
Dónde están los delfines políticos: Ecuador sin sucesores claros tras Correa y Moreno
EXPRESO consultó a los partidos políticos si cuentan con líderes y sucesores capaces de mantener su bandera
“Yo cabalgué junto a Rafael Correa”. Esa fue una de las tantas frases que Lenín Moreno pronunció durante la campaña presidencial de 2017 para reafirmar que, de llegar al Palacio de Carondelet, continuaría con el proyecto político de la revolución ciudadana instaurado por Correa durante una década.
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Para entonces, Moreno (quien había sido vicepresidente durante el primer mandato de Correa) se perfilaba como el ‘delfín’ político del expresidente y como el encargado de consolidar el proyecto de la ahora extinta Alianza PAIS. Pero, como lo demuestra la historia, eso no ocurrió. De hecho, su mandato marcó el inicio de un oscuro episodio para el correísmo.
Más allá del viraje que ocurrió, la sucesión entre Correa y Moreno fue la última vez que Ecuador presenció la existencia de un heredero político claro: alguien que no solo podía asumir el liderazgo, sino también consolidar un proyecto de poder. Ocho años después, EXPRESO consulta a los partidos si cuentan con líderes y sucesores capaces de mantener su bandera.
Este Diario intentó extender la consulta a la presidenta del movimiento Revolución Ciudadana, Luisa González, pero su equipo de comunicación indicó que por ahora no estaba atendiendo a medios. Por su parte, María Beatriz Moreno, presidenta del movimiento Acción Democrática Nacional (ADN), no respondió a los intentos de contacto realizados.
Si se habla de ‘delfines’ políticos, otro claro ejemplo en la historia reciente del Ecuador es el de Jaime Nebot. Tras los ocho años de León Febres-Cordero al frente del Municipio de Guayaquil (y antes como presidente de la República), Nebot asumió el liderazgo y se consolidó como su sucesor natural. Prolongó la presencia del Partido Social Cristiano en el Cabildo durante 19 años más, hasta que ese ciclo concluyó con la gestión de Cynthia Viteri.

Aunque el socialcristianismo ha mantenido presencia tanto a nivel local como en la política nacional, especialmente en la Asamblea, la salida de Jaime Nebot del Municipio y la vida pública también marcó el inicio de una etapa de disidencias que diluyó la posibilidad de un sucesor. Sin embargo, para su dirigente y actual asambleísta, Alfredo Serrano, eso no es así.
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Juan Fernando Flores
Más allá de aclarar que Nebot sigue siendo el líder indiscutido del partido, Serrano sostiene que existen varios liderazgos emergentes, aunque prefiere no dar nombres. “Jaime no es un hombre egoísta. Ha venido propiciando ese proceso (de renovación). En el partido hay gente preparada para asumir ese reto cuando sea necesario, pero ahora no lo es”, asegura.
De igual forma, desde el movimiento CREO, una de las organizaciones políticas que recientemente ha alcanzado la Presidencia de la República, su vocal nacional Juan Fernando Flores prefiere no hablar de delfines políticos y mejor centrarse en que su máximo líder, el expresidente Guillermo Lasso (2021-2023), sigue estando vigente dentro del partido y la realidad nacional.
“Guillermo Lasso es y sigue siendo nuestro líder político; su rol no solo ha sido el de mentor, sino que continúa trabajando activamente con nosotros y con CREO en la construcción de ese otro Ecuador que es posible”, señala el dirigente. Añade que, en la actualidad, el movimiento atraviesa una etapa de “fortalecimiento”, pero sin responder sobre posibles sucesores.
Lucio Gutiérrez nombra a sus posibles sucesores
En contraste, el expresidente Lucio Gutiérrez (2003-2005) asegura que su partido, Sociedad Patriótica, cuenta con los liderazgos necesarios para mantener vivo su legado: “Es y será un partido de puertas abiertas que hace honor a su nombre y por supuesto que tenemos varios líderes en todo el país para que tomen el liderazgo nacional y en sus provincias”.
