
Comerciantes denuncian inseguridad y pérdidas ante demora del proyecto Quitopía
Anunciado en 2023, el centro comunitario en una exestación de Trolebus aún no se concreta.
Lo que alguna vez fue uno de los puntos neurálgicos del transporte público en Quito, hoy permanece en estado de abandono. La exestación del Trolebús La Y fue propuesta en 2023 como el lugar donde arrancará el proyecto urbano y social Quitopía La Y, promovido por el Municipio. Dos años después, los avances son mínimos y el lugar continúa generando preocupación entre vecinos y comerciantes.
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En 2018, la estación dejó de operar y desde entonces, el sector ha experimentado un notorio deterioro. Malos olores, basura, vidrios rotos, rejas oxidadas y estructuras abandonadas son parte del paisaje actual en un sitio que en su momento registraba un alto flujo de personas.
Deterioro y desuso marcan la actualidad de la exestación La Y
La propuesta de Quitopía La Y fue presentada como un proyecto insignia de la actual administración. El plan buscaba transformar ese espacio en un centro comunitario que fortalezca el tejido social mediante actividades lúdicas, educativas, recreativas y deportivas. Esta renovación se pensó como un modelo replicable en las ocho administraciones zonales del Distrito Metropolitano.
El lugar, con una superficie total de 5.000 metros cuadrados, contemplaba la recuperación de 1.500 m² para áreas verdes, con el fin de conectar la infraestructura con el parque La Tortuga mediante un sendero seguro, y otros 1.200 m² para usos ciudadanos.
En su momento, el Municipio lo definió como una “fábrica de utopías”, donde se generarían ideas y procesos para la construcción de una ciudad más inclusiva. Se planificó que la obra estaría terminada en 2025.
Sin embargo, al día de hoy, el espacio sigue sin mostrar una transformación significativa. Comerciantes que han permanecido en el sector por más de una década son testigos del estancamiento. Fanny Manzano, dueña de una tienda ubicada en la calle Río Cofanes, recuerda el movimiento constante que existía cuando operaba la estación y cuando la Plaza de Toros todavía albergaba eventos con regularidad. “Ahora esta calle es muerta en la mañana y en la noche todavía más. Es insegura. Es una vía muy importante porque conecta la 10 de Agosto con la Amazonas”, dice.
Manzano señala que la ausencia de flujo peatonal afecta directamente a las ventas. Asegura que sobrevive para pagar el arriendo y los servicios básicos. Su anhelo es que la zona se reactive y que recobre el brillo que alguna vez tuvo.
En julio de 2025, el concejal Andrés Campaña visitó el sitio y confirmó el abandono. Señala que la alerta sobre los pocos avances en la exestación sirvió.
EXPRESO solicitó una entrevista a la Empresa Pública Metropolitana de Hábitat y Vivienda, que está a cargo del proyecto, pero se informó que se entregará información más adelante. No obstante, en una comparecencia ante la Comisión de Hábitat y Vivienda del Concejo Metropolitano, el gerente de la entidad, Alexander Lafebre, expuso detalles sobre el proceso de adjudicación de la obra.

Quitopía La Y: promesa municipal de renovación urbana y social
De acuerdo con Lafebre, siete empresas participaron en el proceso: cinco consorcios y dos individuales. El contrato fue finalmente adjudicado a un consorcio por un monto de $ 6’263.893,44, frente a un valor referencial de $ 6’400.956,25, con un plazo de ejecución de 210 días.
Durante la sesión, el concejal Gabriel Noroña, vicepresidente de la Comisión, planteó una observación: en su despacho recibió una alerta de uno de los oferentes sobre un presunto perjuicio de $ 217.000 para la ciudad. Según dijo, la propuesta cumplía con todos los requisitos y tenía un costo inferior al del adjudicatario.
Ante esta situación, Noroña mencionó que presentaría una moción para que el gerente de la Empresa de Hábitat comparezca ante el pleno del Concejo y justifique la adjudicación.
Lafebre, por su parte, defendió el proceso señalando que “trabajamos bajo la normativa vigente” y que no es una decisión personal adjudicar por el monto a una u otra oferta. Añadió que los procesos de contratación que ha realizado la entidad han permitido que se hagan obras por debajo del valor referencial, lo que significa un ahorro para la ciudad.
Sobre las críticas a la demora, explicó que Quitopía no es un “proyecto suelto”, sino que forma parte de una Unidad de Actuación Urbanística. “Este proceso es interesante y va a gestionar desarrollo y servicios. Es el primero que ejecuta el Municipio porque son sus propios predios”, mencionó.
Según señaló, la fecha estimada de finalización del proyecto será a mediados de 2026.

Planes para la Plaza de Toros e intervención del INP
Después de meses de tensiones entre defensores del patrimonio y promotores de la modernización urbana, el destino de la Plaza de Toros Quito se definió. La empresa Citotusa, propietaria del inmueble, anunció el 12 de septiembre que la histórica estructura no será demolida, sino transformada en un espacio cultural y multifuncional que conservará su arquitectura original.
Desde julio, la posibilidad del derrocamiento del recinto encendió un debate ciudadano. Grupos de la sociedad civil solicitaron al Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) que declare a la plaza como bien patrimonial para evitar su destrucción. Sin embargo, al no contar con dicha declaratoria y tratarse de un bien privado, legalmente no existía impedimento para su intervención.
El debate llegó también al Concejo Metropolitano. En la sesión de la Comisión de Áreas Históricas y Patrimonio del 17 de septiembre, Alejandro Aguayo defendió el valor histórico de la Plaza y propuso que el Municipio intervenga para protegerla. Por su parte, Michael Aulestia, presidente de la comisión, mocionó que el Instituto Nacional de Patrimonio (INPC) inicie con la individualización del predio a través del registro de bienes de interés patrimonial y, de ser el caso, se aplique un régimen de protección transitorio de hasta dos años, de acuerdo con la Ley Orgánica de Cultura. El pedido fue aceptado.