicas. “Son países que valoran el origen del producto y están cada vez más interesados en conocer de dónde viene el cacao que consumen”, añadió la directora.
Con esta visión, el sector busca consolidar al cacao ecuatoriano no solo como un producto de alta calidad, sino como un referente de identidad y sostenibilidad en los mercados internacionales.

Ecuador se consolida como potencia mundial del cacao
El cacao ecuatoriano volvió a brillar con luz propia en la feria Chokao Internacional 2025, un evento que en apenas cuatro años se ha consolidado como el mayor punto de encuentro de la cadena cacaotera nacional y uno de los más importantes de la región.
Este año, la feria dio un paso decisivo: el primer encuentro nacional de productores, que reunió delegados de todas las provincias para construir un manifiesto sobre las realidades y aspiraciones del sector. “El productor debe ser escuchado, reconocido y fortalecido, porque sin productores no hay cacao, y sin cacao no hay chocolate”, remarcó Iván Ontaneda, presidente de Anecacao, quien recordó que más de 180.000 familias sustentan la base de esta cadena.
Los números respaldan este crecimiento. En 2024 Ecuador exportó 470.000 toneladas de cacao, generando más de 3.600 millones de dólares en divisas. Para 2025 la meta es superar las 570.000 toneladas y los 5.000 millones en exportaciones, consolidando al cacao como el segundo producto no petrolero del país. Ontaneda destacó que este logro no es coyuntural: “Durante 25 años hemos invertido en genética, tecnología y sostenibilidad. Hoy somos el tercer productor mundial y vamos camino a ser el segundo”.
El homenaje a cacaoteros
La feria también rindió homenaje a quienes han marcado la historia del cacao ecuatoriano. Se entregaron reconocimientos a investigadores del INIAP, al legado de Homero Castro, creador de la variedad CCN-51, y al consultor Eduardo Márquez de la Plata, por más de medio siglo dedicado al sector.

La Unión Europea, principal socio comercial del cacao ecuatoriano, reiteró su apoyo en voz de su embajadora, Jekaterina Dorodnova : “Un tercio del cacao que exporta Ecuador tiene como destino Europa. Es un producto que no solo genera divisas, sino lazos de cooperación y sostenibilidad compartida”.
Por su parte, el ministro de Agricultura, Danilo Palacios, resaltó la importancia de la productividad y la innovación como retos para el futuro: “El cacao ecuatoriano se ha puesto al hombro la economía nacional. Tenemos que seguir creciendo, sumando calidad y tecnología, para que esta historia sea sostenible y competitiva en el mundo”.
La visión ahora es clara: internacionalizar Chocao y convertirlo en la feria de cacao y chocolate más importante de Sudamérica. Con alianzas estratégicas y un equipo comprometido, el evento ya proyecta al país hacia los principales mercados del mundo.
El aporte de un plan para apoyar a los cacaoteros desde la industria
Hace quince años, Nestlé Ecuador inició una apuesta que parecía ambiciosa: acompañar a un pequeño grupo de 100 productores de cacao en un proceso de transformación productiva y social. Hoy, esa semilla se ha convertido en un programa de alcance nacional. El Cocoa Plan ha crecido hasta involucrar a más de 7.500 cacaoteros, consolidándose como una de las iniciativas privadas más influyentes en el sector.
“Estamos cumpliendo 15 años del plan cacao. Ha sido un crecimiento exponencial, con tres ejes centrales: mejores fincas, mejores vidas y mejor cacao”, resumió Josué de la Maza, presidente ejecutivo de Nestlé en Ecuador.
Los resultados hablan por sí solos. La productividad por hectárea de los agricultores vinculados ha crecido entre 50 % y 70 %, gracias a la introducción de prácticas agrícolas sostenibles, como la agricultura regenerativa, el cuidado de suelos, la lombricultura y fertilización responsable. Este avance, enfatiza De la Maza, no ocurre de la noche a la mañana: “Son procesos que toman tiempo, pero generan una mejora tremenda y sostenible en el tiempo”.
El plan no se limita a la técnica agrícola. Con la Escuela de Agroemprendimiento, Nestlé capacita a productores no solo en buenas prácticas de cultivo, sino también en administración, gestión y marketing. Además, fomenta actividades complementarias como la apicultura, el manejo de árboles maderables o la siembra de frutos, lo que diversifica ingresos y protege a las familias cuando los precios internacionales del cacao fluctúan.
La estrategia ha dado frutos también en exportación. Nestlé Ecuador envía alrededor de 34.000 toneladas de cacao, de las cuales el 90 % se destina al propio grupo Nestlé, que lo distribuye a Europa, Oceanía y Norteamérica. Esta demanda exige altos estándares: todos los cultivos están certificados y se vigila mediante sistemas satelitales que no exista deforestación cercana a las plantaciones.
“Cuando el precio del cacao sube o hay escasez en África, Ecuador se encuentra bien posicionado para abastecer la demanda global. Es un buen momento que debemos capitalizar”, afirma De la Maza.
En un contexto internacional donde el cacao gana protagonismo y su valor se multiplica, el Cocoa Plan se proyecta como un ejemplo de cómo la colaboración entre empresa y productores puede transformar realidades locales y, al mismo tiempo, fortalecer la posición de Ecuador en el mercado mundial.
“Cuando el cacao ecuatoriano brilla, no brilla solo un producto: brillamos todos los ecuatorianos”, concluyó Casanova, al abrir oficialmente las puertas de esta edición histórica.
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