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Y lanza algunos nombres: “En Imbabura tenemos a Juan Jácome; en Pichincha, a Emmanuel Jara, Alejandra Alvear y Suly Moncada; en Tungurahua, a Lucía Coronel; en Azuay, a Juan Pablo Riquetti; en Napo, a Jonathan Chávez; en Sucumbíos, a Darwin Mayorga; solo por dar algunos nombres”, añade el exmandatario.
Por fuera de las organizaciones políticas que han llegado a la Presidencia de la República, partidos como Avanza, Suma y Unidad Popular sostienen que tienen cuadros y liderazgos en la capacidad de continuar con sus proyectos políticos, incluso recuerdan que si bien no han llegado a Carondelet, tiene una presencia local fuerte.

Ese es el caso de Avanza, señala su dirigente Javier Orti: “los principales cuadros tienen que nacer desde las seccionales. Por ejemplo, el alcalde de Portoviejo, Javier Pincay, es uno de los principales cuadros para la reelección, al igual que varios otros alcaldes como el de Montecristi, Jonathan Toro. Es decir, Avanza renacerá desde lo local”, comenta.
La figura de Correa es la identidad del movimiento político, pero este también se ha convertido en una camisa de fuerza que impide que la Revolución Ciudadana pueda volver a conquistar Carondelet, según Francis Romero.
— Diario Expreso (@Expresoec) October 22, 2023
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De igual forma, Geovanni Atarihuana, dirigente de Unidad Popular, sostiene que su partido tiene a varios líderes y que incluso eso se verá reflejado en la renovación de directiva prevista para el 2027: “hay varios liderazgos que pueden asumir. Mery Zamora, Sebastián Cevallos , Natasha Rojas, por ejemplo, que hoy son dirigentes nacionales. Otros liderazgos a considerar son Jorge Escala, Andrés Quishpe, José Villavicencio”.
En esa misma línea se encuentra Guillermo Celi, dirigente de Suma, quien recuerda que su organización política ya ha tenido protagonismo en seccionales (cuando ganaron la Alcaldía de Quito) y en la Asamblea Nacional. Conquistas que está seguro se podrán repetir e incluso superar con los liderazgos que tiene el partido y continuarán con esa bandera.
“Esto sigue con Mauricio Rodas; con nuestras concejales de Quito, Cristina López y Sandra Hidalgo; con Juanita Montero, concejal de Guayaquil; con nuestros alcaldes, como Juan Paúl Pacheco, de Salcedo; o Mario Mancino y María José Sotomayor, prefecto y viceprefecta de Loja; y todo un equipo a nivel nacional”.
Sin partidos, ¿pueden haber sucesores?
Pese a que varios partidos políticos aseguran contar con liderazgos capaces de tomar la batuta de sus proyectos, analistas consultados por este Diario coinciden en que, ante el debilitado sistema de partidos en Ecuador, la posibilidad de heredar un legado político es casi improbable. “Si no hay partidos, no hay nada que heredar”, afirma el analista político Giuseppe Cabrera. Añade que esta realidad se ha consolidado con una premisa cada vez más evidente en la política ecuatoriana: “es el tiempo de las personas”.
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En ese sentido, señala que movimientos como Revolución Ciudadana, Acción Democrática Nacional (ADN) o CREO orbitan exclusivamente alrededor de sus máximos líderes (Correa, Noboa y Lasso, respectivamente), lo que ha limitado la generación de nuevos liderazgos fuertes y competitivos.
Para Andrés Jaramillo, estratega y docente de Comunicación, esto responde a que el liderazgo político en Ecuador ha estado históricamente marcado por el caudillismo, una lógica que, por naturaleza, impide el surgimiento de figuras que puedan representar un verdadero recambio.
Al igual que Cabrera, sostiene que esta práctica ha debilitado al sistema de partidos al punto de volverlo prácticamente irrelevante. “Antes había más fijación; incluso se heredaba la camiseta del partido político entre generaciones. Pero ya no”, afirma.
Jaramillo también hace hincapié en que las organizaciones políticas han dejado de cumplir su rol como puentes entre la ciudadanía y el quehacer público. “Ya no son espacios donde la gente pueda participar de los debates y de la cosa pública”, concluye el estratega y docente.
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