
Caso Las Malvinas: Peritajes y nuevos testigos marcan el séptimo día de juicio
La hermana de un militar que colaboró con la Fiscalía afirmó que recibió un video. La acusación tiene más de 200 pruebas
El séptimo día de audiencia del juicio por la desaparición forzada de Nehemías, Josué, Ismael y Steven, en el denominado caso Las Malvinas, se desarrolla este lunes 17 de noviembre de 2025, en Guayaquil.
El perito encargado del informe sobre la segunda reconstrucción de los hechos concluyó su testimonio ante el tribunal, integrado por los jueces José Suárez Chávez, Kelttya Martina López Burgos y Smirnova Lariza Calderón Uría. Su exposición se centró en los hechos narrados por cuatro soldados que participaron de la detención de los menores, el 8 de diciembre de 2024.
Posteriormente declaró la hermana de uno de los militares que colaboró con la Fiscalía en el proceso de esclarecimiento. La Fiscalía solicitó que la testigo relatara lo que conoce, y ella afirmó que su hermano, miembro de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), le envió un video que captó agresiones contra los menores por parte de otros integrantes de las fuerzas públicas.
Según explicó, si familiar le reenvió el archivo porque el subteniente John Zabala España ordenó que todos los uniformados eliminaran los videos y porque durante la detención de los niños "las cosas se estaban saliendo de control".
Aunque el video todavía no se proyectó en la sala —pues la audiencia continúa en la fase de presentación de testimonios y más adelante iniciará la exhibición de pruebas documentales, audiovisuales y periciales— la mujer describió con precisión lo que observó. Según su relato, las imágenes muestran a un militar golpeando en la cabeza a Nehemías, de 15 años, con la trompetilla de su fusil, mientras lo insultaba. Recordó que una de las frases pronunciadas fue: “Agradece que no te metí un tiro”. Añadió que otros soldados también aparecen agrediendo a los demás adolescentes.
La importancia del video en la teoría de la Fiscalía
Su testimonio coincide con los hallazgos de la reconstrucción de los hechos, donde se detallan los abusos cometidos contra los cuatro jóvenes antes de su muerte. Sus cuerpos fueron encontrados el 24 de diciembre de 2024 desmembrados, calcinados y con impactos de bala en el sector de Taura, una zona despoblada con presencia de bandas organizadas.
Tras esta declaración, el tribunal escuchó a un perito en antropología forense, encargado de explicar los procedimientos aplicados en el análisis de los restos humanos y la manera en que se establecieron las identidades de las víctimas.
La Fiscalía anunció una lista de 46 testigos —siete ya comparecieron— y 182 pruebas documentales. Los militares procesados también presentarán a sus testigos de descargo, quienes comparecerán en las próximas semanas.
La prueba de cargo de la Fiscalía
El fiscal del caso Christian Farez Falconí ha presentado una larga lista de testigos y pericias, cuya finalidad es sostener su acusación de culpabilidad para los 17 militares. Entre las pruebas están:
- Comunicaciones oficiales y reportes institucionales:
- Informes de la Policía Nacional.
- Oficios y partes militares relacionados con operativos en Taura y sectores aledaños.
- Reportes de unidades especializadas (DINASED, GOE, GIR, UCOF, Criminalística).
- Comunicaciones internas de las Fuerzas Armadas sobre relevos, personal movilizado, patrullajes y uso de armamento.
Acreditan:
– Movilización de unidades militares y policiales en el área donde desaparecieron los adolescentes.
– Identificación del personal que estuvo de turno o en operaciones el día de los hechos.
– Trazabilidad de órdenes, comunicaciones y movimientos institucionales.

- Actuaciones de investigación e informes policiales:
- Actas de levantamiento de indicios.
- Informes de inspecciones oculares técnicas.
- Reconstrucciones de los hechos.
- Análisis de trayectorias, manchas de sangre, escenas secundarias y restos de combustión.
- Informes de entrevistas y versiones recabadas por la Policía Judicial.
Acreditan:
– La existencia de múltiples escenas asociadas al caso.
– Señales de violencia, uso de armas de fuego y posible manipulación de cuerpos.
– Rutas y tiempos que coinciden con la desaparición y posterior hallazgo de restos.
- Prueba pericial forense
- Peritajes de antropología forense.
- Peritajes de genética, cotejo de ADN y determinación de identidad.
- Análisis de restos óseos, quemaduras, impactos de bala y desmembramiento.
- Peritajes de medicina legal y autopsias.
- Informes de balística, mecánica de armas y trayectoria de proyectiles.
Acreditan:
– La identidad plena de las víctimas.
– Evidencia de torturas, golpes, heridas contusas y penetrantes.
– Impactos de bala compatibles con armas de uso militar.
– Que los cuerpos fueron desmembrados y calcinados.

– Que existió un proceso de ocultamiento y destrucción de evidencias.
- Registros audiovisuales, georreferenciación y análisis tecnológicos:
- Videos de cámaras de seguridad (vía pública, UPC, gasolineras, peajes, comercios).
- Fotografías periciales.
- Informes de extracción de datos de celulares, chats, metadatos, ubicaciones.
- Análisis de antenas telefónicas, rutas GPS y coincidencias de geolocalización.
- Mapas de calor y cronogramas de desplazamientos.
Acreditan:
– Movimientos de víctimas y sospechosos.
– Presencia de personal militar y vehículos tácticos en puntos clave.
– Desplazamientos hacia la zona donde se hallaron los cadáveres.
– Inconsistencias entre versiones de presuntos responsables y datos reales.
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