
Atlas 2024: avance histórico para el agro en medio de cuestionamientos
La publicación del Atlas Agroeconómico del Ecuador 2024 marca un hito estadístico para el agro
El Gobierno nacional presentó el Atlas Agroeconómico del Ecuador 2024, una herramienta que promete transformar la planificación territorial y sectorial del país. Su objetivo: fortalecer la integración entre la producción primaria, la agroindustria y el comercio exterior, aportando datos actualizados que evidencian el peso del sector agroalimentario, responsable del 15 % del PIB nacional y del empleo de una de cada tres personas en el Ecuador.
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El lanzamiento posiciona al país como referente regional en generación de conocimiento estratégico, un avance clave para la toma de decisiones tanto públicas como privadas. La publicación resalta el liderazgo exportador del Ecuador: primer exportador mundial de banano, plátano, camarón, balsa y palmito; segundo de cacao y rosas; y líder latinoamericano en pitahaya y preparaciones de pescado. En 2024, este sector generó más de 57.000 millones de dólares, consolidándose como motor de la economía nacional.
La obra ofrece una mirada integral del territorio productivo, integrando información sobre agricultura, ganadería, pesca, acuicultura y agroindustria, junto con análisis de mercado, comercio exterior y cadenas de valor. Esta visión, según sus autores, busca servir como base para políticas públicas y estrategias empresariales que potencien competitividad, sostenibilidad e innovación.
El Atlas es resultado de la articulación entre el Ministerio de Producción, Comercio Exterior e Inversiones (MPCEI), el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MAGP), PRO ECUADOR y el apoyo técnico de la FAO. Su elaboración prometió precisión metodológica, validación interinstitucional y acceso abierto. Ya está disponible en el Sistema de Información Pública Agropecuaria (SIPA) y la Ventanilla Única de Inversiones (VUI), atendiendo un pedido histórico del sector rural: contar con información pública y verificable.
La recepción del estudio es matizada
Para José Luis García, coordinador de Defensa de los Agricultores, el Atlas es un avance, pero no sustituye la necesidad urgente de información verificable y actualizada. “Desde el año 2000 no se ha hecho un censo agropecuario ni existe una información clara sobre la producción nacional”, cuestiona. “Todo es susceptible a manipulación. Todos estos años se ha trabajado y se ha tomado decisiones con información no está verificada y eso ha afectado a todos los rubros”.
García cita el caso del maíz: “Cada año se presentan las mismas cifras, no cambian, y eso no es real. Para planificar una política agropecuaria se necesita información pública y comprobable”. Asegura que bases como del sistema del Ministerio de Agricultura “están desactualizadas” y reclama que el Gobierno transparente los parámetros, la metodología y la fecha de levantamiento de los datos incluidos en el Atlas.
Para los agricultores, el Atlas debe ser el inicio —no el final— de un proceso de reconstrucción estadística. “Esperamos que ahora sí aparezca la información real y verificable que necesitamos. Además de mapas y análisis, requerimos saber niveles de consumo, niveles de producción y cifras que permitan planificar con transparencia”.
El Atlas llega como una promesa de modernización, pero su impacto dependerá de que este esfuerzo cartográfico venga acompañado de datos completos, verificables y actualizados, algo que el campo ecuatoriano reclama desde hace más de dos décadas.
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