Quito

AGUA SUR
Provisión. En algunos barrios del sur de Quito, ayer aún continuaba el abastecimiento de agua potable mediante tanqueros.Karina Defas / Expreso

El servicio de agua potable llega a Quito y se restablece con intermitencias

El Municipio informó que el 88 % de barrios del sur ya están abastecidos, pero en varias zonas la situación no se normaliza

Las largas filas de personas que portan baldes, canecas y botellones se redujeron el jueves, conforme aumentaba el flujo de agua potable hacia los barrios de seis sectores del sur que se quedaron sin el servicio desde el deslizamiento ocurrido en el sector de La Mica, el pasado 9 de julio.

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Sin embargo, el desabastecimiento de agua todavía no se ha resuelto totalmente, y los habitantes de barrios como La Perla de Guamaní, 18 de Octubre, El Rocío, Caupicho y otros sectores esperaban con ansias que el servicio se regularizara luego de 15 días

En ciertas zonas, los moradores aguardaban a que el agua volviera a caer por los grifos la tarde del miércoles, pero no sucedió. Teresa Banchón, de la cevichería La Isla del Pez, en La Perla, cuenta por ejemplo que se puso contenta cuando vio que por la mañana al fin volvió el líquido a las tuberías de la cocina y el baño del restaurante. Ese momento, por si acaso, recolectó un poco en las ollas, porque no llegó con fuerza. Sin embargo, la alegría duró poco, porque pronto el servicio se cortó.

Entonces, debió retomar la estrategia de llenar baldes de agua para poder trabajar. Pese a la incomodidad, la mujer ha tomado esta situación con un espíritu reflexivo, pues considera que hay que recordar la fuerza de la naturaleza, que inesperadamente puede ocasionar emergencias como esta. 

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Alternativa. Habitantes de sectores altos acudieron a vertientes para recolectar agua y usarla en baños, hasta que el servicio llegue.Karina Defas / Expreso

A pesar de los contratiempos, Banchón no reclama porque se ha mantenido informada. “Es una tubería grande y están ocupándose para arreglarla. Es un trabajo peligroso y hay que saber valorar el esfuerzo. A veces con lluvia, en ese frío que hace allá, no paran”, dice. Ahora solo espera que pronto todo vuelva a la normalidad para que las ventas suban, porque sus ingresos han bajado a la mitad debido a los cortes de agua.

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Cerca de las 15:00 de ayer, ella y Jéssica Vega se proveían de agua en un tanquero. Vega esperaba su turno junto a una niña pequeña y otro joven. Estaba cansada por el sol. Esa ha sido su rutina en los últimos días y espera que pronto termine. No le interesa conocer las causas del corte de agua, tampoco reclama al Municipio por ello, pero sí cree que ha habido desorganización en cuanto al abastecimiento por tanqueros

“Pasamos mal porque no hay agua para ducharse, para el baño, para la comida, para todo. Toca esperar el tanquero y a veces no alcanza el agua para toda la gente y nos quedamos sin nada”, lamenta. En su barrio ha empezado a caer el líquido, aunque a cuentagotas, pero en otros más altos, como el 18 de Octubre, ni eso. 

La restitución del servicio es paulatina

Según el Cabildo, el 88 % de los barrios ya disponen de agua potable tras la emergencia. Este sitio forma parte, entonces, del 22 % restante. 

Hay personas que se las ingenian para no depender solo de los tanqueros. Ayer, 14 ciudadanos fueron a lavar ropa en las lavanderías comunitarias en la vertiente de la Nueva Aurora. Llevaban grandes baldes y tinas de ropa a las piedras de lavar. Si bien suelen estar algo ocupadas, no son tan concurridas como en los últimos días. 

Otros, como Viviana Curicama y su familia, llegaron para recoger agua en canecas y llevarla hasta el barrio 18 de Octubre, el cual aún no recibe el servicio. Ella no reside ahí, pero acudió a ayudar a su cuñado y sobrina a recolectar líquido de la vertiente para el baño; mientras que para la cocina buscarán un tanquero, porque la necesitan más limpia. Hasta su sector a veces llegan esos vehículos, pero no siempre alcanza la provisión para todos. 

También les ayudaba Ángel Taday, un habitante del barrio Jesús del Gran Poder, del sector del Camal Metropolitano. A su casa llegó un poco de agua en la mañana, pero no sabe si el servicio sigue en funcionamiento. 

Señala que en estos días, en el Camal ofrecían agua para la gente por un par de horas. Han sido jornadas difíciles, admite, pero entre todos han buscado formas de darse la mano y han recibido la solidaridad de la gente, que les dona bidones de agua pura. Ahora todos esperan que este mal momento pase para volver a la normalidad.

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