
Caso Alvarado Campi: Lo que la UAFE debe hacer, masticado y digerido
ANÁLISIS. Luego de esta explicación, si la UAFE no ejerce sus facultades para investigar a Alvarado es porque no quiere
El valor que pagó la empresa Galamedios es de 2,6 millones de dólares para la compra del 80 % de la empresa Holdingvision, productora del contenido de Radio Centro; y la totalidad de la empresa Levascan, dueña del portal digital La Posta. Salvo que se trate de fondos manejados en el exterior, la transacción para la compra de estas empresas debió quedar en registros bancarios locales.
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Y en ese supuesto:
- Debió alguien depositar la inversión inicial en la cuenta bancaria de Galamedios.
- De esta cuenta bancaria de Galamedios se debió transferir el dinero a las cuentas bancarias de los vendedores de esas empresas.
Ahora hay que tomar en consideración lo siguiente: Quien deposita los 2,6 millones de dólares en la cuenta bancaria de Galamedios no es el accionista, según el perfil que todos conocen. Es un tercero, en una empresa recién constituida. La pregunta clave es: ¿quién es este tercero?
El Área Antilavado de los bancos tendría que haber verificado (porque está obligado por ley) quién le transfirió estos fondos. Esto se llama origen de los fondos.
Galamedios S.A.S., empresa de Luis Alvarado, legislador alterno de ADN, adquirió recientemente dos compañías por 2,6 millones de dólares. Surgen cuestionamientos sobre cómo financió la inversión, ya que su patrimonio declarado es de apenas 66.279,31 dólares.
— Diario Expreso (@Expresoec) October 2, 2025
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Los balances contables de Galamedios deben registrar las cuentas por pagar a este tercero.
Si los bancos no reciben esta información, están obligados por la ley a reportarlo a la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE).
El artículo 26 de la Ley de Prevención de Lavado de Activos establece que en ningún caso, los sujetos obligados a informar, podrán invocar el sigilo o reserva bancarias, ni el secreto profesional o fiscal, para negar el acceso o demorar la entrega de la información solicitada, en el ámbito de la competencia de la Unidad de Análisis Financiero y Económico.
La Superintendencia de Compañías, por su parte, tiene la responsabilidad de ejercer debida diligencia a través de la Dirección Nacional de Prevención de Lavado de Activos. Este proceso incluye verificar la procedencia de los fondos, la solvencia del inversionista y la trazabilidad de las transferencias. La pregunta que surge es si dicha supervisión se realizó y si la Dirección -bajo su actual titular- emitió algún reporte interno o recomendación al respecto.
La UAFE puede hacer una revisión del origen de los fondos de este dinero que recibió Galamedios. Aquí otra pregunta: ¿La UAFE y su director José Julio Neira están dispuestos a investigar estas transacciones sospechosas o las dejarán pasar?
El contexto del caso Alvarado Campi y Galamedios
El caso cobra relevancia pública por tratarse de un legislador alterno, Luis Ricardo Alvarado Campi, dueño de la empresa Galamedios, quien declaró un patrimonio de 66.279,31 dólares, según su informe del 1 de agosto del 2025. Sin embargo, constituyó la compañía y protagonizó una operación millonaria por 2,6 millones de dólares. Los reportes societarios muestran que Galamedios se creó con un capital de 50.000 dólares, lo que acentúa la brecha entre su capacidad declarada y la magnitud de la inversión. A esto se suma que el gerente de dicha empresa, Víctor Guivernau Escobedo, es el suegro de la segunda vicepresidenta de la Asamblea Nacional, Mishel Mancheno.
Luego de esta explicación, si la UAFE y las autoridades de control competentes no ejercen sus facultades es porque simplemente no quieren hacerlo.
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