Cero Puguin
El cerro Puguin, conocido como Francés Urco o cerro del francés, ubicado a 18 kilómetros del Parque Calderón.Claudia Pazán / Expreso

Cerro Puguin, un sitio donde se junta la historia de dos épocas

Cuenca esta rodeado de elevaciones consideradas como una especie de santuarios para los pueblos precolombinos

Cuenca está rodeada de cerros que fueron considerados, durante la época prehispánica, como santuarios de altura y puntos estratégicos para la organización social.

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En la obra del arqueólogo Hugo Burgos Guevara titulada 'Santuarios de Tomebamba' se hace referencia a por lo menos 10 cerros considerados como una especie de santuarios de altura y de gran importancia para los pueblos precolombinos.

Dentro de esta lista está el cerro Puguin, actualmente conocido como Francés Urco o cerro del francés, ubicado a 18 kilómetros del Parque Calderón, en la parroquia Tarqui, sur de Cuenca.

(Los invitamos también a leer: Un santuario de objetos de la cultura afroecuatoriana)

Para el arqueólogo Juan Pablo Vargas este lugar es de gran importancia porque en él confluyen dos épocas: el uso dado por los pueblos originarios y el que le dio la misión geodésica para sus importantes avances investigativos.

placa cerro Paguin
De esta parte de su historia aún se conserva en la cumbre un obelisco con una placa que narra el acontecimiento.claudia Pazán / Expreso

El arqueólogo explicó que, durante la ocupación inca al territorio cañari, establecieron un patrón que buscaba similitudes entre varios cerros que en ese momento eran considerados sagrados y trataron de trazar líneas imaginarias entre ellos.

Adicional, estos lugares de altura estaban relacionados a las rutas de peregrinación o religiosa, de adoración para los sacrificios humanos de niños inmaculados y también para determinar las festividades andinas.

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En la época hispánica, este cerro fue uno de los puntos de referencia utilizados por la Misión Geodésica Francesa que visitó el lugar entre 1739 y 1742 desde donde se realizaron mediciones que establecieron la forma y tamaño de la Tierra.

De esta parte de su historia aún se conserva en la cumbre un obelisco con una placa que narra el acontecimiento.

Para llegar a la cima los visitantes deberán subir 650 escalones de madera y a medida que se asciende la vista es privilegiada. Sobresalen las llanuras de la parroquia Tarqui, el recorrido de uno de los cuatro ríos de la ciudad y los demás cerros que rodean a la ciudad.

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