
Quito sin agua: la solidaridad barrial se activa frente a la emergencia
Frente a la emergencia hídrica en Quito, casas barriales se han convertido en centros de acopio, con apoyo de los vecinos
Desde el 9 de julio de 2025, más de 200 barrios del sur de Quito enfrentan la peor emergencia por falta de agua en la historia reciente de la ciudad. Un deslizamiento destruyó 350 metros de una tubería del sistema La Mica-Quito Sur, dejando sin abastecimiento a cerca de 400.000 personas. Pero en medio del caos, la solidaridad y la organización comunitaria también han prevalecido.
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“Las emergencias nos unen”, dice Verónica Nolivos, vecina del barrio Garrochal. Y esta no ha sido la excepción. Al principio, recuerda, la desesperación dominaba: las personas corrían hacia el ojo de agua del barrio, se empujaban y hasta se caían por intentar llenar unos cuantos baldes. Hoy, gracias al trabajo conjunto, hay orden. Con gradas improvisadas y turnos entre vecinos, la recolección del líquido fluye de forma más segura y equitativa.
La crisis, declarada como la más grave por el alcalde Pabel Muñoz, ha sido enfrentada no solo con medidas institucionales. Han sido las manos de los vecinos las que, literalmente, han cargado botellones, instalado mangueras, coordinado la transportación y activado redes de solidaridad.
Ayuda desde Solanda, en el sur
Las casas barriales se han transformado en centros de acopio. Desde el martes 15 de julio, en la casa comunal de Solanda, donde funciona el Comité Central Promejoras, en el parque Ecológico, han llegado decenas de personas a dejar su ayuda.
Vecinos como Francisco Quezada transportan botellones hasta centros infantiles, como en Nueva Aurora; y Gerardo Bonilla, parte de la directiva del comité, ha puesto a disposición una manguera que provee el líquido vital a quienes llegan con recipientes.
Asimismo en San Gregorio, en Chillogallo, aunque el barrio aún cuenta con agua, la casa barrial se abrió como centro de recolección para abastecer a sectores cercanos sin servicio. También se habilitó un ojo de agua cercano a una quebrada y, con la ayuda de los moradores, se construyó un acceso con gradas. Gracias a esta acción conjunta, se está llevando agua a barrios como Santa Ana, El Prado, El Tránsito, Tréboles del Sur y Santa Rosa.
Gina Avilés, residente de San Gregorio, comenta que decidieron organizarse para usar el ojo de agua del barrio, implementando medidas para facilitar la recolección del líquido. “Los sureños somos solidarios, nos ayudamos entre nosotros”, sostiene.
La solidaridad también se extendió al ámbito académico. La Universidad Central del Ecuador ha sido otro pilar. Allí se recolecta agua que luego es llevada a colonias vacacionales de 30 barrios del sur. Estudiantes y docentes han colaborado con botellones, recursos económicos y voluntariado. “Cada aporte, por pequeño que sea, hace una gran diferencia”, comenta uno de los voluntarios.

El tejido barrial sigue fuerte
Isabel Vargas, presidenta de la Federación de Barrios de Quito, destaca que en el congreso barrial del sábado pasado, ante la crisis, se resolvió priorizar la ayuda a los niños, adultos mayores y centros infantiles. “Solanda está en el corazón de Quito y decidimos ayudar desde ahí. Llevamos más de 100 litros diarios desde el martes”, asevera.
Rosario López, presidenta del Comité Promejoras de Solanda, lo resume con un refrán popular: “Hoy por ti, mañana por mí”. Para la dirigente, esta emergencia ha demostrado que el tejido barrial sigue fuerte, incluso cuando las condiciones básicas fallan. “Hemos gastado de nuestro bolsillo, los negocios han donado, los vecinos ponen para la gasolina... Lo importante es que nadie se quede sin agua”, dice. Vargas recalca que lo importante es sumar esfuerzos, sin importar la cantidad de líquido que cada vecino aporte.
Desde el inicio de la emergencia, el Municipio de Quito también habilitó siete puntos donde se reciben donaciones de agua embotellada, bebidas hidratantes y pañitos húmedos.
Esta semana, 600 familias en condiciones de pobreza extrema y adultos mayores, del barrio San Francisco de Huarcay, en Quitumbe, recibieron donaciones de agua embotellada en sus hogares.
La empresa privada se ha sumado a la donación del líquido vital, así como instituciones educativas, la Agremiación de Restaurantes de Pichincha y la Delegación de la Unión Europea en Ecuador.
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