
Quito aplicará un nuevo esquema de cobro de basura: ¿cómo funcionará?
El Municipio trasladará el cobro de la tasa a la planilla de agua, tras la prohibición de hacerlo en la de energía eléctrica
El Municipio de Quito ya tiene listo el proyecto de ordenanza que permitirá trasladar el cobro de la tasa de recolección de basura desde la planilla de energía eléctrica hacia la del agua potable, luego de que la Empresa Eléctrica Quito (EEQ) notificara la imposibilidad legal de mantener ese mecanismo de recaudación.
Te invitamos a leer: Eléctrica Quito se ratifica y rompe convenio con Emaseo de forma anticipada
En un documento, la EEQ explicó que la decisión se basó en normas del sector eléctrico que prohíben indexar cobros ajenos al servicio de energía a las tarifas eléctricas.
Asimismo, la empresa eléctrica sostuvo que su resolución está “estrictamente fundamentada en la normativa vigente y en las disposiciones del Ministerio de Ambiente y Energía, así como de la Agencia de Regulación y Control de Electricidad”.
Ante esta situación, el Municipio anunció que asumirá temporalmente el costo del servicio, que bordea los $ 6 millones mensuales, hasta que la ordenanza de defina el cobro entre en vigencia.
“Fue una decisión arbitraria. Tenemos un convenio con la EEQ hasta diciembre de 2025 y deberían prestarnos ese servicio”, señaló Pabel Muñoz, este 28 de octubre de 2025, quien además cuestionó la falta de apoyo del Gobierno Nacional a los gobiernos locales.
Nuevo esquema de cobro
El proyecto de ordenanza, que el Cabildo tiene previsto presentar el 30 de octubre, establece que el cobro se incluirá en la planilla de agua potable, con un esquema diferenciado según las condiciones socioeconómicas de los usuarios.
“Los segmentos de menor condición socioeconómica pagarán lo mismo o incluso menos de lo que pagaban en la planilla de luz. En cambio, los sectores comerciales, industriales y de mayores ingresos asumirán un incremento proporcional a su capacidad económica”, explicó el alcalde.
La medida busca mantener la equidad en la contribución ciudadana y no afectar a los hogares más vulnerables. Los cálculos técnicos y financieros ya están listos, según Muñoz, aunque el cambio implicará una reducción en el número de abonados: mientras la EEQ registraba 1,2 millones de suministros, la Empresa de Agua Potable cuenta con algo más de 700.000, lo que supone una pérdida de cerca de 500.000.
Impacto financiero y reclamos al Gobierno
El alcalde insistió en que esta medida de transición representa un golpe financiero para el Municipio, que deberá destinar recursos de su presupuesto corriente para cubrir los costos del servicio, al menos los dos últimos meses del año. Además, recordó que el Gobierno mantiene una deuda de $ 141 millones con Quito, lo que agrava la situación.
“Vamos a seguir peleando en lo jurídico, aunque sabemos que no hay mucha esperanza. Es un tema de justicia. Pero estamos listos para enviar la ordenanza y garantizar que el servicio continúe”, enfatizó Muñoz.
¿Quieres acceder a todo el contenido de calidad sin límites? ¡SUSCRÍBETE AQUÍ!