Quito

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Son 1.200 Bomberos que se están desplegando para los trabajos de limpieza y lineas de contención.Foto: Karina Defas / EXPRESO

Zonas vulnerables de Quito reciben protección contra incendios forestales

Se busca evitar tragedias como las de 2024, con la participación de brigadas barriales y campañas puerta a puerta

En medio de la densa vegetación de zonas vulnerables de Quito, brigadas del Cuerpo de Bomberos avanzan con machete en mano, abriendo caminos entre la maleza y cortando hierba seca. Este trabajo no es casual: busca crear líneas de fuego o franjas cortafuego de tres metros, una medida preventiva fundamental para evitar que los incendios se propaguen y pongan en riesgo a las viviendas.

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Así lo explica el suboficial Richard Sagba, quien detalla que cortar césped, ramas secas y chilca -material altamente combustible- es parte de una estrategia activa para disminuir el riesgo de incendios provocados por personas que, en ocasiones, han encendido fogatas o botado colillas en estas áreas. 

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“Abrir estas líneas de contención es clave para evitar que un incendio se propague rápidamente”, señala Sagba, quien, junto a una cuadrilla de ocho bomberos, trabaja en estos espacios del valle de Tumbaco y Quito, con resultados positivos en los últimos dos meses.

Pero la prevención no solo se queda en el trabajo directo sobre el terreno. Sebastián Pillajo, jefe de la Unidad de Patrimonio Natural de la Secretaría de Ambiente, enfatiza que la lucha contra los incendios forestales es un trabajo de largo plazo. En ese sentido, la Secretaría ha diseñado una estrategia de diez años basada en cinco ejes prioritarios, en cumplimiento de la ordenanza 075 sobre prevención y manejo integrado del fuego.

Creación de brigadas comunitarias

Entre las acciones destaca la conformación de brigadas comunitarias junto al Cuerpo de Bomberos, con el objetivo de fomentar la prevención a nivel barrial y comunal. Para ello, se han planificado más de 200 sesiones de sensibilización, orientadas a generar conciencia en las zonas más susceptibles de la ciudad.

Uno de los proyectos piloto más innovadores que se implementará próximamente es el “pirojardín”, una franja cortafuegos creada con especies nativas resistentes al fuego, como algarrobos, pencos y cabuyas. Esta vegetación estratégica busca reducir la velocidad de propagación del fuego, aprovechando la naturaleza para proteger la ciudad. Las primeras franjas cortafuegos se realizarán en sectores como El Panecillo y Guápulo.

Juntos Contra el Fuego

Además, se ha lanzado la campaña comunicacional “Juntos Contra el Fuego”, que incluye ferias informativas, recorridos permanentes y charlas educativas. En apoyo a la respuesta rápida, se ha habilitado un reservorio de agua tratada en Emgirs, Pifo, que permite al helicóptero del Cuerpo de Bomberos contar con un suministro constante para intervenir de manera eficiente en emergencias, especialmente en las zonas del valle, como Tumbaco, Valle de Los Chillos y Eugenio Espejo, donde la vulnerabilidad es mayor.

El funcionario destaca que estas acciones han mejorado la respuesta ante incendios. La comunidad está más consciente y capacitada para evitar quemas abiertas, que en años anteriores causaron pérdidas significativas. “Hemos iniciado procesos sancionatorios contra 11 personas sorprendidas quemando maleza de manera ilegal, gracias a la vigilancia ciudadana y al trabajo coordinado entre instituciones”, resalta.

Incendios Quito
Bomberos y la AMC realizan operativos en distintos puntos para evitar las quemas a cielo abierto.Foto: cortesía

El trabajo con la comunidad se extiende a campañas puerta a puerta y a la implementación de guardabosques en sectores como Tumbaco, Nayón, Zámbiza y Cumbayá, donde semanalmente se ofrecen charlas para evitar fogatas y quemas no autorizadas. En 2024, según cifras del Cuerpo de Bomberos, se registraron 340 eventos forestales que afectaron 2.400 hectáreas, cifras que hoy se intentan reducir con estas medidas preventivas.

La capitana Diana Villacrés, jefa de la Brigada del Cuerpo de Bomberos del Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), detalla el plan estratégico para la época seca 2025, basado en tres pilares: prevención, mitigación y monitoreo, además de preparación y respuesta inmediata. Desde marzo, se han realizado capacitaciones y talleres dirigidos a estudiantes y comunidad en zonas vulnerables, fortaleciendo la vigilancia y la comunicación inmediata a través de chats comunitarios.

Esta red de comunicación ha demostrado su eficacia, pues ha permitido la rápida atención de emergencias por conatos de incendios, especialmente en el valle de Tumbaco, donde el monitoreo constante ha detectado quemas de basura en menor escala que años anteriores. Se han instalado cámaras de vigilancia y se mantienen líneas de control con limpieza de vegetación para facilitar el ingreso oportuno de vehículos bomberiles.

Además, se están implementando gabinetes forestales en puntos estratégicos como la González Suárez, Nayón, Pifo, Bellavista, Itchimbía y Matodontes, que permiten a la comunidad contar con recursos básicos para mitigar conatos antes de la llegada de los bomberos.

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Cristian Rivera, técnico en gestión de riesgos, enfatiza la importancia de las acciones anticipatorias. “La prevención debe ser la prioridad. Es necesario instalar sistemas de alerta temprana, vías de acceso forestal, revisar el sistema de hidrantes rurales y sancionar a quienes realicen quemas. No se trata solo de apagar incendios, sino de evitarlos desde el origen”, señala.

Rivera agrega que el 99 % de los incendios forestales tienen origen humano, por lo que se requiere una respuesta integral que involucre a arboristas, agrónomos, la comunidad y toda la institucionalidad del Municipio. Además, propone evaluar el cierre temporal de parques metropolitanos y reservas ecológicas durante la época de mayor riesgo.

Gustavo Chiriboga, supervisor de la AMC, destaca que el despliegue interinstitucional ha permitido contener numerosos focos antes de que se convirtieran en grandes incendios. 

“No solo estamos sancionando, estamos previniendo. La ciudadanía ha jugado un rol fundamental con sus reportes y ahora está más consciente del riesgo”, afirma. 

Con 1.200 efectivos del Cuerpo de Bomberos operando en 26 estaciones del DMQ y más de 400 personas dedicadas a la socialización comunitaria, Quito enfrenta el inicio de la época seca con un plan robusto, que busca evitar que se repita la devastación del año anterior. La clave: trabajar juntos, anticiparse al fuego y fortalecer la conciencia ambiental.

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