
Cae el acoso en Quito, pero más del 99 % de mujeres aún no denuncia los hechos
La reducción del acoso sexual en Quito contrasta con la falta de denuncias, un vacío que preocupa a autoridades y activistas
Un nuevo estudio del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana revela que la estrategia municipal Cero Acoso comienza a mostrar resultados medibles en la reducción de violencia sexual en el transporte público de Quito. Sin embargo, los avances conviven con un problema estructural que amenaza con minimizar cualquier logro: la casi total ausencia de denuncias, incluso cuando se registran agresiones.
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Según el informe, presentado por la Secretaría General de Seguridad Ciudadana y Gestión de Riesgos, 4 de cada 10 mujeres dicen sentirse seguras al viajar en bus, una mejora significativa si se considera que hace apenas dos años la cifra era de 2 de cada 10. También disminuyó el número de mujeres que afirma haber sido víctima de acoso sexual: pasó de 6 de cada 10 en 2023 a casi 4 de cada 10 en 2025. En cuanto a la exposición al acoso, la reducción también es evidente: antes 8 de cada 10 usuarias presenciaban hechos de este tipo; hoy son 5 de cada 10.
Estas cifras marcan, por primera vez en una década, una tendencia sostenida a la baja. La percepción de seguridad mejoró cerca de 15 puntos, y la sensación de estar en un ambiente hostil cayó del 81 % al 55 %. El municipio destaca esos avances como señales de que las intervenciones, capacitaciones y campañas informativas están empezando a transformar comportamientos. Pero la lectura detallada del estudio deja ver que persisten brechas críticas.
Metro de Quito: el único sistema donde la seguridad supera a la percepción
El Metro de Quito se consolida como el transporte más seguro de la ciudad. Allí, 9 de cada 10 mujeres dicen sentirse seguras o muy seguras, y solo el 2 % reportó haber presenciado un caso de acoso. La victimización se ubica en el 9 %, una cifra muy inferior a la de los buses y corredores. Los comportamientos más frecuentes incluyen miradas insistentes, respiraciones invasivas y gestos vulgares.
Aunque la estrategia Cero Acoso tiene mayor reconocimiento entre las pasajeras del sistema subterráneo, el Metro ejemplifica el principal desafío del estudio: ninguna víctima denunció su caso en 2025, un dato que, más que una estadística, evidencia una brecha institucional que persiste sin resolverse.
El silencio sigue siendo la norma
Pese a la disminución de casos, el dato más preocupante del informe es contundente: más del 99 % de las víctimas de acoso en buses no denuncia. Las razones no fueron parte del estudio, pero organizaciones de mujeres han señalado de manera reiterada factores como la desconfianza en las autoridades, temor a represalias, normalización del acoso y dificultad para identificar mecanismos de denuncia en tiempo real.
Un esfuerzo institucional que aún debe traducirse en resultados sostenibles
El estudio forma parte del monitoreo que el Observatorio Metropolitano realiza desde 2017, y que desde 2024 incluye también al Metro. La investigación fue liderada por la Secretaría General de Seguridad Ciudadana, con apoyo del Cuerpo de Agentes de Control, el Patronato San José, la Secretaría de Inclusión y empresas operadoras de transporte.
Las autoridades aseguran que estos datos permiten ajustar políticas públicas, mejorar los protocolos de atención y fortalecer las acciones preventivas. Pero el reto mayor sigue siendo garantizar que las mujeres no solo se sientan más seguras, sino que tengan garantías reales de protección cuando un episodio de acoso ocurre.