Ninari Chimba es la fundadora de la colectiva Chawpi Runakuna
Ninari Chimba es la fundadora de la colectiva Chawpi RunakunaCortesía// TikTok

Chawpi Runakuna: “Ser marica es ancestral”

Chawpi Runakuna es la primera colectiva de personas sexodisidentes de los pueblos originarios. Ninari Chimba la lidera

  • Nota aclaratoria: En este artículo se utiliza el término “marica” de forma reivindicativa y respetuosa, en consonancia con la forma en que el propio colectivo se nombra y resignifica su identidad.

Junio es un mes significativo para dos poblaciones históricamente marginadas en el Ecuador. Por un lado, los pueblos indígenas celebran el Inti Raymi, la fiesta del sol y de la cosecha. Por otro, el 28 de junio marca el Día del Orgullo LGBTIQ+, una fecha que conmemora las luchas por los derechos de las diversidades sexo-genéricas. ¿Pero qué ocurre cuando ambas identidades convergen en una misma persona? ¿Qué lugar ocupa una lesbiana indígena en medio de estos discursos que, a menudo, no dialogan entre sí?

Ninari Chimba tiene una respuesta clara: “Ser marica es ancestral”. Esta educadora, activista, ecofeminista y música de la nacionalidad kichwa es la fundadora de Chawpi Runakuna, la primera colectiva LGBTIQ+ indígena del Ecuador. Con 29 años y una trayectoria que combina la pedagogía, el arte y la militancia, Ninari impulsa la representación de las sexodisidencias dentro de los pueblos originarios, un espacio históricamente negado por la colonización y el racismo estructural actual.

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Oriunda de Otavalo, provincia de Imbabura, y con raíces en los pueblos kichwas Panzaleo y Otavalo, Ninari reside actualmente en Quito. Junto a su familia crearon el Centro Educativo Comunitario Intercultural Bilingüe Fiscomisional Yachay Wasi. Desde allí, no solo se educa a más de cien niñas y niños, sino que se promueve un modelo pedagógico con raíces ancestrales. Hay huerto, chacra, guitarra, lengua kichwa y saberes compartidos desde el afecto y la resistencia. Por eso, desde muy joven usó su voz para el liderazgo.

Su camino en la docencia también está marcado por la música y el activismo. Pero también ha estado atravesado por un proceso íntimo de autoafirmación. Salió del clóset a los 21 años. Lo hizo sabiendo que su existencia como mujer indígena bisexual no encajaba en los moldes tradicionales, ni dentro de los activismos mestizos, ni dentro de los espacios comunitarios marcados por el conservadurismo.

El nacimiento de Chawpi Runakuna hace dos años fue un acto político. “Nos nombramos así porque en nuestros idiomas no existen etiquetas como lesbiana o gay, pero sí conceptos que nos permiten resignificar nuestras existencias desde nuestra propia cosmovisión. Chawpi es lo intermedio, lo que rompe la binariedad. Lo que está en el centro y conecta lo masculino y lo femenino. Y Runakuna es el ser humano ligado a la tierra, al territorio”, explica. Sin embargo, acepta que estas etiquetas, que aunque modernas, sirven para que se mantenga este entendimiento a todo nivel.

En un país donde la historia oficial ha negado sistemáticamente la existencia de las diversidades dentro de los pueblos originarios, Chawpi Runakuna propone una lectura contraria: “Lo marica no es algo moderno ni importado. Siempre hemos existido. Solo que nos quisieron borrar”. Por esa razón no existen datos sobre cuántas personas LGBTIQ+ indígenas existen en Ecuador. En el año 2022, el censo menciona que 270.000 personas adultas se identificaron como parte de esta población, siendo el 2,4 % de todos los ecuatorianos.

Con esto coincide el historiador quiteño Héctor López. “No se tienen suficientes registros de qué es lo que ocurría con las disidencias sexuales en el mundo precolombino andino. Las crónicas de aquellos años solo hablan de relaciones sexuales homosexuales en culturas de la Costa como la Huancavilca, de las cuales también hay vestigios en piezas arqueológicas que datan con 2.500 años de antigüedad”. El experto también hace alusión a la investigación del estadounidense Michael J. Horswell, quien registró que entre la cultura kiwcha existieron sacerdotes a los que se llamaba kari-warmi, es decir hombre-mujer, cuya labor era mediar entre lo masculino y lo femenino de un universo andino, transgrediendo desde la vestimenta al usar elementos de ambos géneros, hasta la práctica erótica con otros individuos del mismo sexo en ciertos rituales que convocaban una presencia andrógina a favor del sol.

Por esta razón, el buscar en el pasado es importante para autorepresentarse. “Para nosotros antes que la etiqueta de ser lesbiana es más importante la de ser indígena, nuestra raíz es esa. Vamos a ser más maricas estando en nuestros Raymis. Esa es nuestra esencia”, señala y recuerda que esta es la segunda vez en la que asistirá a la Marcha del Orgullo en Quito porque no lo hacen un 21 de junio, día del Inti Raymi.

@chawpi.runakuna.l 🏳️‍🌈🏳️‍⚧️ ¡Ayllu! El 17 de mayo se conmemora el Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia, lesbofobia y la Bifobia. El 17 de mayo de 1990, la Asamblea General de la OMS eliminó la homosexualidad de la clasificación internacional de enfermedades mentales, lo que marcó un punto de inflexión en la lucha contra la lgbtifobia. En el marco de esta fecha como kichwa runakuna queremos visibilizar la discriminación y violencia racista y homofóbica que sufrimos las personas LGBT Indígenas en el Ecuador. Exigimos respeto, reconocimiento y apoyo al cumplimiento de nuestros derechos en los pueblos y nacionalidades. Exigimos vidas dignas, seguras y acompañadas. Porque recuerda *¡Nuestra existencia es ancestral!*✊🏾🌱 #lgbtindigenas #lgbtescuador #lgbt #indigenaslgbt #🏳️‍🌈 #indigenas #ecuador #colectivaslgbt #diainternacionalcontralahomofobia ♬ sonido original - 🏳️‍🌈Chawpi Runakuna -LGBT EC

TikTok como herramienta de representación

La colectiva está integrada por siete personas indígenas sexodisidentes de distintas provincias. Solo tres pueden mostrarse públicamente. El miedo, la discriminación y la violencia persisten. Pero, para Ninari, cada paso es una semilla: “Aún es imposible para un compa runa que viva en territorio indígena ser libre. No solo por su familia sino por el colonialismo impuesto por las religiones católicas y evangélicas”.

Ahora, por medio de las redes sociales han podido llegar a más personas, incluso desafiando la privacidad de algunos de sus miembros dentro de sus territorios. En su cuenta publicaron un clip el pasado mes de mayo que se volvió viral con más de 60.000 reproducciones. Y desde allí ahora encuentran un espacio para encontrar visibilidad. Aunque tristemente, Ninari cuenta que en algunos territorios la llaman ‘la convertidora’.

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Su trabajo no solo se limita al aula ni a la militancia. También ha llevado su mensaje al arte. Es autora de Mawka Juyay, la primera canción LGBTIQ+ en kichwa, que se traduce como “Amor antiguo” y que ha presentado en varios encuentros de activismo. En ella, Ninari canta a los afectos que han existido desde siempre, aunque hayan sido silenciados.

En un país marcado por la colonialidad, el racismo y la homofobia, las voces como la de Ninari Chimba abren caminos. Desde la educación, el arte y la memoria, reclama un lugar para quienes históricamente han sido marginados incluso dentro de los márgenes. Porque ser marica, dice ella, también es una forma de volver a casa.

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