
Muñoz confronta al Gobierno y defiende su gestión en la ciudad
Muñoz defiende avances en obras, movilidad, seguridad y programas sociales, durante sesión solemne
En la sesión solemne por los 491 años de Fundación de Quito, el alcalde Pabel Muñoz pronunció uno de los discursos más críticos de su gestión. Frente a autoridades locales y nacionales, afirmó que la ciudad ha vivido “un año marcado por ataques burdos” y por decisiones del Gobierno central que —según dijo— han frenado obras, inversiones y proyectos estratégicos para la capital.
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Un discurso marcado por críticas al Gobierno
Muñoz inició su intervención con un homenaje a la historia, identidad y resiliencia de los quiteños, pero pronto el tono solemne dio paso a un balance político cargado de cuestionamientos. El Alcalde aseguró que el Ejecutivo mantiene una deuda de $ 187 millones con la ciudad y que los pagos recibidos llegaron “mitad en efectivo y mitad en bonos de hasta cinco años plazo”, mecanismo que —según señaló— limita la capacidad operativa del Municipio. “Hoy nuestras cuentas registran cerca de 300 millones de dólares en bonos. Eso frena la obra pública”, enfatizó.
Reclamó, además, que Quito no ha obtenido una respuesta formal sobre la ampliación del Metro, pese a las conversaciones mantenidas hace un año. Tampoco se ha autorizado la gestión de financiamiento con banca multilateral para impulsar la extensión del sistema de transporte masivo.
En su pronunciamiento, enumeró varios obstáculos administrativos que —a su criterio— han trabado la gestión municipal: dos años sin autorización para adquirir armas no letales para la Policía Metropolitana; cinco meses de retraso en la aprobación de proyectos bajo la modalidad de asociaciones público-privadas como la Ruta Viva y el Complejo Ambiental; y la “arbitraria eliminación” del cobro de la tasa de aseo en la planilla eléctrica, pese a la existencia de un convenio vigente.
Plan para modernizar transporte y recuperar la vialidad
Tras la parte más dura de su discurso, Muñoz apeló al optimismo y habló del “renacer de Quito”. Aseguró que 2.100 de las 3.001 obras planificadas ya fueron entregadas, con una inversión acumulada de USD 1.900 millones y una ejecución presupuestaria superior al 80%.
Entre los avances, destacó programas de nutrición y salud para niños y jóvenes, la repotenciación de 96 Quito Wawas, 20 unidades educativas, 56 Casas Somos, centros de salud y comedores comunitarios, además de ayudas alimentarias para 5.000 menores.
En movilidad, resaltó que el Metro de Quito superó los 100 millones de viajes y celebró la incorporación de trolebuses eléctricos, equivalentes —según dijo— a “plantar cinco millones de árboles”. Para 2026 anunció el “año más ambicioso” en modernización del transporte público y recuperación vial. En seguridad, expuso trabajos en 1.723 parques, mejoras en espacios peatonales, 27 kilómetros de soterramiento de cables, 1.182 operativos interinstitucionales y más de 8.000 títulos de propiedad entregados.
Analía Ledesma
Una hoja de ruta para enfrentar los desafíos urbanos
La concejal Analia Ledesma cuestionó varios puntos del discurso y advirtió que los retrasos en asignaciones presupuestarias, la falta de coordinación interinstitucional y las trabas administrativas afectan directamente la capacidad de inversión y la ejecución de obras estratégicas para la ciudad. Señaló que Quito necesita decisiones responsables, planificación urbana y equidad territorial para atender las demandas de una población que supera los 2,7 millones de habitantes.
Ledesma planteó además una hoja de ruta urgente: asegurar financiamiento para proyectos prioritarios; acelerar la ampliación del transporte masivo; fortalecer la seguridad con equipamiento adecuado; impulsar programas de vivienda y regularización urbana; y promover mecanismos de cooperación entre el Municipio, el Gobierno central y organismos internacionales. “Quito requiere decisiones claras y coordinación permanente”, concluyó.